Eurovisión y política: lugar para ser signos vivos del Señor. San Simeón

Este pasado domingo, antes de comenzar la misa, una señora que suele ayudar al sacerdote se encargó de encender las velas y preparar las lecturas. Me llamó la atención que al encender el Cirio Pascual, no tuviera un especial cuidado. Lo sacó del candelero, lo apoyó en suelo y tras diversas maniobras para que no se cayera al suelo, lo consiguió encender. Una vez encendido, lo colocó de nuevo en el candelero y continuó, sin más, con la rutina preparatoria para la misa.

Me acordé de una preciosa frase de San Agustín, que dice: “Dios busca realizadores de sus signos, no simplemente pintores. Si llevas en la frente la señal de la humildad de Cristo, lleva también en el corazón la imitación de su humildad” San Agustín (Sermón 32,13) y la apliqué a el hecho de encender el Cirio Pascual, antes de una misa. Seguramente sepa que el Cirio encendido representa la resurrección de Cristo, por lo que se mantiene encendido toda la Pascua, como signo de esta resurrección entre nosotros. 

Me llama la atención el poco sentido que damos a los signos y lo difícilmente que los relacionamos con nuestra vida. Indudablemente no se trata de que empecemos adorar el Cirio Pascual como si fuera Cristo, pero si yo tuviera que encenderlo le daría un poco más de valor a mis movimientos y a encender el fuego a la gran vela. Seguramente alguna persona me preguntaría por mi extraño recato, oportunidad que aprovecharía para explicarle el significado del Cirio y la reverencia a la que predispone conocer este significado. 

Como dice San Juan: “Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará a oscuras, sino que tendrá la luz de la vida.” (Jn 8,12) ¿Qué significa para nosotros que Cristo sea la Luz de la vida? A lo mejor no llegamos en sintonizarnos con este signo y nos resulte una frase bonita, pero nada más. Veamos qué nos dice San Simeón, el Nuevo Teólogo. Monje ortodoxo de finales del siglo X: 

Cristo, primera luz del mundo, única luz verdadera -  “Dios es luz.” (1Jn 1,5) una luz infinita e incomprensible. El Padre es luz, el Hijo es luz, el Espíritu es luz. Los tres son luz única, simple, sin compuesto, más allá del tiempo, en una eterna identidad de dignidad y de gloria. Luego, todo lo que viene de Dios es luz y se reparte sobre nosotros como venido de la luz: luz es la vida, luz es la inmortalidad, luz la fuente de la vida, luz el agua viva, la caridad, la paz, la verdad, la puerta del reino de los cielos. Luz el reino mismo de los cielos; luz el alcoba nupcial, el lecho nupcial, el paraíso, las delicias del paraíso, la tierra de las dulzuras, la corona de la vida, luz los vestidos de los santos. Luz de Cristo Jesús, el salvador y el rey del universo, luz el pan de su carne inmaculada, luz el cáliz de su sangre preciosa, luz su resurrección, luz su rostro, luz su mano, su dedo, su boca, luz sus ojos. Luz el Señor, su voz, como luz de luz. Luz es el Consolador, la perla, el grano de mostaza, la viña auténtica, la levadura, la esperanza, la fe: todo es luz. (San Simeón, el Nuevo Teólogo, Discurso teológico 3) 

Cuantas referencias a la Luz que la relacionan con nuestra vida y la Revelación de Dios. La pregunta que me hago en estos momentos es ¿Hasta qué punto somos capaces de ser realizadores de los signos del Señor? Dios no se contenta con que nos pongamos la camiseta del cristianismo, quiere que seamos testigos en la vida cotidiana. Testigos humildes que permitan que Cristo se transparente a través de nosotros. Complicado ¿Verdad? 

Permítanme dar un volantazo y llevarles a otro espacio bien diferente: la vida social y política que nos rodea. La sociedad europea, donde vivo, aplaude y eleva a los altares civiles a un Drag Queen, en la multitudinaria ceremonia social llamada Eurovisión. ¿Qué tipo de signo es el Drag Queen que nos ofrecen como modelo de éxito social? ¿Qué nos comunica? Nos dice que cada cual se crea a si mismo como quiere y que la felicidad está en romperse por dentro como ser humano. 

Los políticos que no paran de pisarse los pies para arañar votos para las elecciones europeas del próximo domingo. ¿Qué signo es el que nos ofrecen los políticos? Nos dicen que ellos son nuestros salvadores, mientras se desprecian unos, sólo por ser lo que son ¿Dónde está dignidad que conlleva ser imagen de Dios y que nos debería llevar a amarnos y respetarnos por encima de nuestras ideas? 

¿Dónde está la Luz del mundo? Es evidente que las tinieblas la rechazaron y nosotros mismos propiciamos a que quede escondida bajo el celemín. La Luz del mundo sólo se hace presente a través de cada uno de nosotros, cuando somos signos vivos, que llegan a ser símbolos de Luz. 

No creo que se nos ocurriera intentar inscribir a un cantante cristiano en un concurso como Eurovisión. No pasaría la primera prueba de adecuación a lo bien visto por la sociedad. No se nos ocurriría presentar un candidato plenamente cristiano a las elecciones, ya que no sería aceptado por ningún partido relevante. Los cristianos se nos tolera socialmente mientras no aparezcamos de forma clara y definida como signos de la Luz. 

Pero no esto no debe hacernos dar un paso atrás. La levadura nunca es la protagonista de la producción del pan, aunque sin ella nunca se podría obtener pan. Tal vez nuestra misión sea ser eficaz levadura que fermente la masa social sin que casi se nos tenga en cuenta. Ser los “Pepitos Grillos” de la sociedad actual. Saber esperar a que Pinocho madure y reflexione, para señalarle el camino. 

Quizás la forma de encender el Cirio Pascual no tenga mayor trascendencia, pero nunca hay que desdeñar la oportunidad de ser humildes realizadores de los signos del Señor.