Trancho-Barbado-Estenaga
El dominico Francisco Barbado Viejo O.P. (1890 - 1964) fue primero Obispo de Coria y después de Salamanca. Ingresó en el noviciado que la Orden de los dominicos tiene en Almagro (Ciudad Real), el 12 de noviembre de 1905, profesando el 18 de noviembre del año siguiente. Estudió Humanidades y Filosofía en Almagro, y Teología y Sagrada Escritura en el Colegio Internacional de Roma Angelicum, en el que se doctoró en Sagrada Teología el 5 de junio de 1914. Se licenció en Sagrada Escritura por la Comisión Pontificia de "Re Biblica" en Roma, el 8 de junio de 1917. Recibió las Sagradas Órdenes el día 25 de julio de 1913.
El 31 de mayo de 1925, en Salamanca, actúa de padrino de altar en la primera misa del Siervo de Dios Antonio Trancho Andrés, O.P.
El 1 de mayo de 1935 fue preconizado obispo de Coria. Al mes siguiente, el 29 de junio, fue consagrado obispo por el beato Narciso de Estenaga Echevarría en el templo de la Madre de Dios de Almagro (es el templo que incendiaron los milicianos y que sale en la película “Bajo un manto de estrellas” (bajo estas líneas).
Fray Francisco Barbado tomó posesión de la diócesis el 7 de julio de 1935 e hizo su entrada el día 25 de julio del mismo año. Ya obispo en la diócesis de Coria, la Acción Católica fue una de sus preocupaciones en todo tiempo, y a él se debe la organización de las distintas ramas, primero en Cáceres y después en todos los pueblos. Su labor al frente de esta organización culminó en distintas campañas organizadas con todo esplendor y solemnidad. Una de las preocupaciones que con más solicitud atendió el doctor Barbado Viejo fue el Seminario, que desde el año 1935 hasta 1942 fue totalmente transformado. Desde 1942 hasta 1964 ocupará la sede de Salamanca.
Siendo Obispo de Coria, el 1 de julio de 1937, estampa su firma en la “Carta colectiva de los obispos españoles a los obispos de todo el mundo con motivo de la guerra en España”.
Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca. Será también presidente de la Comisión encargada de auspiciar la publicación de la Biblioteca de Autores Cristianos, la famosa BAC. El 29 de junio de 1960, con motivo del veinticinco aniversario de su episcopado, se le rindió un homenaje en el que se le concedió: el título de Hijo Predilecto de la Ciudad (de Salamanca); la Medalla de Oro de la Provincia (de Salamanca) y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
En la foto, el Obispo Fray Francisco Barbado aparece en el claustro del convento de los padres dominicos de Almagro.
“Los pueblos que olvidan a sus grandes hombres, a sus glorias nacionales… decaen miserablemente, porque pierden con la gratitud la memoria y con la memoria la conciencia”. Así se expresaba don Anselmo Redondo, natural de Becerril de Campos (Palencia), a cuenta de su paisano el Siervo de Dios Antonio Trancho, inmolado en Almagro.
El Obispo Barbado, por su parte, afirma del Padre Trancho: “Su actuación fue siempre sacerdotal. Su caridad con los pobres y su anhelo por rehabilitar al obrero no conocía límites. Los que con él convivimos en la intimidad del claustro y le tratamos con amistad durante largos años conservaremos siempre el recuerdo de su figura prócer, noble, inteligente, caritativa, piadosa y prudente, aureolada luego con los resplandores del martirio cristiano”.
Excelente resumen. Bajo estas líneas, el padre Antonio Trancho, en el centro de la foto, tomada en el claustro del Convento de los padres dominicos de Almagro (Ciudad Real).
El 31 de mayo de 1925, en Salamanca, actúa de padrino de altar en la primera misa del Siervo de Dios Antonio Trancho Andrés, O.P.
El 1 de mayo de 1935 fue preconizado obispo de Coria. Al mes siguiente, el 29 de junio, fue consagrado obispo por el beato Narciso de Estenaga Echevarría en el templo de la Madre de Dios de Almagro (es el templo que incendiaron los milicianos y que sale en la película “Bajo un manto de estrellas” (bajo estas líneas).
Fray Francisco Barbado tomó posesión de la diócesis el 7 de julio de 1935 e hizo su entrada el día 25 de julio del mismo año. Ya obispo en la diócesis de Coria, la Acción Católica fue una de sus preocupaciones en todo tiempo, y a él se debe la organización de las distintas ramas, primero en Cáceres y después en todos los pueblos. Su labor al frente de esta organización culminó en distintas campañas organizadas con todo esplendor y solemnidad. Una de las preocupaciones que con más solicitud atendió el doctor Barbado Viejo fue el Seminario, que desde el año 1935 hasta 1942 fue totalmente transformado. Desde 1942 hasta 1964 ocupará la sede de Salamanca.
Siendo Obispo de Coria, el 1 de julio de 1937, estampa su firma en la “Carta colectiva de los obispos españoles a los obispos de todo el mundo con motivo de la guerra en España”.
Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca. Será también presidente de la Comisión encargada de auspiciar la publicación de la Biblioteca de Autores Cristianos, la famosa BAC. El 29 de junio de 1960, con motivo del veinticinco aniversario de su episcopado, se le rindió un homenaje en el que se le concedió: el título de Hijo Predilecto de la Ciudad (de Salamanca); la Medalla de Oro de la Provincia (de Salamanca) y la Gran Cruz de la Orden de Isabel la Católica.
En la foto, el Obispo Fray Francisco Barbado aparece en el claustro del convento de los padres dominicos de Almagro.
“Los pueblos que olvidan a sus grandes hombres, a sus glorias nacionales… decaen miserablemente, porque pierden con la gratitud la memoria y con la memoria la conciencia”. Así se expresaba don Anselmo Redondo, natural de Becerril de Campos (Palencia), a cuenta de su paisano el Siervo de Dios Antonio Trancho, inmolado en Almagro.
El Obispo Barbado, por su parte, afirma del Padre Trancho: “Su actuación fue siempre sacerdotal. Su caridad con los pobres y su anhelo por rehabilitar al obrero no conocía límites. Los que con él convivimos en la intimidad del claustro y le tratamos con amistad durante largos años conservaremos siempre el recuerdo de su figura prócer, noble, inteligente, caritativa, piadosa y prudente, aureolada luego con los resplandores del martirio cristiano”.
Excelente resumen. Bajo estas líneas, el padre Antonio Trancho, en el centro de la foto, tomada en el claustro del Convento de los padres dominicos de Almagro (Ciudad Real).
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