De esa maestra de Newtown que dio su vida para salvar a sus alumnos
por En cuerpo y alma
Victoria Leigh Soto. conservativebyte.com. |
Se trata de una preciosa historia de altruismo y generosidad, de verdadero heroísmo, de esas que se escuchan pocas veces, y de las que cuando se escuchan, obligan a hacer un alto en el camino para meditarla y recrearse en ella.
Victoria Leigh Soto era una maestra de 27 años y de origen puertorriqueño del colegio Sandy Hook en Connecticut (Estados Unidos). Con su sangre fría, con su astucia e inteligencia, y sobre todo con su generosidad, ella solita salvó la vida de 17 niños el día de la masacre perpetrada por Adam Lanza, que dejó el trágico saldo de todos conocido de 27 personas muertas, de las cuales 20 niños. Pero no le salió gratis. La preciosa muchacha que ven Vds. en la foto arriba hubo de pagar para ello un alto precio. Escuchen.
En cuanto oyó los disparos en el aula vecina, Victoria reaccionó con una gran velocidad que acreditan su astucia y su aguda inteligencia. Como si hubiera visto una de las películas más bonitas de la historia del cine, la producción de Roberto Benigni “La vita é bella”, le contó a los niños a los que daba clase que los disparos formaban parte de un juego, y que para ganar en él, tenían que esconderse en los armarios de la clase y permanecer mudos.
Cuando el asesino ingresó al aula, Victoria le dijo que los niños habían salido a clase de gimnasia, pero lamentablemente, la explicación no convenció al homicida, que abrió fuego contra los armarios. Con el arrojo de los héroes y la generosidad de los santos, Victoria se colocó entre las balas y sus niños, lo que aunque salvó la vida de todos sus alumnos, que no podían estar, a lo que se ve, en mejores manos, a ella le costó la suya.
Educada en el protestantismo y al parecer componente de una familia numerosa y muy creyente que asistía a la Lordship Community Church en Stratford, Victoria se había graduado en la Eastern Connecticut State University y estudiaba para obtener una maestría en educación especial, mientras alternaba sus estudios con las clases que daba en el colegio Sandy Hook.
Descanse en paz Victoria. Historias como la suya reconcilian con la Humanidad. Gracias Victoria, bendita seas.
©L.A.
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