De Jesús y los fariseos (5): la relación entre fariseos y comunidad protocristiana
por En cuerpo y alma
Después de conocer primero los mutuos reproches que se hacían Jesús y los fariseos (pinche aquí), luego los puntos de encuentro (pinche aquí), que también los había, luego como termina separándoles una cuestión que es era común, la del mesianismo (pinche aquí), y por último si estaban o no estaban los fariseos detrás de la condena a muerte de Jesús (pinche aquí) nos preguntamos hoy cómo fue la relación entre los fariseos y la comunidad que formaban los primeros cristianos.
Una vez desaparecido Jesús del escenario, un fariseo, Gamaliel, realiza en el sanhedrín una encendida defensa de los apóstoles una vez que son apresados por los judíos:
“Entonces se levantó en el Sanedrín un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley, con prestigio ante todo el pueblo. Mandó que hicieran salir un momento a aquellos hombres, y les dijo: «Israelitas, mirad bien lo que vais a hacer con estos hombres. Porque hace algún tiempo se presentó Teudas, que pretendía ser alguien y al que siguieron unos cuatrocientos hombres; fue muerto y todos los que le seguían se disgregaron y quedaron en nada. Después de éste, en los días del empadronamiento, se presentó Judas el galileo, que arrastró al pueblo en pos de sí; también éste pereció y todos los que le habían seguido se dispersaron. Ahora, pues, os digo: Desentendeos de estos hombres y dejadlos.Porque si este plan o esta obra es de los hombres, fracasará; pero si es de Dios, no conseguiréis destruirlos. No sea que os encontréis luchando contra Dios.» Y aceptaron su parecer” (cf. Hch. 5, 34- 39).
Fariseo es también uno de los más importantes seguidores de Jesús, Pablo, según declara nadie sino él sobre si mismo:
“Circuncidado el octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo” (Flp. 3, 5).
Que una vez desaparecido Jesús sigue existiendo una gran permeabilidad entre cristianos y fariseos, lo demuestra el libro de los Hechos, que no se priva de mencionar a aquéllos de la “secta de los fariseos, que habían abrazado la fe” (Hch. 15, 5).
Y bien amigos, esto es todo por hoy. Que hagan Vds. mucho bien y no reciban menos, nos vemos mañana por esta columna.
©L.A.
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