Domingo, 22 de diciembre de 2024

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¿Porque decimos María es nuestra Madre?

¿Por qué decimos María es nuestra Madre?

¿Por qué decimos María es nuestra Madre?

por Convertidos Católicos

Acabamos de entrar en el mes de Mayo, el mes de la Virgen, y me gustaría empezarlo con un artículo sobre una de las doctrinas católicas marianas más bellas que tenemos en nuestra fe, su “maternidad espiritual”. ¿Pero en que consiste esta doctrina? Rápidamente podemos decir que significa que ella es la Madre espiritual de todos nosotros, al ser todos “el discipulo amado” y “los que hacemos la voluntad de Dios”. El Catecismo de la Iglesia Católica habla de esta doctrina aquí:

501 Jesús es el Hijo único de María. Pero la maternidad espiritual de María se extiende (cf. Jn 19, 26-27; Ap 12, 17) a todos los hombres a los cuales Él vino a salvar: "Dio a luz al Hijo, al que Dios constituyó el Primogénito entre muchos hermanos (Rm 8,29), es decir, de los creyentes, a cuyo nacimiento y educación colabora con amor de madre" (LG 63).

Argumentos bíblicos para la maternidad espiritual 

25 Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la esposa de Cleofás, y María Magdalena. 26 Cuando Jesús vio a su madre, y a su lado al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre:―Mujer, ahí tienes a tu hijo.27 Luego dijo al discípulo:―Ahí tienes a tu madre.Y desde aquel momento ese discípulo la recibió en su casa. Juan 19,25-29

Este texto se encuadra dentro del relato de la crucifixión, como última etapa de la redención, donde Cristo nos deja su testamento, es decir a su Madre. La lectura superficial de este relato nos llevaría a ver en ello un acto de piedad filial de Cristo hacia su madre, dejándole a su apóstol amado, como hijo. Sin embargo, en la narración y en el texto hay datos que nos llevan a realizar una interpretación más profunda del texto. Es curioso para empezar que el evangelista diga: “viendo a su Madre” y luego cambie a decir “ mujer” cambiando la palabra Madre por mujer. Evidentemente no estamos hablando de un acto de desprecio, a quién se le ocurriría pensar así si estaba al pie de la cruz lleno de dolor, ¿cómo iba a despreciar en esa situación a su madre? De la misma forma, también despreciaría a su discípulo por llamarlo “hijo” y no reconocerle como discípulo, algo que por tanto es descartable. Tenemos entonces que ver el título de mujer como un título relacionado con el mesianismo de Cristo, ya lo había usado en Juan 2,1-5 donde Cristo reveló que era el Mesías convirtiendo el agua en vino. Aquí realmente se está refiriendo a esa mujer, que será la nueva Eva (Gen 2,23) aquella que será enemiga de la serpiente antigua y que la derrotará (Gén3,15). Por lo tanto, Cristo deja a un lado la relación de parentesco familiar con María y nos da la enseñanza de que existe una enseñanza mesiánica entre Madre e Hijo.

Por otro lado, en el texto griego original se usa la palabra “ ide” (Ἴδε) que se traduce como “ he ahí”o “ he aquí”, esta palabra sirve para llamar la atención sobre algo importante. En concreto en el evangelio de San Juan esta palabra se usa siempre para enseñar algo profundo y trascendente de un gran contenido teológico, no algo meramente superficial:

9 Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: «¡Aquí tienen al Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! Juan 1,29

No temas, hija de Sion; He aquí tu Rey viene, Montado sobre un pollino de asna.Juan 12,15

Por todo esto, podemos decir que las palabras de Jesús superan el sentido literal y tenemos entrar en un sentido más espiritual, más teológico y al menos esa era la intención de Cristo al usar “idou” para referirse a su Madre y a su discípulo. Esto quiere decir que no lo debemos ver como un mero acto de piedad filial sino como una señal teológica y enseñanza válida para todos los cristianos de que Cristo aquí estaba dejando su “testamento”, es decir, nos amó hasta el extremo: aquí os dejo a mi amadísima Madre.

Por otro lado, el título “discípulo amado” no debe verse tampoco como algo exclusivo de Juan, ya hemos dicho que el sentido literal del texto se queda corto, ¿podemos acaso quedarnos con el sentido literal de que Jesús es un Cordero cuando Juan el bautista le llama así? Evidentemente Juan el bautista nos está dando una enseñanza mucho más profunda: este que veis aquí, es quien morirá en la cruz para redimirnos, y con su muerte quitará todos los pecados del mundo. Para saber quien es el discipulo amado, podemos recurrir a este texto:

Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.Apoc 12,17

 Será entonces el que guarda los mandamientos, el que ama al Señor, el hijo de la Mujer, el descendiente de ella. La palabra usada para descendencia,” σπέρμα“ puede referirse a descendencia espiritual: Gál 3,29. Luego dentro de la expresión “discípulo amado” entran todos los descendientes, aquellos que  creyendo en Cristo cumplen sus mandamientos.

Finalmente, el texto griego usa la expresión “ eis ta idia” que se ha traducido en muchas biblias como “ la recibió en su casa”, sin embargo no debe entenderse como una mera acogida material. Esta expresión en el cuarto evangelio tiene un sentido espiritual , de fe, lo que le une con Cristo, un ejemplo claro de esto es:

 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron Juan 1,11

En este texto se usa la misma expresión griega, y no se entiende como una acogida material, pues leyendo en los evangelios, Jesús fue acogido en la casa de muchos judíos, e incluso de muchos borrachos, bebedores etc. y, por lo tanto, esa interpretación contradeciría el mensaje evangélico. Debemos entonces, entenderla como “acogerle en la fe”, “acoger su mensaje o sus enseñanzas”, todo desde una perspectiva espiritual y de fe. Por lo tanto, lo que Juan 19,27 quiere decir con “la recibió en su casa” es que la acogió entre sus cosas de fe, sus cosas más íntimas de su corazón, y dentro de la fe. La acoge como Madre que es la función que Cristo le da, luego por lo tanto, Juan acoge a María como Madre espiritual, y esto se extiende a todo discípulo que ama al Señor.

¿Que enseñan los padres de la Iglesia sobre la maternidad espiritual de María?

Esta doctrina no es desconocida  a la luz de la Tradición de la Iglesia, los santos padres testigos privilegiados de esta Tradición  y ya la consideran “madre de todos los vivientes”, “madre de los Creyentes” etc:

Orígenes de Alejandría:” Se debe afirmar que los evangelios ocupan el primer lugar entre todas las escrituras, y que entre los evangelios, la primacía corresponde al de Juan, Nadie puede comprender su sentido, si no ha reclinado su cabeza sobre el pecho de Jesus y ha recibido de él a María como Madre. En efecto de acuerdo con los que piensan rectamente acerca de él, ningún otro hijo de María más que Jesus y Jesus dice a su Madre: he ahí a tu hijo como si dijese: he aqui que este es Jesus al que tú has dado a luz. Esto es así en razón de que todo el que ha alcanzado la perfección ya no vive, sino que es Cristo quien vive en el. Es acerca de este que se dice a María, He aquí a Cristo, tu Hijo (Comentario al Evangelio de Juan I,4 PG 14,32)

San Epifanio de Alejandría: “La bienaventurada Madre de Dios, María está significada en Eva que solo por enigma fue llamada madre de los vivientes. Y en verdad, que la verdadera vida fue engendrada para el mundo por María, pues engendrando al que vive, hizose Madre de todos los vivientes (Haer 78)

San Agustín:

Solo esa única mujer es madre y virgen a la vez no solo espiritual, sino también físicamente. Espiritualmente no es madre de nuestra cabeza, el Salvador en persona, de quien más bien nació ella, porque a todos los que creen en él, entre quienes está también ella, se les llama con razón hijos del esposo ; pero sí es madre de los miembros de Cristo, nosotros mismos, porque con su caridad cooperó a que naciesen en la Iglesia los fieles que son los miembros de aquella cabeza. Físicamente, en cambio, es madre de la cabeza misma. Convenía, pues, que nuestra cabeza, por un extraordinario milagro, naciese de una mujer físicamente virgen, para significar que sus miembros habían de nacer espiritualmente de la Iglesia virgen. Así pues, solo María fue espiritual y físicamente madre y virgen: madre de Cristo y virgen de Cristo.(La Santa Virginidad VI)

San Nilo: Eva fue llamada Vita, para designar una segunda Eva, o sea, santa María, que dio a luz a aquel que es vida de los hombres, Cristo Señor de la gloria. Es presentada luego como verdadera madre de todos aquellos que viven según los preceptos evangélicos (PG 79,179).

San Jerónimo: Consuélate porque ahora no estoy sola, aquí lejos de ti que eres mi madre terrena, he encontrado la otra madre, la celeste que es Madre de Dios mismo (Epístola 39)

 Aprovechemos el mes de Mayo para unirnos más a nuestra madre la virgen y pedirle todo lo que necesitemos que seguramente ella nos escuchara.

 

Jesus Urones-Apologista Católico

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