El Papa Francisco, contestado por algunos

04 febrero 2015 00:00

Con el Papa Fancisco esta ocurriendo un fenómeno curioso, un poco alarmante. El es un hombre de Dios que tiene una forma peculiar, muy popular de presentar el mensaje evangélico. Habla mas con imágenes que con conceptos abstractos. Esto tiene una ventaja y un peligro. La ventaja es que se le entiende perfectamente lo que quiere decir. No hace falta ser intelectual para ello. El Habla generalmente para la gran comunidad del Pueblo de Dios. El peligro es que nos quedemos con la frase usada, con el titular periodístico desconectado del resto del discurso, del mensaje catequetico.

Pero siempre hay que oír, o mejor leer, completamente lo que nos quiere decir. La imagen es el fogonazo para captar nuestra atención, pero el mensaje es el comentario que acompaña a esa expresión llamativa, a esa imagen tan elocuente por sí misma. Y esto requiere reflexión, lectura completa, no quedarnos en la letra gorda. Pongo algunos ejemplos tomados de distintas intervenciones del Papa:

- No poner cara de vinagre. Ya sabemos lo que quiere decir. No poner cara de amargados, de pocos amigos, de resentidos, de deprimidos... No es una expresión académica, pero si muy popular para hacerse entender, que es lo que pretende.

- Olor a oveja. Estar cerca de las personas, de las almas encomendadas a una tarea apostólica. Los pastores huelen a oveja porque están siempre con el rebaño, como los pintores huelen a pintura, etc. El pastor que no huele a oveja es que no se toma en serio su trabajo.

- No balconear. Es decir, no quedarnos contemplando la vida de los demás desde mi postura egoísta, cómoda, altiva... Y encima chismorrear como sí nosotros fuéramos los mejores, como si la vida de los demás no fuera con nosotros, que "somos los puros".

- No tener psicología de príncipes. No buscar lo mas llamativo, lo más bello, que me sirvan, que me rindan pleitesía, con pompa y espectáculo... En la Iglesia somos todos servidores sencillos, humildes, sin mucho ruido, buscando el bien de los demás.

- El carrerismo es un cáncer. Es decir, a la Iglesia no venimos para hacer carrera. El sacerdote no busca, no debe hacerlo, situarse en la vida, prosperar, destacar... Y tampoco el que ocupa un cargo importante. La Iglesia ha padecido durante tiempo el cáncer del que buscaba medrar en su puesto de responsabilidad. Por eso el Papa Francisco intenta librar a la Iglesia de la burocracia, del papeleo inútil, de excesivos despachos. Las almas necesitan la entrega humilde y abnegada de los pastores celosos.

- El Señor siempre nos "primerea". Es decir, va por delante de nosotros. Es el primero, y nos dice "el que quiera seguirme que se niegue así mismo, que tome su cruz y que me siga".

- Que no se extrañe si se encuentra un "puñetazo". A propósito de los atentados terroristas en Francia. "Si alguien ofende a mi madre que no se extrañe si se encuentra un puñetazo". Evidentemente no esta defendiendo la Ley del talión. Esta expresión dio mucho que hablar. Los periódicos la destacaron con cierto escándalo. Lo que quiso decir es que no hay que provocar a los demás, que pueden accionar de forma inesperada como humanos que son. En otra ocasión afirma el Papa: "No solo no ha de devolver al otro el mal que nos ha hecho, sino que debemos esforzarnos por hacer el bien con largueza" (Homilía a nuevos sacerdotes, 23.2.2014).

- Ante el sufrimiento de los niños no se qué decir. Si sabe que la respuesta esta en la cruz de Cristo, pero muchas veces lo mas prudente, es llorar con el que llora, y no decir nada. Las palabras en ciertos momentos dolorosos no calman el dolor. "Bienaventurados los que lloran...".

- Las chácharas dañan la calidad de las personas. Es decir, las críticas, las murmuraciones, los comentarios despiadados, los corrillos de los "buenos"... Hacen daño a las mismas personas que pierden el tiempo en esa práctica, pero hacen daño a la persona o institución criticada. La Iglesia no es una reunión de vecinos, sino de hermanos presididos por el amor.

- No necesitamos en la Iglesia "manager", sino pastores. La Iglesia no es una factoría, un negocio que necesite administradores y delegados de empresa. La Iglesia es una familia espiritual, que tiene un mínimo de estructura que hay que administrar por personas que puedan prestar ese servicio sin necesidad de que sean sacerdotes.

- El martirio esta inscrito en el ADN del episcopado. El buen pastor siempre será perseguido. Es algo con lo que se cuenta. La historia da fe de ello. No nos puede extrañar que corramos la misma suerte que Jesucristo.

- Paciencia, paciencia, paciencia y mas paciencia... No necesita comentario.

- Los "fríos", los "laboratorios", los maníacos de la limpieza y la pulcritud sin corazón para amar no ayudan a la Iglesia. Cuando falta el calor del corazón, ya no hay familia, hogar, amor...Iglesia de Cristo.

- La Iglesia debe ser un "hospital de campaña". A dónde acuden los heridos, y son curados con urgencia. Lo que importa en esos momentos son las heridas. El colesterol, la glucemia, etc. ya se verá más tarde. Estar de guardia permanente para atender las urgencias.

- Misericordia, ni manga ancha ni rigidez. Como el buen samaritano debemos atender a los heridos que nos encontremos en el camino. No hay que dar rodeos farisaicos. El que esta herido me necesita, y no hay más que hablar.

- ¿Lloras? ¿Hemos perdido las lágrimas? Qué no nos de vergüenza llorar. Hay que aprender a llorar. "Bienaventurados los que lloran..". Muchas veces no sabemos que decir, y respondemos con las lágrimas junto al que sufre y llora también.

- En las dificultades, les dice a un grupo de sacerdotes, hay que refugiarse bajo el manto de la Virgen ¡No salir jamás de allí!

Así es el Papa Francisco. Quien quiera ver en el un "anticristo" esta muy cerca del demonio. No podemos sembrar divisiones en donde no las hay. Bastantes problema tiene la Iglesia en este mundo tan revuelto, como para crearnos nuestros infiernos internos en donde depositar a los que no piensan como yo. La Iglesia es nuestra Madre, y el Papa el representante de Cristo en la tierra. Lo prudente y cristiano es ser fiel al que el Espíritu Santo nos ha puesto al frente de nuestra familia.

NOTA: Es bueno recordar que el Romano Pontifice solo es infalible cuando habla ex cathedra. Aunque es my aconsejable prestar asentimiento siempre a sus palabras, que no estaran muy lejos de lo que Espíritu quiera trasmitirnos, con el estilo propio de la persona que desempeña tan sublime misión.