Turismo sostenible como oportunidad evangelizadora
Turismo sostenible como oportunidad evangelizadora
Este documento es interesante porque nos da algunas pautas y razones para enfocar nuestras vacaciones de verano. Sobre todo en el hemisferio norte y a pocos días de agosto, no nos viene mal recordar que el compromiso con la creación también es importante durante en nuestro tiempo de descanso.
Para el Pontificio Consejo, este mensaje es “una oportunidad para dialogar con el mundo civil, ofreciendo una aportación concreta, basada en el Evangelio, y considerándola también como una ocasión para sensibilizar a toda la Iglesia sobre la importancia que este sector tiene a nivel económico, social y, singularmente, en el contexto de la nueva evangelización”.
¿Nueva Evangelización? ¿Qué tiene que ver con el turismo sostenible? Pues tiene bastante que ver. Sobre todo porque sabemos la importancia que tiene el impacto del ser humano en el medio ambiente y la necesidad de cuidar que la huella que dejamos detrás de nosotros, sea la mejor posible. Esta responsabilidad ambiental parte del valor que damos a la creación y a todas las personas que pueblan el mundo. Si actuamos irresponsablemente, estamos agrediendo a nuestros semejantes y olvidando que Dios nos responsabilizó de cuidar la naturaleza.
“El concepto de “desarrollo sostenible” está ya arraigado en nuestra sociedad, y el sector del turismo no puede ni debe quedarse al margen. Cuando hablamos de “turismo sostenible” no nos estamos refiriendo a una modalidad más entre otras, como podría ser el turismo cultural, el de playa o el de aventuras. Toda forma y expresión del turismo ha de llegar a ser necesariamente sostenible, y no puede ser de otro modo. Y en ese camino, se han de tener debidamente en cuenta los problemas energéticos. Es un presupuesto errado el pensar que “existe una cantidad ilimitada de energía y de recursos utilizables, que su regeneración inmediata es posible y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza pueden ser fácilmente absorbidos”.
Si deseamos evangelizar con nuestro testimonio vital, no llegaremos muy lejos si no somos conscientes de que la naturaleza es un espacio finito que debe guardarse y cuidarse. El ser humano tiene una especial imbricación con todo lo creado.
“No podemos separar el tema de la ecología ambiental de la preocupación por una ecología humana adecuada, entendida como el interés por el desarrollo integral del ser humano. Así mismo, no podemos desligar nuestra visión del hombre y de la naturaleza del vínculo que les une con su Creador. Dios ha encomendado al ser humano la buena gestión de la creación. Es importante, en primer lugar, un gran esfuerzo educativo con el fin de promover “un cambio efectivo de mentalidad que nos lleve a adoptar nuevos estilos de vida”. Esta conversión de la mente y del corazón “debe permitir llegar rápidamente a un arte de vivir juntos que respete la alianza entre el hombre y la naturaleza”.
Decía Benedicto XVI en la encíclica Caritas en Veritate: “el modo en que el hombre trata el ambiente influye en la manera en que se trata a sí mismo, y viceversa. Esto exige que la sociedad actual revise seriamente su estilo de vida que, en muchas partes del mundo, tiende al hedonismo y al consumismo, despreocupándose de los daños que de ello se derivan”.
El modo en que tratamos a nuestros hermanos y a todo lo que nos rodea, da testimonio de nosotros y de nuestra Fe. Una Fe que no nos lelva a obrar en coherencia, no es una Fe profunda. En este tiempo de verano, evidenciar que somos respetuosos con la naturaleza que nos acoge a todos los seres humano, puede propiciar una pregunta que nos permita indicar que nuestro compromiso cristiano incluye aquello que nos une y nos sostiene mientras vivamos en la Tierra: el medio ambiente.
Debemos desarrollar nuevos estilos de vida más coherentes con nuestra Fe y con el conocimiento que vamos teniendo del equilibrio natural. Por eso el turismo se convierte en una oportunidad de evangelización por medio del testimonio personal.
Estimado lector, no deje de pensar que la energía, el agua que gaste en estas vacaciones son importantes para todos nosotros. Piense que los residuos y desechos pueden ser reciclados para el beneficio de usted y de todos nosotros. Dios y todos los demás seres humanos se lo agradeceremos.