Tener fe, confiad en el Señor y amad su voluntad
De otra forma el título de esta glosa.., puede resumirse diciendo Fe, Esperanza y Amor. En lo que significan y expresan estas tres palabras, podemos asegurar que se resumen en ella todo nuestro Catecismo y el sin fin e libros que han escrito, todos los santos, teólogos, y autores cristianos, desde el mismo momento, que comenzó, nuestra era cristiana cuando en la última despedida, el Señor les dijo: “19 Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 y enseñándoles a cu on ustedes hasta el fin del mundo."
Las tres virtudes teologales, son el fundamento de todo. De todo aquello en lo que creemos, de todo aquello que esperamos y amamos. La fortaleza de la persona, esta siempre medida por la fuerza de su fe la perseverancia en su esperanza y el fuego de su amos al Señor. Las tres virtudes crecen o en su caso desgraciadamente decrecen al unísono. Si una de ellas es fuerte las otras dos los son y si es débil también lo serán las otra dos. No se las pueden separar ellas se implican cada una en las otras dos. Jacques Philippe, escribe diciendo: “En el dinamismo propio de la vida teologal: la fe engendra esperanza, y la esperanza posibilita y favorece el despliegue del amor. Este dinamismo es fruto de la gracia y obra del Espíritu Santo, pero sin ninguna duda precisa de la cooperación de nuestra voluntad; y este aspecto positivo se opone frontalmente al dinamismo negativo del pecado, en el cual la fe es sustituida por la duda, la esperanza por la desconfianza, y el amor por el pecado”.
Para Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), existe una relación entre los colores y las tres virtudes: “Las virtudes teologales tienen simbológicamente un color cada una y estos tres colores son: blanco, verde y rojo, símbolo de las tres virtudes teologales. Con ellos se gana el alma la complacencia de su amado y camina completamente segura de sus tres enemigos.
La fe es una túnica interior de una blancura tan levantada que disgrega la vista de todo entendimiento. Y así yendo el alma vestida de la fe, no ve ni atina el demonio a empecerla. No puede darse mejor vestido que el blanco deslumbrante de la fe, fundamento para las demás virtudes, si se ha de ganar la benevolencia del amado y alcanzar la unión. Este deslumbrante vestido blanco de la fe lo lleva el alma al evadirse mientras camina en medio de las tinieblas y aprietos interiores de la noche oscura, no le tranquiliza ningún conocimiento natural, ni le anima ninguna iluminación sobrenatural, porque el cielo le parece cerrado pero ella, sufrió con constancia y perseveró, pasando por aquellos sin desfallecer y faltar al amado.
Sobre esta túnica blanca de la fe, lleva el alma el verde corpiño de la esperanza. Por la fuerza de esta virtud, el alma se libra y ampara del segundo enemigo que es el mundo. Porque esta verdura de esperanza viva en Dios, da al alma una tal viveza y animosidad y levantamiento de las cosas de la vida eterna, que en comparación de lo que allí espera, todo el mundo le parece (como es la verdad), seco, lacio, muerto y de ningún valor.
Sobre el blanco y el verde para remate y perfección de esta librea, lleva el alma aquí el tercer color, que es una excelente toga colorada, símbolo del amor. Por medio de ella, no solo se ampara y encubre el tercer enemigo que es la carne, sino que se hacen válidas las demás virtudes, dándoles vigor y fuerza, para amparar al alma y gracia y donaire para agradar al amado con ellas: porque sin caridad ninguna virtud es graciosa delante de Dios”.
Juan Pablo II cuya canonización se proclamará el 3 de abril de 2014, escribe diciéndonos que el esquema de correspondencia de las virtudes teologales con las tres potencias del alma es: “A la fe le corresponde el entendimiento; a la esperanza le corresponde la memoria; y a la caridad la voluntad. En cada virtud teologal debe de actuar la unión con Dios en la `potencia correspondiente. Las tres virtudes teologales, han de ser las que han de poner en perfección las tres potencias del alma… Mediante las virtudes teologales cada potencia es informada de modo sobrenatural según las exigencias de su propia entidad”.
En la eternidad al carecer del dogal del tiempo, todo será para nosotros presente, y entonces de la misma forma que de las virtudes teologales desaparecerán la fe y la esperanza, también de nuestras potencias desaparecerá la memoria porque al estar en la eternidad todo en nosotros será presente, no existirá ni el pasado ni el futuro y también la voluntad, pues al habernos entregado plena y perfectamente al amor divino, nuestra voluntad estará totalmente identificada con la divina. En resumen solo nos perdurarán el amor y el entendimiento, el cual se verá enriquecido por la sabiduría del Señor.
San Pablo escribía: "8 La caridad no acaba nunca. Desaparecerán las profecías. Cesarán las lenguas. Desaparecerá la ciencia. 9 Porque parcial es nuestra ciencia y parcial nuestra profecía. 10 Cuando vendrá lo perfecto, desaparecerá lo parcial. 11 Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño. Al hacerme hombre, dejé todas las cosas de niño. 12 Ahora vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara. Ahora conozco de un modo parcial, pero entonces conoceré como soy conocido. 13 Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad”.(1Cor 13,813).
Como cuestión de practica por nuestra parte, nos conviene que siempre, que iniciemos una oración o una meditación de cualquier tema o pensamiento sobre el Señor, es conveniente que analicemos la fortaleza de nuestra fe, porque cuanto más fuerte sea esta, más luz divina recibiremos y con mayor claridad veremos y entenderemos las cuestiones de orden espiritual que se nos planteen. La fe es la primera de las tres virtudes y tiene importancia la prelación de la fe, pues si ella no existe en una persona, las otras dos virtudes serán también inexistente, ya que nadie espera ni ama aquello que cree que no existe.
Nosotros en el más allá, seremos lo que fue la fortaleza de nuestras tres virtudes teologales, Nuestra futura gloria, será la que nosotros queramos que sea, porque es aquí abajo, donde nos lo estamos jugando todo. Todos estamos convocados a na gran santidad y si tenemos en cuenta, el principio que nos dice que: querer es poder, y lo aplicamos perseverantemente, el triunfo está asegurado.
Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.
Otras glosas o libros del autor relacionados con este tema.
- Libro. CONVERSACIONES CON MI ÁNGEL.- www.readontime.com/isbn=9788461179190
- Libro. DEL MÁS ACÁ AL MÁS ALLÁ.- www.readontime.com/isbn=9788461154913
- Libro. LA SED DE DIOS.- www.readontime.com/isbn=9788461316281
- 301l.- Potencias y virtudes 24-0111
- 642j.- Gratitud humana 10-0812
- 824x.- Mansedumbre 041213
- 655m.- Paciencia y perseverancia 01-0113
- 046l.- El juego y la fuerza de las tres virtudes 31-08-09
- 034d.- Virtudes teologales. La Caridad 02-08-09
- 317v.- Vida devota 25-0211
- 292j.- Nuestra vida íntima 06-0111
- 336l.- ¿Nos queda mucho o poco tiempo? 04-0411
- 385l.- ¿Cuánto es, lo que podemos? 11-0711
- 439j.- ¿Puedo hacer algo más? 271011
- 466m.- Una casa para el alma 201211
- 472d.- Año nuevo, vida nueva 01-0112
- 568x.- Anhelos espirituales 11-0112
- 753l.- Fragancia de amor divino 15-0713
- 777d.- Nuestro contenido espiritual 01-0913
La fecha que figura a continuación de cada glosa, es la de su publicación en la revista ReL, en la cual se puede leer la glosa de que se trate.
Si se desea acceder a más glosas relacionadas con este tema u otros temas espirituales, existe un archivo Excel con una clasificada alfabética de temas, tratados en cada una de las glosas publicadas. Solicitar el archivo a: juandelcarmelo@gmail.com