Yo mismo, ejerciendo la libertad de los hijos de Dios, abandone Barcelona en 1986
José Lorenzo, ¿por qué no te callas? (II)
Ay, Lorenzo, Lorenzo. Otra vez haciéndome perder el tiempo. Qué título tan recurrente y tan poco original el de tu nuevo artículo: Seminaristas a la fuga: El Vaticano pone coto a la elección personal del Seminario. Todo, otra vez, para meterte con el seminario de Toledo. Pero si somos una diócesis rural en su mayoría, por más que la zona de la Sagra esté creciendo numéricamente.
Afirma el tal Lorenzo que: «Hubo seminaristas que creyendo nacer en la diócesis equivocada, cuando sintieron el hálito de la vocación, levantaron el vuelo y emigraron hacia seminarios que consideraban más acordes con la espiritualidad que les palpitaba en el pecho».
Ejem, ejem. Mire por dónde: yo fui/soy uno de ellos. Nací en Madrid, con meses me llevaron a Barcelona, y a los 16 ingresé en el seminario menor de Toledo, donde luego pasé al mayor, en el que pasé en total nueve felices años de mi vida. Sí, en el seminario de don Marcelo, porque además tengo el honor de ser del último curso que ordenó el cardenal González Martín. Uno más de la friolera cifra de 414 sacerdotes ordenados durante su pontificado en la archidiócesis primada de Toledo
Aunque espero que me acoja (según lo escrito por Vd.) a su enmienda por tener causas justificadas.
1.- En mi casa no se habla catalán. Y aunque, aprendido en el colegio a lo largo de toda la EGB, lo hablo sin ninguna dificultad... no me vi capacitado para hacer los estudios universitarios en catalán, que ya se iba imponiendo de forma obligatoria.
2.- Mi párroco era amigo de don Marcelo, el cual fue arzobispo de Barcelona, y por eso vine a Toledo, en lugar de a Madrid, por ejemplo.
3.- No quiero complicar este artículo con el tema político-religioso. Pero las últimas elecciones han vuelto a demostrar que ni un 40% de la población está interesado por la independencia de Cataluña... y la Iglesia católica debía haberse quedado al margen... porque qué hacemos entonces con el resto, con el 60%... con tantos que se han alejados de Dios por la dichosa política. Pero, bueno, esto no va de eso.
DATO MATA A RELATO
Mire, Lorenzo. Tenemos un seminario menor excelente. El único que se ha conservado en España, durante los 100 años que está apunto de cumplir... tiene 46 niños y adolescentes y un verdadero semillero de vocaciones para el mayor.
Como buen periodista podía haber llamado a don Álvaro García Paniagua, el actual rector del seminario de Toledo, y pedir cifras, datos, matemática. Y así evitar generalidades, o peor, mentiras. Para escribir, con las consignas recibidas, contra el seminario de Toledo, ¡¡¡qué obsesión!!! ¡¡¡y qué pereza de portal y de noticias!!!
Mire actualmente, hace media hora exactamente, nuestro seminario de Toledo se goza en contar con 75 seminaristas. 70 españoles y cinco seminaristas africanos enviados por sus obispos respectivos de Sudán, Congo y Burundi. Era algo que ya hacía don Marcelo (tuvimos polacos, puertorriqueños, mexicanos, africanos) porque es pura riqueza para la convivencia y el enriquecimiento de los jóvenes que se preparan para ser sacerdotes. De hecho, en el estudio teológico debemos sumar a 29 seminaristas más que estudian en Toledo, pero que han elegido pertenecer a la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, a los Operarios del Reino de Cristo de Olías del Rey o a los Siervos Pobres del Tercer Mundo...
O es que ahora no van a dejar entrar a nadie, EJERCIENDO SU LIBERTAD, dónde quiera. Y no venga con rollos obsoletos... nuestros formadores y rectores tienen el suficiente equilibrio para entrevistar candidatos y pedir informes...
Bueno, los datos. De modo que de los 70 seminaristas españoles del seminario de Toledo, 46 han nacido en la archidiócesis y los 24 restantes eligieron venir aquí, para comenzar el curso obligatorio, que ahora llamamos propedéutico, y continuar sus estudios.
46 TOLEDANOS. No hay ninguna diócesis en España que tenga (en proporción con sus habitantes) esa cantidad de vocaciones nativas.
SEAMOS CLAROS:
Hace unos días titulaba también que: «la unión de los seminarios de Santiago de Compostela, Mondoñedo-Ferrol y Tui-Vigo, (2024.05.15) pone a las diócesis gallegas (a excepción de las de Lugo y Ourense, que no se han sumado) en cabeza de la reforma que ha pedido el papa al conjunto de las diócesis de España».
¿Ve, Lorenzo? También firmaba Vd. este artículo, y no pueden vivir sin señalar... ¡estos son los buenos!... pero Lugo y Orense...
Y el titular por supuesto: Ultimátum vaticano: «España tiene que presentar sus nuevos seminarios interdiocesanos antes del inicio de Curso 2024-2025».
Y, por supuesto, de modelo Cataluña, y Barcelona que lleva décadas con su interdiocesano... pero, ¡es que nos toman por tontos! De acuerdo que habrá que regular lo que pase actualmente y subsanar errores y no permitir, incluso como indicó el papa Francisco a los obispos chilenos que se cuelen candidatos desestructurados sexualmente. Y lo que mande el Santo Padre eso se hace y punto. PERO no olvide lo principal. Se hace porque no hay vocaciones... y como no hay vocaciones, se hace...
Pero, lo siento, aquí en Toledo no hay, no busque tránsfugas diocesanos. Aquí, en Toledo, tenemos vocaciones. Los curas jóvenes cuidan a sus monaguillos; los niños y adolescentes, siguen viendo un modelo a seguir en esos hombres, y se van al seminario menor o al seminario mayor... y se ordenan sacerdotes... y esos, mandan más vocaciones... y eso, por desgracia, no pasa en casi ninguna diócesis española... La culpa no es nuestra.
Y no se arroguen tantos titulares dogmáticos poniendo palabras de Roma y del papa.... Esta es la solución práctica que se busca (seminarios interdiocesanos) porque no hay vocaciones en las diócesis. Y punto. A partir, de ahí, hágase como manda Roma... pero con don Marcelo, don Francisco Álvarez, don Antonio Cañizares, don Braulio y don Francisco (demasiados episcopados y décadas) nosotros seguimos teniendo seminaristas y sacerdotes y un clero joven.... a Dios gracias.