"Las bodas religiosas sin fe" de Monseñor Novell.
"Las bodas religiosas sin fe" de Monseñor Novell.
En concreto me han gustado sus declaraciones sobre la disminución de matrimonios sacramentales. Mons. Novell dice: “No me preocupa tanto que crezcan los matrimonios civiles porque, si me preocupara y deseara que todos pasaran por la capilla, en el fondo abogaría por una pastoral de ofrecer sacramentos independientemente de la situación de fe de cada persona”
El problema del matrimonio es que va siendo cada vez más escaso, tanto en sus celebración civil como sacramental. Las personas cada vez tienen más rechazo a establecer compromisos duraderos y prefieren formas de convivencia sin una regulación legal o sacramental. ¿Por qué sucede esto?
Por una parte, hemos de ser conscientes de que se fuerza a los jóvenes a estudiar muchos años y trabajar en precario demasiado tiempo. Si nuestra biología llama a crear una familia desde la salida de la adolescencia ¿Cómo esperar una o dos décadas más? Nuestro sistema educativo y laboral está enfermo y una de sus enfermedades está en el planteamiento de una vida independiente a un plazo demasiado largo.
Pero hay más problemas que superponen. La concepción hedonista, autosuficiente y egoísta de la vida encuentra en el tiempo de estudio y precariedad laboral, el caldo de cultivo ideal. Muchos jóvenes se excusan en esta situación educativa-laboral para establecer relaciones de pareja efímeras o con poco compromiso. Pero, como indica Mons Novel, la principal enfermedad es “excluir a Dios de nuestra vida”.
El número de matrimonios sacramentales disminuye y tal como indica Mons. Novell, lo importante no es eso, sino que quienes se casen sacramentalmente lo hagan movidos por la Fe, la Esperanza y la Caridad suficientes.
Su Santidad Benedicto XVI reflexionó sobre este tema en la recepción del 8 febrero del 2010 a los asistentes a la 19° Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo para la Familia. Su Santidad hablando sobre la necesaria preparación de los novios, propuso crear una especie de “master” que formara a quienes iban a contraer matrimonio. Si para desarrollar un empleo necesitamos de formación, ¿Por qué no para casarnos? Por desgracia esta indicación del Papa no ha tenido mucho eco en las Diócesis. No sé la razón de ello. Puedo aventurar que las razones pastorales hay influido. Una primera reflexión podría hacernos pensar que una preparación más larga, alejaría a las parejas que desean contraer matrimonio. Mi opinión es contraria. Una preparación adecuada, produciría una revaloración del sacramento y atraería a más parejas al proceso formativo. En cuestiones de catequesis y formación, la pastoral de mantenimiento fija un perfil tan bajo, que deja de resultar atractivos los itinerarios formativos.