De la conversión de la Marcha de Granaderos en Marcha Real y luego en Himno Nacional

 

            En días pasados conocimos los antecedentes próximos y remotos de la que, conocida primero como Marcha de Granaderos y luego como Marcha Real, constituye el Himno Nacional español hoy día (pinche aquí si desea ponerse al día). La pregunta que dejamos abierta entonces era: “ahora bien, ¿cómo se produce ese proceso de conversión de la Marcha de Granaderos, primero en Marcha Real, y subsiguientemente en el Himno Nacional de España?”.

 

            Pues bien⁽¹⁾ lo cierto es que los granaderos acompañaban a los reyes con frecuencia y hasta realizaban la guardia exterior del palacio, de modo que no es difícil aceptar que los acordes de su marcha, utilizados tanto para desfilar ante los reyes como para rendir honores a la familia real, llevaran a los madrileños a identificar la composición de Manuel Espinosa con las personas reales. Una identificación que, según el Padre Otaño, se acentuaría durante la Guerra de la Independencia, durante la cual, los acordes de la Marcha pudieron convertirse en la representación de una familia real secuestrada en Francia por Napoleón (de aquella manera, bien es verdad, porque no parece que la familia real se resistiera excesivamente al supuesto secuestro, pero esto es harina de otro costal). Esta circunstancia debió ser uno de los más poderosos motivos que impulsara el Decreto de 3 de febrero de 1815 por el que la marcha, designada como "española", se interpretase como único toque de honor en cualquier circunstancia e independientemente de la unidad militar que rindiera honores. Con lo que por otro lado, se buscaba evitar que las unidades españolas utilizaran músicas francesas, notablemente la propia Marsellesa.

 

            Tras caer en la ignominia por su identificación con el Antiguo Régimen primero durante los años del Trienio Liberal (18201823) y luego durante los del Sexenio Revolucionario (18681874), el 4 de septiembre de 1870 se convoca un concurso cuya finalidad era sustituir a la Marcha Real como marcha de honor. El jurado constituído a los efectos lo formarán los músicos Hilarión Eslava, -que tras dimitir, al parecer no muy entusiasmado por el proyecto, es reemplazado por Baltasar Saldoni-, Francisco Asenjo Barbieri y Emilio Arrieta. Lo cierto es que el jurado no se atreverá a seleccionar composición alguna, dejando desierto el concurso. Finalmente será un rey tan poco “español” como Amadeo I de Saboya el que declare definitivamente la Marcha Real como Marcha Nacional Española, cosa que hace mediante Real Orden de 8 de enero de 1871. Una Real Orden de 27 de agosto de 1908 firmada por Alfonso XIII declara versión oficial de la Marcha la orquestada por el Maestro Bartolomé Pérez Casas.

 

            Tras la nueva sustitución de todos conocida, durante la II República, de la Marcha Real por la Marcha de Riego, cosa que se hizo por Decreto de 27 de noviembre de 1937, Franco ordena su recuperación como Himno Nacional, decisión que es ratificada por Decreto de 17 de julio de 1942.

 

            No es la última vicisitud por la que pasará nuestro Himno Nacional. En 1997, el Estado adquiere todos los derechos de autor de la Marcha Real a la familia y herederos del músico militar Pérez Casas (R. D. 1543 publicado en el BOE del 10 de octubre de 1997), músico que la había registrado, junto con la Marcha de Infantes durante la II República, seguramente por temor a que se perdiera. Simultáneamente, Presidencia del Gobierno promueve una comisión para realizar una nueva versión, que se encarga al Teniente Coronel Francisco Grau Vegara, director de la Unidad de Música de la Guardia Real, la cual se aprobaba el 10 de octubre de 1997 en Consejo de Ministros. La nueva versión se estrenará en el Teatro Real ante los Reyes de España el mismo día de su publicación en el BOE por (Real Decreto 1560 de 11 de octubre de 1997).