Gustar en el noviazgo, gustar en el matrimonio
Gustar en el noviazgo, gustar en el matrimonio
Una persona me contaba las dudas que tenía en su matrimonio: creía que su mujer le había sido infiel y quería que yo hablase con ella.
Ella estaba dispuesta y yo no tuve ningún inconveniente. Después de un largo rato de conversación, tuve la impresión de que era sincera y que no le había sido infiel a su marido.
Días después, hablé con los dos, el marido entro en razón y se dio cuenta de que lo que estaba pensando no tenía razón de ser ni era justo. Como colofón ella dijo:
- “Cómo me voy a ir con otro, si te cuesta muchísimo que me vaya contigo.”
Quería decir que tener relaciones le resultaba costoso
Dijo una verdad: con frecuencia, a muchas mujeres les gusta ser queridas, mimos, caricias y demás; sin embargo, tener relaciones, en muchas ocasiones les cuesta mucho más que al hombre.
Al no excitarse con la vista, provocar el deseo es un proceso en el que les da pereza entrar, sobre todo, si el cansancio o el estado de ánimo no ayudan.
Me acordé entonces de otra mujer casada que me comentó que, antes de casarse, se volvió loca –palabras textuales- con el sexo y que después no le apetecía casi nunca.
- ¿Y por qué tanta pasión en el noviazgo y después nada? -le pregunté yo en su momento.
- Todo por gustar y sentir que una gusta. Cuando te has casado ese deseo se apacigua - me respondió.
Sonriendo, añadió:
- Cuando no es por otras cosas... -
¿Qué cosas?
- Miedo a que te dejen, a no gustar, a que le guste otra, a que alguien se adelante, a ser excluida, a ser rara… ¿Sigo? - No, no, me hago una idea.
- Cuando en el noviazgo se utiliza e sexo para mantener una relación se está una equivocando
Algunas personas por gustar a alguien que no va a significar nada en su vida –siguió sin hacerme caso- echan por tierra muchos valores que han defendido desde niñas y, probablemente, en otras relaciones.
Gustar es importante, pero tiene uno que saber hasta dónde debe llegar. No merece la pena dar -en un momento de debilidad- algunos valores que han fundamentado nuestra vida.
Todo lo que sea tener relaciones sexuales por miedo a algo, revela una falta de autoestima que, antes o después, aparecerá de manera negativa en la relación.
Eso ocurre con frecuencia en muchos noviazgos.
No engañarse a la hora de tener relaciones es muy conveniente. Siempre ayuda poner palabras a los sentimientos, muchas veces confusos.
Si no, es probable que los sentimientos aparezcan más tarde con mucha fuerza y de una manera negativa, después de haberlas tenido.