La mejor terapia espiritual
por Desde mi ventana
Lo cantan las encuestas y se puede constatar a simple vista, el creciente y progresivo aumento de enfermos psíquicos que hoy en día acuden a los médicos, a los centros de salud y psiquiátricos, en busca de equilibrio y salud espiritual. El alma humana al igual o más que el cuerpo, tiene sus achaques y enfermedades, que sumergen a quienes las padecen en la infelicidad. Están a la orden del día toda clase de trastornos síquicos como depresiones, ansiedades, autoestimas, fobias, adicciones, stress, anormalidades en el sueño, en el trabajo, en la familia, en la convivencia etc. El caso es, según los expertos, que mientras la gente cuida hoy mucho más su cuerpo que en épocas pasadas, es cuando han aumentado más estas enfermedades del alma.
Desde mi punto de vista -57 años de cura dan algo de experiencia –compruebo que tales males pasan, cuando bastantes cristianos han descuidado la práctica del sacramento de la confesión o reconciliación. Se ha sustituido al sacerdote por el sicólogo o el siquiatra y aquí está la raíz de tantos males como agobian y angustian a las personas. El remedio está al alcance de la mano y gratis. Menos pastillas y sesiones al sicólogo y más acudir al sacerdote y al confesor. Algo de todo esto debería conocer Jesucristo, médico divino del alma, al instituir este sacramento. El es la mejor terapia espiritual. Compruébalo.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
Desde mi punto de vista -57 años de cura dan algo de experiencia –compruebo que tales males pasan, cuando bastantes cristianos han descuidado la práctica del sacramento de la confesión o reconciliación. Se ha sustituido al sacerdote por el sicólogo o el siquiatra y aquí está la raíz de tantos males como agobian y angustian a las personas. El remedio está al alcance de la mano y gratis. Menos pastillas y sesiones al sicólogo y más acudir al sacerdote y al confesor. Algo de todo esto debería conocer Jesucristo, médico divino del alma, al instituir este sacramento. El es la mejor terapia espiritual. Compruébalo.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
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