En Manos de Dios
Pero no estamos en las manos de Dios sólo en la creación del mundo, sino también ahora. Así dice el Señor por el profeta Jeremías: “Bajé a la alfarería, y he aquí que el alfarero estaba haciendo un trabajo al torno. El cacharro que estaba haciendo se estropeó como barro en manos del alfarero, y éste volvió a empezar, trasformándolo en otro cacharro diferente, como mejor le pareció al alfarero. Entonces me fue dirigida la palabra del Señor en estos términos: ¿No puedo hacer yo con vosotros, casa de Israel, lo mismo que este alfarero? Mirad que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, casa de Israel” (Jr 18, 2 – 6). Dios nos está modelando, a su imagen y semejanza. En cada circunstancia y acontecimiento de nuestra vida, sus manos están trabajando nuestro barro, para acabar la obra que comenzó en la creación, y crearnos a imagen y semejanza de Jesucristo, el Verbo de Dios. Y la espiritualidad cristiana consiste en algo tan sencillo como dejarse hacer por Sus Manos, aceptando su obra con un corazón dócil y maleable, prestandole fe y obediencia.
En este blog iremos profundizando en esta preciosidad que es dejarse modelar por las manos de Dios, en lo que verdaderamente es la espiritualidad, en este dejarse hacer que es tan sencillo y a la vez tan difícil. Definitivamente estamos en sus manos, estamos en manos de Dios.
[1] San Ireneo de Lión, Adversus Haereses IV, 20, 1.