¿Los abuelos de quién, dice Vd. Sr. Gómez, nos robaron la infancia?
por En cuerpo y alma
Mariano Fernández Bermejo |
La frasecita no puede ser más desafortunada: se la debemos a ese cerebro gris de la política española que no sabe qué hacer para robarle a la prensa un titular, aunque sea apelando a las vísceras más relacionadas con la evacuación digestiva.
No es la primera vez que desde el pesoísmo se recurre a argumentos tan zafios y tan burdos. En realidad se trata de un ejercicio en el que no ha cejado el pesoísmo en los cuarenta años que llevamos de democracia, y ahora que el partido tiende a la desaparición, parece que sus miembros perseverarán en él con renovados bríos. De hecho, el que fuera ministro de justicia Mariano Fernández Bermejo, hijo él mismo, según asegura Interviú, del alcalde falangista de Arenas de San Pedro, maderero, gasolinero y jefe local del Movimiento, ya dijo en su día algo así como “ya acabamos con los padres, ahora habrá que acabar con los hijos”, donde lo primero que debería hacer un juez como él, ante tamaña confesión de parte, es preguntarse qué es eso que había hecho él con su padre, preboste franquista no poco significado como vemos, por si fuera constitutivo de algún tipo de responsabilidad, penal o de otra clase.
Maru Menéndez en otros tiempos |
Libertad Digital ha incidido en cómo la número dos del propio Gómez en Madrid no puede tener, desde este punto de vista, una hoja de servicios más impecable, militante como fue, ella misma y durante varios años, del partido Fuerza Nueva, e hija de uno de los militares que participó en el golpe de estado del 23-F, aunque dicho sea en descargo de su padre, el capitán de navío Camilo Menéndez, éste sólo se adhirió al mismo cuando ya estaba definitivamente fracasado, lo que hizo única y exclusivamente como gesto de solidaridad y amistad para con su amigo y compañero Antonio Tejero, en una acción de la que se podrá decir lo que se quiera, pero a la que no cabe negar el aspecto quijotista y hasta caballeresco de la cuestión.
La lista de prebostes pesoítas descendientes de personajes a los que se puede identificar de parecida manera con el franquismo es inagotable. El ex-presidente, ex-ministro y presidente del PSOE, Manuel Chaves, que el 24 de febrero de 2008 en Dos Hermanas declaraba “tenemos que ganar, porque se lo debemos a nuestros padres y abuelos, que lo pasaron muy mal durante el franquismo”, es, como leemos en ABC, hijo de un militar que hizo la guerra en el bando nacional, comandante en jefe de las tropas franquistas en el norte de Africa, el cual llegó a coronel y fue recibido por el mismísimo dictador en persona, algo no al alcance de cualquiera, en enero de 1975.
En cuanto al actual presidente andaluz, José Antonio Griñán, y según informa La Gaceta, su padre, Octaviano Griñán Gutiérrez, llegó a comandante de infantería, comenzando su carrera como oficial del Regimiento de la Guardia de Su Excelencia el Jefe del Estado (saben Vds. quién ¿no?; les doy una pista, estaba en El Pardo). Su tío abuelo materno, el coronel Rafael Martínez Maldonado, se pasó a los nacionales al comienzo de la Guerra Civil. En cuanto a su tío materno José Martínez Emperador hizo carrera en Falange y fue presidente de la Diputación Provincial de Madrid en los setenta.
Teresa Fernández de la Vega, que protagonizó el famoso altercado en Paraguay a propósito de la filiación política de su padre, a quien definió como “represaliado del franquismo”, era hija de Wenceslao Fernández de la Vega, ayudante que fue de uno de los ministros franquistas más significadamente falangistas, José Antonio Girón.
El alcalde de Zaragoza y ex-ministro de justicia e interior, que ha sido, probablemente, el ministro más poderoso que ha tenido nunca la democracia española, Juan Alberto Belloch, es hijo de José María Belloch, quien según leemos en El País, (aquí y también aquí), fue miembro de la Asociación Católica Nacional de Propagandistas y delegado del Movimiento Nacional en Teruel. Ejemplo él mismo, por cierto, de una inquietud ideológica poco usual, al militar, después de servir al Régimen, en la Federación Popular Democrática de José María Gil-Robles y signo democristiano, en la Unió Democrática de Catalunya (UDC) de signo nacionalista luego, y en la UCD (nadie sabe de qué signo, es decir como el propio Belloch padre) por último.
Según ABC, falangista y alcalde de Salobre (Albacete) fue también el padre del que fuera presidente de Castilla La Mancha, ministro de Defensa y presidente del Congreso, José Bono, quien por cierto estudió con los jesuitas, y siempre según ABC, en la carísima universidad católica ICADE, centro en el que también estudió Enrique Barón, ministro que fue de Transporte, Turismo y Telecomunicaciones, y en el que dio clases de derecho administrativo Fernando Ledesma, ministro que fue de Justicia, el ministro del aborto, como se le recuerda.
Por lo que hace a los abuelos de Leire Pajín, y según informa La Gaceta, “eran los jefes del Movimiento Nacional en Sabero (León). Ella, Aurelia Echevarría, era la jefa de la Sección Femenina de la Falange leonesa. Él, Teófilo Pascual Pajín Tejerina, llegó incluso a recibir un premio de los Sindicatos Verticales franquistas. Durante la Guerra Civil española combatió como falangista voluntario en la Segunda Bandera de Falange, adscrita a la octava división franquista”.
Capitán Rodríguez Lozano |
¿Y Zapatero? ¿Qué decir de Zapatero? Su famoso abuelito el Capitán Rodríguez Lozano fusilado por los nacionales, no lo fue sin haber participado con Franco en la represión del golpe de estado contra la República realizado por el PSOE, en la que se da en llamar la Revolución de Asturias.
En cuanto a su otro abuelo, el materno, aquél del que nunca nos hablaba ZP, Faustino Zapatero Ballesteros, médico pediatra y catedrático, todo apunta hacia una filiación inequívocamente derechista, y por tanto, entre los que arruinó la infancia de tantos niños, lo que en su en su condición de pediatra no deja de resultar particularmente divertido.
El anterior presidente de gobierno pesoíta Felipe González, tampoco carece de antecedentes filofranquistas, y todo indica que militó tanto en Acción Católica como en la OJE, circulando por la red una foto vestido de falangista cuya autenticidad, todo sea dicho, está cuestionada (véala si quiere en www.forocomunista.com)
Calvo Sotelo asesinado |
No menos llamativo resultan otros casos casi por lo contrario. Me refiero, por ejemplo, a quien fue número dos en las listas pesoítas por Madrid y ministra de educación, Mercedes Cabrera Calvo-Sotelo, que si por un lado es nieta de José Cabrera Felipe, responsable en 1950 de la instalación de la central nuclear de Zorita, primera de España, y en cuanto tal, perfectamente acorde al perfil de descendiente de cuantos arruinaron la infancia de tantos niños españoles, por otro es sobrina nieta de José Calvo Sotelo, a quien un militante del propio partido de Mercedes, Luis Cuenca, a mayor abundamiento componente de la escolta del número 1 del partido Indalecio Prieto, hizo algo más que arruinarle la vida, descerrajándole una bala en el cerebro (pinche aquí si desea profundizar en el tema), en una camioneta en la que viajaban una decena de personas, entre las cuales, cinco pertenecientes al Partido Socialista Obrero Español.
Caso el de Mercedes Cabrera similar al del que fuera presidente de Castilla La Mancha, José María Barreda, nieto del Conde de la Cañada y biznieto de la Marquesa de Treviño, ninguno de los cuales precisamente pesoíta, y cuyo tío abuelo, Juan Manuel Treviño Aranguren, fundador de los sindicatos católicos agrarios, fue según Periodista Digital, “fusilado por las ‘hordas rojas’, tal y como figura en una lápida en una finca de la familia, junto al resto de familiares muertos por ‘Dios y por España’”.
Un repaso en el que me he referido sólo a aquéllos casos más notorios y que han trascendido más, a los cuales habría que añadir el de centenares y centenares más de dirigentes pesoítas descendientes de dirigentes franquistas, vaya Vd. a saber si el del propio Gómez.
Son muchos los que analizan esta paradójica “transición” en clave de traición de los hijos pesoítas a sus padres franquistas. Por lo que a mí respecta, hace tiempo que dejé de contemplarlo así: yo más bien analizo el fenómeno desde la perspectiva de familias que viven al amparo del poder, sea éste del signo que sea, y me pregunto si los padres franquistas se avergüenzan de sus hijos pesoítas, o más bien se felicitan por el paso dado por sus churumbeles.
Mal está que la izquierda española no nos haya ahorrado a los españoles el trago de presentarse en la nueva democracia con las mismas siglas, los mismos símbolos y la misma fanfarria que portaba en ese proyecto fracasado llamado República, contra la que con más ahínco atentó fue ella misma. Pero estar todo el día reprochando a los demás sus responsabilidades en el pasado cuando se tiene una hoja de servicios tan apestosa como la pesoíta, con responsabilidades tan evidentes en unas trincheras y también en las de enfrente, produce, francamente, arcadas.
Sigo sosteniendo que la izquierda española, y particularmente el pesoísmo, tiene aún pendiente de regalar a España su total renovación, su recreación incluso y con siglas nuevas. Mientras ese momento llega, por favor Sr. Gómez, deje de ponerse en evidencia, porque si quiere datos los tendrá: son, -somos-, muchos los españoles que estamos hartos ya de la deconstrucción de la historia que Vd. y otros como Vd. llevan practicando tantos años, producto en buena medida de su mala fe, pero en medida no inferior, de su absoluto desconocimiento de las cosas. Un desconocimiento que, entre otras cosas, les descalifica para estar donde están.
©L.A.
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