La Iglesia no es de los pobres
La Iglesia no es de los pobres. Nunca lo ha sido, por la sencilla razón de que Cristo nunca lo quiso así.
Según San Mateo las palabras de Cristo fueron: “Id pues y haced discípulos a todas las gentes butizándolas en el nombre de…”.
A todas las gentes. Es decir, la Iglesia es de los cristianos y para los cristianos, de todos ellos, sean ricos o pobres, blancos o de color, hombres o mujeres.
Y para que quede más claro adónde lleva este “equívoco”, resulta que si consigues una buena casa… malo, te vas alejando de la Iglesia; si encuentras un trabajo bien pagado… también malo; si te ascienden… malo; si tienes buena ropa para vestir… malo; si te toca la lotería… ah, si te toca la “loto” ¡estás perdido! Tampoco sé que hace la iglesia beatificando a Don Claudio López Bru, segundo marqués de Comillas, el hombre más rico de España de su época.
Me dirán: “Hombre, eso es exagerar. Naturalmente que no es así. Claro está que ser cristiano no es una cuestión de saldo en la cuenta corriente. Se entiende que…”
¿Qué es lo que se entiende? Ese es el problema: que lo dejan en la ambigüedad. No dicen lo que quieren decir y dicen lo que no es el Evangelio (que la Iglesia es de los pobres).
No, la Iglesia no es de los pobres, es de los cristianos, ya sean pobres, “burgueses”, o ricos. Eso es lo que quiso Cristo. Y entre la opinión de Cristo y la tuya…
Aramis