En Sant Pol de Mar, hoy a las 20,00h.

22 septiembre 2012 00:00

Sant Pol de Mar es un hermoso pueblo mediterráneo, que se encuentra en la comarca del Maresme, a tan solo 49 kilómetros de Barcelona capital. Los primeros documentos, del siglo X, nos recuerdan que surgió en torno al monasterio de San Pablo. De ahí toma su nombre, tras un giro afrancesado (del latín Paulus y de francés Paul). Durante la época medieval (siglos XI-XIV) el pueblo vivió una época de esplendor gracias a la actividad económica que generaba el Monasterio. Tradicionalmente fue una villa de humildes pescadores hasta que en 1859, con la llegada del tren, se vivió un desarrollo del sector industrial, que junto a la agricultura y la pesca, trajeron una nueva etapa de crecimiento. Desde principios del siglo XX fue adquiriendo renombre y se consolidó como lugar de veraneo de las familias de Barcelona y de los alrededores.

Entre sus edificios más emblemáticos destaca la iglesia parroquial. Se trata de una construcción que data de finales del siglo XVI, de estilo gótico tardío. Se reconstruyó adosada a una torre de defensa del siglo XV, que pasó a hacer, hasta el día de hoy, las funciones de campanario. El titular es Sant Jaume. La fotografía nos retrotrae al Sant Pol de los años treinta.

Aquí nació nuestro protagonista de hoy.

Y esta tarde, a las 20,00 horas, durante la celebración de la Santa Misa será colocada una pintura del Beato Xavier Bordas, mártir de la persecución religiosa e hijo ilustre de Sant Pol que recibió las aguas bautismales en dicha parroquia. El cuadro es obra de la pintora polaca Grazyna Szczepanska, especialista en arte sacro.

Felicitamos a los promotores de esta iniciativa, que no es novedosa, pero sí necesaria. Los mártires han sido beatificados para ser venerados. No podemos dejar que caigan en el olvido. Coincidiendo con la fiesta litúrgica del mártir, en vísperas de este nuevo domingo, seremos muchos los que espiritualmente estaremos hoy en la parroquia de Sant Jaume de Sant Pol de Mar.

El padre salesiano Ramón Alberdi en su obra “Los mártires salesianos de Valencia y Barcelona (19361938)”, publicada en Barcelona (2001), nos presenta la biografía del joven mártir que fue beatificado en Roma por el Beato Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.

Beato Xavier Bordas Piferrer

Nació en Sant Pol de Mar, provincia de Barcelona y diócesis de Girona, el 24 de septiembre de 1914. Alumno interno en el colegio salesiano de Mataró, profesó como salesiano en 1932. Al año siguiente, inició en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma los estudios de licenciatura en filosofía, que concluyó al inicio del verano de 1936.

Permaneció en la casa salesiana de Sarria hasta el martes 21 de julio. Luego se refugió en la casa de don José Pedro Campón, muy amigo de su familia paterna, que estaba situada en el nº 46 de la calle del Oro de Barcelona.

A los pocos días, el jueves 23 por la tarde, se le ocurrió acercarse hasta el Barrio de Horta, a la casa llamada “de Fusta”, se trataba de una pequeña finca que sus padres poseían entre las carreteras de la Vall d´Hebron y de la Rabassada, junto al antiguo orfelinato Ribas. Según su hermano Mariano, quería ver “si en ella podrían refugiarse algunos salesianos”. Xavier quedó allí para siempre. Muy probablemente lo denunció uno de los colonos. Desde ese mismo día, la estrecha y apartada carretera de laVall d´Hebron se había convertido en un lugar fatídico, donde, para los condenados, finalizaba “el paseo”.

El miércoles 29 se dio con la fotografía de su cadáver en el Hospital Clínico de Barcelona, pero su cuerpo no pudo ser identificado.