No son tantas, ¡ni tan pocas! (1)
Escribo tu nombre, en las paredes de mi ciudad
El pasado 25 de diciembre colgaba en el blog la versión que Brotes de Olivo hizo sobre la famosa canción de Gian Franco Pagliaro: “Yo te nombro, Libertad”. En el montaje que me prepararon, me pareció genial el momento en el que la canción afirma:
“Te nombro en nombre de todos
por tu nombre verdadero.
Te nombro y cuando oscurece cuando nadie me ve.
Escribo tu nombre en las paredes de mi ciudad.
Tú nombre verdadero, tú nombre y otros nombres
que no nombro por temor”.
Tras aparecer el tapiz de la beatificación de 2007 (1:12), aparecen los rótulos de algunas calles de nuestras ciudades y pueblos dedicadas a los mártires. Es cierto que no son muchas, pero tampoco son tan pocas. Las iremos repasando, incluso si nuestros amables lectores nos ayudan, las iremos incluyendo...
San Pedro Poveda
Uno de los once canonizados de la persecución religiosa es San Pedro Poveda Castroverde. En el nº 7 de la calle Alameda de Madrid hay una placa conmemorativa que recuerda que el santo fundador vivió en esta casa. Aquí fue detenido en la madrugada del 27 de julio de 1936.
Tres capitales de provincia tienen calles dedicadas al fundador de la Institución Teresiana: Burgos (Calle Pedro Poveda Castroverde); Sevilla (Calle Pedro Poveda) y Alicante (Calle San Pedro Poveda). También en Linares (Jaén) y en Belmonte (Cuenca) encontramos otra Calle Pedro Poveda. Finalmente en la madrileña localidad de Alpedrete en el callejero figura la Calle San Pedro Poveda.
En Santander desde 2011 existe la Plaza Pedro Poveda.
Por otra parte, en Puertollano (Ciudad Real) nos encontramos con los Jardines Pedro Poveda. Y en Palma de Mallorca con el Parc del Prevere Pedro Poveda.
Los Oblatos de María Inmaculada de Pozuelo de Alarcón (Madrid)
Bajo el pontificado del papa Benedicto XVI fueron beatificados 22 mártires oblatos y un seglar de Pozuelo de Alarcón, asesinados al comienzo de la Guerra Civil española. Se trata del Beato Francisco Esteban Lacal, provincial de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y otros 21 compañeros, de edades comprendidas entre 19 y 38 años, que vivían en el convento de Pozuelo de Alarcón; además del seglar, Beato Cándido Castán, que ejercía como concejal interino suplente en Madrid. Fueron fusilados entre el 24 de julio de 1936 y finales de noviembre el mismo año, algunos de ellos en Paracuellos del Jarama. Los 23 fueron asesinados, según el decreto aprobado por el papa, “por odio a la fe durante las persecuciones religiosas en España” y beatificados en la Catedral de la Almudena de Madrid el 17 de diciembre de 2011.
En Pozuelo de Alarcón hay dos calles que recuerdan dicho sacrificio:
ü Calle Mártires Oblatos
ü Calle Cándido Castán
Dos pueblos de Léon y los Oblatos
En Villaverde de Arcayos (León) se dedicó una calle a los dos hijos del pueblo: los Beatos Justo González Lorente y Pascual Aláez Medina.
En Santa Marina del Rey (León) son tres los mártires beatificados que eran hijos del pueblo. Dos Oblatos, beatificados en 2011: el padre Juan Antonio Pérez Mayo y el hermano Marcelino Sánchez Fernández; y el tercero, el hermano Francisco Alfredo, que pertenecía a las Escuelas Cristianas de La Salle, y que fue beatificado el 28 de octubre de 2007.
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