Fotos de políticos en las iglesias
por Patxi Bronchalo
Siempre que se acercan fechas electorales se llenan las redes sociales de fotos de líderes políticos locales y nacionales en capillas, procesiones y puertas de iglesias. La intención electoralista es clara. A mí me resulta triste y penoso. Vamos a hablar de ello.
Llegan las elecciones y empiezan a aparecer fotos con grandes sonrisas delante del Cristo o la Virgen de turno. Parecen decir: “vótame que yo tengo una fe como la tuya”. Y no, señores, no. Tener fe no es hacerse una foto, no es ir un día a la iglesia. En el fondo detrás de esto hay un reconocimiento de que Dios ocupa un lugar imprescindible en la vida de muchas personas, que la fe está por encima de todo, son algunos políticos quienes vienen a hacerse fotos a las iglesias para publicarlas, los sacerdotes nunca vamos a los ayuntamientos a sacarnos un selfie y subirlo a las redes.
Hay gente que cree que tiene fe pero no es así. No se puede llamar fe a lo que no es. La fe es un adhesión total de la persona a Dios y a su Palabra, a sus mandatos y a Jesucristo como salvador. Defender el aborto, la eutanasia, la gestación subrogada, la ideología y el “matrimonio” LGBTI, la ideología de género o la imposición en los programas educativos de contenido ideológicos contra el consentimiento de las familias, al mismo tiempo que se dice creer en Dios por encima de todo no es fe verdadera. Simplemente es una gran contradicción ir a la iglesia a sacarse foto cuando toca y salir y seguir defendiendo las ideas contrarias a la moral cristiana.
Ojo. No estoy diciendo que alguien que se dedica a política y defiende todo esto no puede entrar en una iglesia. Pero si estoy diciendo que hacer un uso electoralista de las iglesias a través de dar una determinada imagen es profundamente inmoral. Se está engañando a la gente.
Y ya que estamos, cuando se acercan las elecciones muchos católicos buenos piden una orientación sobre a quien votar. Sufren porque no saben qué hacer, se dan cuenta de la falsedad de algunos políticos que aparentan querer a Dios y sirven a la ideología al mismo tiempo. Son políticos que dan dobles discursos según donde vayan. Por ejemplo en un lugar hablan de defender la familia, en otro lugar dirán que el aborto es un derecho de la mujer. O hablan de la necesidad de los cuidados paliativos en un sitio y de el derecho a eutanasia en otro.
Cuando me preguntan respondo señalando los 4 principios no negociables para orientar el voto que formuló Benedicto XVI. Y animo a votar en conciencia. Los cito literalmente:
1) Protección de la vida en todas sus fases, desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural.
2) Reconocimiento y promoción de la estructura natural de la familia, como una unión entre un hombre y una mujer basada en el matrimonio, y su defensa ante los intentos de hacer que sea jurídicamente equivalente a formas radicalmente diferentes de unión.
3) Protección del derecho de los padres a educar a sus hijos.
4) Promoción del bien común en todas sus formas.
Dice Benedicto XVI también: “Estos principios no son verdades de fe aunque queden iluminados y confirmados por fe; están inscritos en la naturaleza humana, son comunes a toda la humanidad”. Casi nada.
El uso electoralista de la religiosidad y el acordarse de Dios y la Iglesia para los votos es inmoral. Me vienen a la mente las palabras de Jesús: “No todo el que me diga ¡Señor, Señor!, entrará en el Reino de los Cielos”. Creo que son como para tomarlas como algo trivial.
A los católicos os digo: No os dejéis engañar por este tipo de comportamientos. No caigáis en la tentación de hacer de la política algo mesiánico. No caigáis en la trampa de que la política salvará el mundo. Solo Dios salva. Nuestras decisiones siempre en conciencia con Él. El Papa Francisco dice: “La política es una de las formas más elevadas de la caridad”. Esto es para meditarlo, porque entonces, si la política se usa mal, si se corrompe por la ideología, ¿en qué se convierte?