Pasarlo bien y sexualidad

por Pequeños secretos de la vida en común

16 junio 2015 00:00

Pese a toda la presión que hay para que hombre y mujer se comporten igual en el campo de la sexualidad, alguien que quisiera mirar la realidad sin prejuicios, objetivamente, se daría cuenta de que las cosas no son de esa manera.

Fundamentalmente, por dos razones: El hombre se excita con la vista y la mujer no, por otra parte, la mujer entrega el corazón antes que el cuerpo, mientras que el hombre puede haber entregado el cuerpo y su corazón no estar nada comprometido.

Estos dos argumentos, parece que serían suficientes, por su rotundidad, para llevar al fracaso cualquier razonamiento acerca de la igualdad del hombre y la mujer en el terreno sexual.

Esa sensación de no perder nada en el terreno de la entrega sexual que tiene el hombre, hace que le sea más fácil pasarlo bien en la sexualidad. Por lo menos, a priori.

Después, pueden venir muchas dudas y arrepentimientos.

La mujer tiene un proceso distinto. Como entrega el corazón antes que el cuerpo, para pasarlo bien en el terreno de la sexualidad, tiene que sentirse querida y saber que el otro está comprometido. Eso no lo tiene nada claro en muchas ocasiones.

Esta quizás sea la causa fundamental, aparte de ir contra las propias creencias, por la que hay tanta frustración con el sexo entre las mujeres jóvenes, aunque muchas veces se diga lo contrario.

Con frecuencia, aparece la sensación que tanto desasosiega, de haber entregado el corazón a cambio de nada, o incluso peor, a cambio de haberlo pasado mal. Para que las relaciones sean satisfactoria, la mujer tiene que tener entregada la cabeza y, hasta que no hay seguridad del cariño y compromiso vital del otro, eso no ocurre.

Creo que es una de las razones, por las cuales hay tanta borrachera, tanta pastilla, unida al sexo.

Si no hay cierta falta de consciencia, la capacidad de entregarse sería mucho menor.

Decía una encuesta de la BBC, que el 41 por ciento de las británicas se habían acostado con una persona, con la que nunca lo hubieran hecho, solo porque estaban borrachas. No es una razón. Una mujer para tener relaciones, tiene que tener un porqué. Ese, estar borrachas, antes o después, no le vale.

Frustración. Desasosiego.

Me decía, durante el tiempo libre de un curso en Inglaterra, una de las asistentes, madre soltera y directiva de cierta importancia, que nunca más se acostaría con un hombre, hasta que este no se comprometiera con papeles con ella. No le valían las palabras.

El sexo, en cierta etapa de la vida, aparece como sinónimo de pasarlo bien. De disfrutar. Lo cual como se ve no es exacto. Que importante es decirse la verdad en las conversaciones que uno tiene consigo mismo. Está en juego la felicidad.

Si quereis decirme algo: contreras@jmcontreras.es

En relación a algunos libros por los que me preguntais algunos:

Sobre noviazgo: