De Arias Cañete y sus declaraciones sobre el debate con una mujer

 
 
            Perplejidad producen las declaraciones realizadas por el candidato del Partido Popular al Parlamento Europeo relacionadas con el debate televisivo que protagonizó con la Sra. Valenciano, en las cuales afirmaba que “el debate con una mujer es difícil [porque] si demuestras superioridad intelectual, es machista”.

 
 
            Una perplejidad que tiene que ver con la incoherencia que revela la declaración, pues carece de todo sentido que, por miedo a ser tachado de “machista”, el Sr. Arias Cañete acepte las reglas del juego, “autocensurándose” para no exhibir  la supuesta superioridad de la que insinúa ser titular, en el momento en que había que demostrarla, -el del debate-, y por otro lado se revuelva furiosamente contra ellas, y hasta las violente en el modo en que lo ha hecho cuando aparece después afirmando algo tan fácilmente calificable de “machista” como precisamente lo que dijo.
 
            De todas maneras, y como a menudo ocurre cuando conseguimos que un político se evada de esa cárcel inexpugnable que es el lenguaje de lo “políticamente correcto”, en las declaraciones del Sr. Arias Cañete puede haber mucha enjundia y bastante de realidad.
 
            Que la relación entre hombres y mujeres está muy enrarecida por culpa de los últimos conceptos vertidos en el debate político por quien en este momento más lo condiciona, -a saber, la ideología de género y sus valedores-, es algo que empiezan a reconocer no sólo muchos hombres, sino lo que es más significativo, muchas mujeres... Y no sólo en el plano profesional, sino incluso en otros más íntimos.
 
            Existe en el discurso, como efectivamente parece querer indicar el Sr. Arias Cañete, una asimetría que ya se ha analizado en esta columna (pinche aquí si desea conocer lo que en su momento decíamos), la cual está complicando cada vez más no sólo el mensaje y el debate, sino hasta la mera convivencia en una sociedad que cada vez más apuesta por la discriminación en detrimento de la igualdad, y por la presunción de culpabilidad de unos grupos humanos frente a otros en detrimento de la presunción universal de inocencia.
 
            El Sr. Arias Cañete hace bien en quejarse de esa impresión que le ronda la cabeza. Pero el Sr. Arias Cañete no debería olvidar tampoco que durante casi tres años él mismo ha participado en un gobierno que nada, absolutamente nada, ha hecho por revertir los nefastos conceptos que muchos dan en llamar de ideología de género y sería más correcto denominar “lucha de los sexos” (pinche aquí si desea conocer por qué), y que, antes al contrario, incluso ha dado peligrosas vueltas de tuerca en la consolidación de esos conceptos, como puede Vd. comprobar pinchando aquí, con prácticas que producen mucha más perplejidad y bochorno que sus declaraciones. Aunque ningún político lo diga.

            Que hagan mucho bien y que no reciban menos.
 
 
 
            ^©L.A.
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