Viernes, 22 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Blog

Del médico egoísta y el médico envidioso: real como la vida misma

por En cuerpo y alma

 

 
            El egoísta, y siempre que sea inteligente y no sea envidioso, puede incluso llegar a hacer el bien a través de su pecado (lo que ojo, no convierte en bueno ese pecado). Y voy a intentar demostrárselo. Imaginen Vds. a un empresario egoísta que conforme a su pecado, quiere hacerse muy rico para tener muchas cosas, más que nadie en el mundo. Pero como de acuerdo con las premisas que hemos establecido es inteligente y no es envidioso, se dice a sí mismo: “Pero claro, para hacerme muy rico y tener más que nadie, tengo que pagar bien a mis trabajadores, porque si no les pago bien, van a trabajar mal, y no me van a enriquecer”.
 
            Les propongo ahora otro caso diferente, el que da título a este artículo. Eran dos médicos de la Seguridad Social: el uno era egoísta y el otro era envidioso. Se presenta ante la consulta de cada uno de ellos un paciente que, gravemente enfermo, había hecho realizar su costosa operación a un cirujano muy afamado al que había pagado de su bolsillo. Su intención, que la Seguridad Social, a la que también había pagado a través de las muchas cotizaciones realizadas después de una larga vida de trabajo, le diera las medicinas de su convalecencia con la rebaja que le correspondía en atención a sus circunstancias personales.
 
            Les relato ahora la reacción del médico egoísta y la del médico envidioso.
 
            El primero se dijo: “¡Ummm qué bien, este pobrecito desgraciado, después de haber pagado más que nadie a la Seguridad Social, encima nos ha ahorrado una operación costosísima a la que tenía derecho y ahora viene a que le dé cuatro medicinas de pacotilla… Démoselas y ojalá que cuando vuelva a recaer siga confiando en su médico, siga pudiéndoselo pagar, y vuelva a ahorrarnos la costosa operación, y así, sólo tengamos que pagarle las medicinas!”
 
            Y ahora la del médico envidioso: “Te has pagado el mejor cirujano del país… ¿y ahora vienes a que te dé yo las medicinas? Pues fuiste capaz de pagarte la operación… ¡págate ahora tú también los medicamentos! ¿Que te crees, acaso, tú, mejor que los demás?”.
 
            Y poco más por hoy, queridos amigos: que hagan Vds. mucho bien y que no reciban menos. Y esta vez otro voto: ¡cuídense del envidioso!
 
 
            ©L.A.
            Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día, o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es
 
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(puede hacer click sobre ellos si desea leerlos)
 
De la envidia y del egoísmo
De la envidia en los Evangelios
De los Siete Pecados Capitales: breve reseña histórica
Hoy, una historia con naranjas y moraleja
Siete años y medio de cárcel… ¡¡¡por tocar el piano!!!
 
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda