De la única iglesia románica en todo Andalucía

           Cuando visité en su día las maravillosas ciudades de Ubeda y Baeza, con algunas de las mejores expresiones del Renacimiento español, me llamó mucho la atención la existencia en esta última de la única iglesia claramente atribuible al románico de toda Andalucía, algo que tiene fácil explicación en el curso de los acontecimientos que constituyen la historia española. Y es que el románico es, por así decirlo, el estilo que acompaña la Reconquista, el que avanza por las tierras ibéricas de su mano, y para cuando ésta cruza Despeñaperros y se adentra en Andalucía acude aquél a sus últimos estertores, de los que es precisamente manifestación la iglesia baezana. Algo que puede Vd. visualizar muy bien en el mapa del románico en España que acompaño (ver a al izquierda), el cual extraigo de la página arquivolta.org..

 

            La evidencia de núcleos poblacionales en la actual Baeza remonta a la Edad del Cobre. Consta la existencia en tiempos del Imperio de la ciudad llamada Vivatia hacia el s. I a.C.. Vespasiano le otorgaría la categoría de municipio flavio, con un papel preponderante en las vías de la plata que iba de las minas de Sierra Morena hacia la costa oriental de la península. Al final del imperio la Vivatia da paso a la Biatia o Beatia víctima, como toda la península, de las invasiones germánicas. De hecho, se conservan restos visigodos bajo muchos edificios, como es el caso de uno de los arcos de la iglesia de la Santa Cruz a la que dedicamos este artículo. Baeza fue sede episcopal durante la época visigoda, lo que habla de su importancia.

 

            Conquistada la ciudad por los musulmanes, la Biatia da paso a la Bayyasa árabe. En 1147 es provisionalmente recuperada para la cristiandad por Alfonso VII el Emperador, que se la arrebata a los almorávides. Por cierto, no sin que San Isidoro de Sevilla se le apareciera en sueños mientras la asediaba, historia tras la que se halla la creación de la cofradía del Pendón de Baeza en la ciudad de León, que nos presenta a un San Isidoro batallador como el más aguerrido Santiago Matamoros. Pero Baeza es reconquistada por los almohades apenas diez años después, permaneciendo en manos musulmanas hasta que el acontecimiento central de la batalla de Las Navas de Tolosa el 16 de julio de 1212, mediante el que Alfonso VIII destruye el Imperio almohade, abre el camino a su final y definitiva reconquista, que no realizará el propio Alfonso, muerto en 1214 de unas fiebres a los 58 años de edad, sino Fernando III el Santo, que lo consuma el 30 de noviembre de 1227.

  

           En cuanto a nuestra iglesia de la Santa Cruz, está situada en pleno casco histórico de la ciudad, frente al Palacio de Jabalquinto, sede hoy de la Universidad Internacional de Andalucía.

  
           La planta presenta tres naves cubiertas por artesonado de madera a dos aguas. La nave central se prolonga en una bóveda de cañón cerrada por un ábside semicircular, cubierto en origen por pinturas al fresco de las que aún se distinguen un Calvario y una Santa Cena. La presencia de un arco de herradura formado por dovelas lisas con rebaje lineal en las juntas y una sola arquivolta de apariencia visigótica permite suponer con buen criterio que la iglesia se construyó sobre un edificio anterior de dicha época.

  
           La iglesia románica se completará con aportaciones que pertenecen ya al gótico, manifestadas en una capilla de planta rectangular paralela a la nave central y cubierta por la bóveda de cañón, con pinturas al fresco de principios del s. XVI, y una capilla de planta cuadrangular, y cubierta por bóveda de terceletes, a la que se accede por la antigua puerta norte, ambas en la fachada norte del templo como se aprecia en el plano que aportamos de Lázaro Gila.

 

            Asaltada en julio del 36, como tantos templos andaluces y españoles, durante nuestra Guerra Civil, la iglesia de la Santa Cruz es restaurada en la década de los 50, momento en el que la abertura realizada en 1930 para posibilitar la entrada y salida de las imágenes procesionales de la iglesia por la portada oeste, se tapa con la puerta procedente de las ruinas de la iglesia de San Juan, de factura claramente románica, en lo que constituye a mi entender un verdadero acierto del arte de la restauración, portada que viene a unirse a la portada sur, única original del propio templo.

           Más rastros del románico en Andalucía se pueden encontrar en otras construcciones como el convento de Santa Clara o las iglesias de San Lorenzo, de San Miguel o de Santa Marina, todas ellas en Córdoba, así como en la iglesia de San Pablo en Úbeda, o la torre de don Fadrique en Sevilla, pero ninguna de la pureza románica de la Santa Cruz en Baeza, una iglesia que uno habría esperado casi más encontrarse en Palencia que en la bellísima ciudad andaluza, precisamente por ello, de una notable y originalísima singularidad.

 

            Y para terminar una curiosidad que no me querría dejar en el tintero: la interesantísima presencia en la iglesia de dos magníficas tallas que representan a los ladrones que acompañaron a Jesús en la cruz, una a cada lado del altar, que puede Vd. ver en la fotografía de arriba que acompaña a este artículo, obra del escultor imaginero José Luis Vasallo Parodi (1908-1986).

 

 

            ^©L.A.

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