Termómetro: masacre en Pakistán, masacre en Kenia, masacre en Nigeria, masacre en Siria, masacre en…

 

            Si hoy es sábado y se encuentra Vd. aquí, En Cuerpo y Alma, entonces esto es el Termómetro de Persecución Religiosa, con unos escenarios que se cuentan hoy por masacres, a tal grado está llegando el fanatismo religioso en el mundo.

 

            En Pakistán. Masacre a la salida de la misa dominical en la iglesia de Todos los Santos, en la ciudad de Pesháwar, en el noroeste de Pakistán, con casi un centenar de víctimas mortales y mayor cifra de heridos. El atentado fue perpetrado por dos suicidas que hicieron explotar sendas cargas explosivas en la puerta del templo, cuando unos quinientos fieles salían de misa, no sin antes haber disparado contra el servicio de seguridad de la iglesia, que así es como los cristianos del país tienen que cumplir con sus oficios religiosos. Se da la circunstancia de que tanto el Gobierno regional, comandado por el partido del excriquetista y líder populista Imrán Khan, como la Liga Musulmana del primer ministro, Nawaz Sharif, se hallaban en conversaciones con el grupo terrorista talibán TTP (Tehrik-i-Taliban Pakistan), que agrupa a una treintena de organizaciones talibanes.

 

            En Kenia. El ataque contra el centro comercial Westgate Centre en la capital del país, Nairobi, el pasado día 21 de septiembre por una quincena de militantes del grupo terrorista islamista somalí Al Shabab, que significa “juventud”, se saldó finalmente con el asalto por parte del ejército del país después de tres días de secuestro y con una cifra de víctimas mortales que se hallará muy cerca del centenar y un número de heridos similar. Entre los muertos declarados se hallan seis miembros de las fuerzas de seguridad. De los terroristas, cinco fueron abatidos y otros once fueron detenidos. El atentado forma parte de la ofensiva lanzada por el grupo terrorista somalí contra cristianos e intereses keniatas, que se ha cobrado ya centenares de vidas.

 

            En Nigeria. Ante la general indiferencia de los medios occidentales, se ha perpetrado en Nigeria una nueva matanza del grupo terrorista islamista que se hace llamar Boko Haram, que significa “la educación (occidental) es impura”, lema al que hacen honor. El objetivo esta vez era la residencia de un centro de educación secundaria, el Colegio de Agricultura de Gujba, del estado de Yobe, en el norte de Nigeria. El atentado tuvo lugar durante la madrugada, mientras los estudiantes dormían y las víctimas mortales se cifran en un mínimo de cuarenta. Los centros educativos de Yobe habían reabierto hace unas semanas, después de que el pasado mes julio se ordenara su cierre, precisamente a causa de otro atentado, esta vez contra un colegio en Mamudo, en el que murieron 29 estudiantes y un profesor.

 

            En Siria. Según informa Javier Lozano en Libertad Digital, Treinta y seis ulemas de Damasco han emitido una fatua que anima a los musulmanes sunitas a requisar y apropiarse de los bienes, casas y propiedades pertenecientes a los cristianos, drusos y alauitas y demás minorías que “no profesan la religión sunita del Profeta”. La fatua explica que las propiedades confiscadas serán utilizadas “para comprar armas”, y para ayudar a los huérfanos, pobres y a las familias de los que denominan mártires. “Pedimos a nuestro pueblo que se agarre a nuestras tradiciones islámicas y que frecuente regularmente la casa de Dios con el fin de salvaguardar nuestra alma y la de la sociedad”, concluye la fatua.

 

            Sin salir de Siria. El arzobispo greco-católico Jean Clement Jeanbart ha aportado las cifras de la destrucción que la guerra ha dejado en Siria más allá de lo que son bajas estrictamente humanas. “En los últimos meses, mil cuatrocientas fábricas y oficinas han sido saqueadas, destruidas o quemadas, mientras que en todo el país más de dos mil escuelas han sido devastadas o no pueden usarse, treinta y siete hospitales junto con mil pequeñas clínicas y dispensarios han sufrido actos de vandalismo. La mayoría de los silos de grano han sido vaciados, las centrales eléctricas saboteadas, líneas de ferrocarril y carreteras bloqueadas o en estado impracticable y peligroso a causa de las bandas armadas que aterrorizan a los viajeros que se atreven a moverse y salir de la ciudad”.

 

            En Centroáfrica. Nos cuenta Mons. Aguirre, el obispo español de Bangassou, en Centroáfrica, cómo tienen lugar los exámenes de selectividad en Centroáfrica. “El día del examen en la capital, jóvenes Seleka [es decir miembros de la coalición de grupos islámicos que gobierna un país donde el 60% de sus habitantes son cristianos] entraron en la sala armados y con uniforme militar, cogieron las preguntas y se salieron (seguramente para que alguien más competente se lo rellenara afuera). Más tarde volvieron tan panchos, con la pistola visiblemente colocada en la cintura, para entregar su examen...”

 

            En España. Escuelas Católicas de Andalucía denuncia que la Junta andaluza prohíbe a los maestros de la asignatura de religión participar con los demás profesores en la vigilancia de los recreos de los alumnos. La nueva Presidenta andaluza, Susana Díaz, ha justificado la discriminación con el siguiente argumento: “Los elige la Iglesia, y lógicamente no pueden ejercer funciones de tutoría que sí ejercen profesores que han accedido a través de pruebas de mérito y capacidad”. La nueva discriminación se suma al hecho de que los profesores de religión se han incorporado con retraso a las clases en algunas escuelas de primaria. Marta García, del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia ha afirmado que “cada vez más se intenta eliminar la Religión de la esfera pública, y se ve que desde el Gobierno andaluza buscan triquiñuelas bastante dudosas para lograrlo”.

 

 

 

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