¿Sabe Vd. lo que es la Vera Cruz? ¿Quiere Vd. saber cómo fue hallada?
por En cuerpo y alma
Hoy 3 de mayo, (ayer cuando lo esté Vd. leyendo) es la festividad de la Vera Cruz, una Vera Cruz que traducible como “la Verdadera Cruz”, no es otra cosa que la reliquia de aquella cruz en la que fuera crucificado Jesús en Jerusalén hará pronto ya dos mil años. Ahora bien, ¿cuál es la historia de esta reliquia y cómo y en qué forma fue hallada?
Las fuentes a considerar en lo relativo al proceso que se da en llamar “la invención [sinónimo de descubrimiento] de la Vera Cruz” son tres: la “Vida de Constantino” de Eusebio de Cesarea (n.h.275-m.339), la “Historia Eclesiástica” de Sócrates Escolástico, (n.h.380-m.h.450), y sobre todo no tanto por lo que hace a pero sí a la reconstrucción de la historia pero sí a su divulgación, la famosa “Leyenda Dorada” de Jacobo de la Vorágine (12301298).
Por lo que hace a la primera, Eusebio de Cesarea en su “Vida de Constantino” revela cómo el Santo Sepulcro se había visto “sepultado” valga el juego de palabras, por un templo dedicado a Venus, producto con toda probabilidad de la reconstrucción que de la ciudad de Jerusalén hace el Emperador Adriano cuando en el año 135 y tras ahogar en sangre la rebelión del judío Jesús Bar Kochba, expulsa a todos los judíos y manda reducir a cenizas la ciudad para levantar en su solar una nueva de planta romana, Aelia Capitolina. Según el mismo autor, que por cierto, no menciona el hallazgo de la cruz, Constantino habría mandado al Obispo de Jerusalén, San Macario, levantar una iglesia en el lugar.
En la “Historia Eclesiástica” de Sócrates Escolástico, se hace ya un relato pormenorizado de la “Invención de la Vera Cruz” relato que será el que con ligeros matices y retoques repitan luego por Hermias Sozomeno (n.h.400-m.h.450), y Teodoreto de Ciro (n.h.393-m.h.460), autores los dos de sendas “Historias Eclesiásticas”.
En el relato del Escolástico se cuenta como la madre del Emperador Constantino, Santa Elena, a una edad ya avanzada, peregrinaba a Jerusalén y mandaba derruir el templo de Venus y excavar en el lugar hasta encontrar algo que pudiera ser la cruz en la que Jesús fue clavado. Según Sócrates, al hallarse tres maderos que pudieran ser la cruz, y pensarse que se trataba de aquéllos en los que habían sido crucificados Jesús y los dos ladrones, y no saber cuál de las tres era la de Jesús, en orden a identificarla se habría hecho yacer sobre cada una de las tres a una mujer gravemente enferma, la cual se sintió restablecida al reposar sobre la tercera, determinándose en consecuencia que ésa era en la que había sido colgado Jesús. Cuenta también Sócrates que con la cruz se habrían hallado los clavos (pinche aquí si desea conocer algunas cosas más sobre esos clavos) que, enviados a Constantinopla, habrían pasado a formar parte del casco y las bridas de su hijo el Emperador Constantino.
Con esos mimbres, Jacobo de la Vorágine construye su versión incluída en su Leyenda Dorada, que bajo el título “La invención de la Santa Cruz” dedica al tema todo el capítulo 68.
©L.A.
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