¿Qué mal hacemos los cristianos al felicitar la Navidad?
¿Qué mal hacemos los cristianos al felicitar la Navidad?
Confieso que la trifulca que se ha montado a partir de una felicitación de Navidad del Presidente del Congreso de los diputados, Jesús Lozada, tiene mucho de esperpento y de pataleta.
¿Qué mal hacemos los cristianos al felicitar la Navidad? Esta y otras preguntas similares, nos las hacemos quienes vivimos inmensos en ambientes fuertemente laicistas, donde la palabra “público” es antónimo de cristiano.
Ante la felicitación navideña, decía un diputado de Izquierda Unida: “la elección de ese primer mensaje no es el mejor inicio, dado que España es un Estado laico donde la religión debería quedar constreñida a la esfera privada”
Lo primero es dejar claro que España no es un país laico. Los países no son laicos o religiosos, son las personas quienes tienen fe o creencias determinadas y la constitución es la que indica el tipo de estatus tienen dentro del ordenamiento jurídico y administrativo del estado, la fe y creencias. La constitución española define la aconfesionalidad del estado, no del país. ¿Qué hace a este diputado definir erróneamente la relación del estado con la religión?
Este diputado expone su deseo de vivir en una sociedad donde la creencia pública sea la irrelevancia de Dios y de la religión. Desea que no aparezca nada que evidencie una referencia absoluta que dé sentido a cada ser humano y a la sociedad en su conjunto. Evidencia su deseo de que nada se inmiscuya en la capacidad del estado para imponer valores morales, éticos y trascendentes a los ciudadanos.
Este deseo se remata con la siguiente parte de la frase “donde la religión debería quedar constreñida a la esfera privada” ¿Qué significa que nuestra referencia de vida quede aparcada cada vez que salimos de casa?
Recluir a Dios a nuestra casa es sólo una primera frontera a conquistar por el laicismo. Después se pasaría a condicionar que los padres no “adoctrinaran” a sus hijos dentro o fuera de la intimidad. Esta es la esencia del totalitarismo, destruirnos como personas, para convertirnos en esclavos de sus intereses. Una persona que es cristiana dentro de su casa no puede dejar de serlo cuando sale de ella sin que exista un conflicto en su propio ser. Este conflicto sólo se puede sobrellevar si se acepta que todo es relativo, con lo que el conflicto se resuelve con la increencia o la creencia meramente cultural. La Gracia de Dios sólo puede transformarnos si aceptamos ser cristianos en todas nuestras dimensiones personales.
El laicismo es una forma, aparentemente tolerante, del totalitarismo de otros tiempos. La mejor forma de combatirlo es simplemente seguir felicitando por Navidad a todos nuestros amigos y conocidos. Si incluimos un portal y alguna frase del Evangelio… mejor.