La Virgen María y el Islam
PRESENTACION
Malinterpretando la noción de la Trinidad, Mahoma hizo de Cristo un profeta que lo anunciaba a él, a Mahoma, tal como los cristianos tenemos a Isaías y a Juan el Bautista como profetas que anunciaron a Cristo. Pero, ¿cuál es el papel de la Virgen María en el Islam?
El Corán nos habla de ella diciendo: ‘Oh Mariam, Dios te ha escogido, te ha hecho pura y te ha elegido antes que a todas las mujeres de todos los mundo’. Un ‘hadit’, es decir, un texto de la tradición, proclama también que María es Inmaculada: ‘Todo hijo de Adán, apenas nacido es tocado por Satanás, con excepción del Hijo de María y de su Madre’.
LA VIRGEN MARIA EN EL CORAN
Según el experto Francesc-Xavier Martín, doctor en Filosofía y profesor de la Universidad Ramón Llull de Barcelona, el Corán, que es la Biblia de los musulmanes, presenta a María no sólo como una mujer relevante, sino como la mejor de las mujeres (Corán 3:42-43), y hace de ella un ejemplo a seguir por todos los creyentes, porque creyó en la veracidad de la Palabra de Dios (Corán 66:12). Por ello Dios la escogió para ser la Madre de Jesús, quien para los musulmanes es el profeta de la bondad.
De las 114 suras del Corán, los capítulos, sólo 8 llevan como título el nombre de algún personaje, y la sura 19 está dedicada a María y a narrar sus virtudes. Explica dicho texto que la madre de María, Hannah, se consagró al servicio del Templo de Jerusalén, tal como correspondía a la gente del linaje de David. Cuan ella concibió un hijo, se entristeció porque era una niña y no un varón, ero Dios les reveló que esa niña estaba consagrada a Dios (Corán 3:35-36). Por ello el Islam proclama que María y Jesús estaban exentos de pecado. Educada por Zacarías en el Templo de Jerusalén, María ya destacaba desde pequeña por su piedad, y los ángeles la alimentaban (Corán 3:37), y le anunciaron que sería la Madre del Mesías (Corán 3:45-48; 19:1719).
Cuando María proclama que ella hizo voto de castidad, el ángel Gabriel le dijo que su hijo sería un signo de Dios para la humanidad; una prueba de la misericordia de Dios (Corán 19:20-21; 66:12). María buscó refugio en un lugar apartado y sufrió por los rumores que se habían difundido sobre su embarazo (Corán 19:22-23), pero Dios la consoló (Corán 9:24-26) y, hecho milagroso, Jesús, recién nacido, se le dirigió diciéndole que bien en creer en la Palabra de Dios (Corán 19:27). Vueltos a su pueblo, Jesús proclamó que Dios le hizo su servidor, que Él le revelará un libro y que hará de Jesús un profeta (Corán 19:30-33). En el capítulo o sura 19 del Corán existen 41 versos sobre Jesús y María, con tal defensa de la virginidad de María, que en el cuarto libro del Corán se atribuye la condenación de los judíos a la monstruosa calumnia de ellos contra la Virgen María.
Y en la sura 66 del Corán, en el último versículo, el 12, consta: ‘¿Queréis que yo os de un ejemplo fiel a seguir, válido para todos los creyentes del mundo?’ Allí se pone como ejemplo a María, la cual no solamente es un ejemplo y un símbolo a seguir para los cristianos, sino que también en el Corán María se convierte en símbolo y modelo para todos los creyentes, y también para los propios musulmanes.
Tener esperanza, tener un modelo a seguir, tener una mujer tan pura a la que mirar para seguir adelante; una mujer que tenía plena confianza en Dios. Ella es el ejemplo de la confianza total en el Absoluto, en el Dios que es la suma perfección y belleza. Así debemos seguirla nosotros, teniendo siempre una absoluta confianza, ya sea en las dificultades o frente a las cosas que no logramos comprender. Como a ella, a quien se le pidió tener un hijo sin padre material, sin un padre físico, María tuvo confianza y siguió adelante.
La primacía de María sobre todas las mujeres no admitía excepción alguna para Mahoma. Su esposa preferida, Aixa, se sentía en la cumbre, pero nunca superior a María. De ella Aixa dijo: ‘Yo supero a todas las mujeres, con excepción de lo que fue concedido a Mariam’. Y el propio Mahoma, el fundador del islamismo, le dijo él mismo a Fátima, su hija” ‘Tú serás la primera de las mujeres en el Paraíso, después de Mariam’.
El puesto de María en el Islam es muy elevado, por lo cual el Padre Perbal, experto en islamismo, advertía: ‘Mientras que los judíos calumniaban a María, el islamismo la defiende y la glorifica siempre. Para los islamistas, Mariam es la Madre virgen e Inmaculada del profeta sublime, Jesús, el más santo de los profetas. Para ellos es una ‘ovaliya’, es decir, una santa elevada por el Señor a la más alta santidad, de forma que es la favorecida con el ‘isma’, o sea, la plenitud de la perfección, y de esta forma está como superior a todas las mujeres’.
LA VIRGEN DE FATIMA
La pregunta que debemos hacernos es: si el nombre ‘Fátima’ identificaba a la hija de Mahoma, ¿por qué María, la Virgen, es venerada como ‘Virgen de Fátima’ por los católicos?
Esto nos lleva a una segunda pregunta: ¿por qué la propia Virgen María se apareció en 1917 a tres pastorcitos, Lucía, Jacinta y Francisco, en la pequeña aldea de Fátima, en Portugal, para que todas las futuras generaciones la conocieran como ‘Nuestra Señora de Fátima’? Es posible que la Santísima Virgen escogiera ser conocida del tal modo como promesa y signo de esperanza para el pueblo musulmán, asegurándoles a los islamistas, quienes le manifiestan tanto respeto, que un día aceptarán a su Divino Hijo Jesús.
La evidencia para respaldar esta opción radica en el hecho histórico de que los musulmanes ocuparan la Península Ibérica, tanto España como Portugal, durante siglos. Cuando al fin expulsaron a los musulmanes de la Península, el último jefe musulmán de Portugal tenía una hermosa hija, de nombre Fátima. Un joven católico se enamoró de ella y, por él, ella no sólo se quedó cuando se retiraron los musulmanes, sino que también abrazó la fe católica. El joven esposo estaba tan enamorado de ella que le cambió el nombre al pueblo donde vivían, que desde entonces se llamó ‘Fátima’. Por lo tanto el lugar en donde la Virgen se apareció tiene una conexión histórica con Fátima, la hija de Mahoma.
La última prueba de la relación de Fátima y los musulmanes es la entusiástica recepción que los musulmanes de África, la India y otros lugares, dieron a la imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima, permitiendo procesiones religiosas y oraciones frente a sus mezquitas. En Mozambique muchas personas abrazaron el cristianismo después de que la imagen de Nuestra Señora de Fátima fue erigida allí.
LOS MISIONEROS Y LA VIRGEN DE FATIMA
Los misioneros de hoy en día saben que su apostolado entre los musulmanes será exitoso en la medida en que proclamen a Nuestra Señora de Fátima. En el trabajo apologético es preferible comenzar con lo que la gente ya acepta. Ya que los musulmanes tienen devoción a la Virgen, nuestros misioneros deberán sentirse satisfechos con el solo hecho de aumentar y desarrollar esa devoción, con la total seguridad de que Nuestra Señora llevará a los musulmanes durante el resto del camino hasta su divino Hijo.
Muchos de nuestros misioneros en África han logrado quebrantar el odio amargo y los prejuicios de los musulmanes para con los cristianos por medio de sus actos de caridad, así como con la construcción de escuelas y hospitales. Ahora queda por tomar otro camino: mostrarles que el capítulo o sura 41 del Corán fue sacado del Evangelio de Lucas; que María no podría ser, aún para ellos, la más bendita entre todas las mujeres, si no hubiera también dado a luz al Salvador del mundo, a Cristo Jesús.
NOTA:
Para poder llevar a cabo este trabajo se han consultado las obras de los siguientes autores:
.- Francesc-Xavier Marín, doctor en Filosofía y experto profesional en cultura, civilización y religión islámica.
.- Monseñor Fulton John Sheen, antiguo arzobispo en Rochester, NY, y actualmente en proceso de beatificación.
.- Rev. Padre Perbal, experto en islamismo.
.- Sherezade Hushmand, teóloga musulmana iraní.
Lógicamente se ha consultado también la Biblia de Jerusalén, así como el Corán, la Biblia islámica.
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