Ah pero ¿mantener relaciones con mujeres vírgenes cura el SIDA?
por En cuerpo y alma
En este mundo loco que vivimos, el disparate más grande puede encontrar quien lo avale y millones de personas para creérselo y llevarlo a la práctica. Más que descender del mono, se diría que el ser humano “se ha quedado” en el mono, y ello dicho con todos los respetos hacia un animal que a menudo exhibe mayor sensatez que sus supuestos descendientes.
El engendro con el que titulo este artículo forma parte, al parecer, de una creencia bien extendida en determinados países africanos, países que, por demás, son los principales afectados del mundo por el SIDA.
La denuncia la realiza Raquel Tomás, experta en cooperación en las Terceras Jornadas sobre la Igualdad celebradas recientemente en la UNED, según la cual, si de los más de 33 millones de personas infectadas por el virus VIH el 53% son mujeres, “el 80% de las cuales fueron contagiadas por su pareja en África subsahariana”, denunciando la práctica extendida de violar niñas vírgenes bajo la creencia de que mantener relaciones sexuales con ellas cura la enfermedad.
Y el problema es que por increíble que parezcan las palabras de Raquel Tomás, nada permite dudar de la falta de veracidad de sus palabras. En parecida dirección se expresan organismos de cuyo conocimiento de la región nadie puede dudar. Así la ONG Ayuda en Acción en cuyo documento “La educación: una vacuna eficaz contra el SIDA” (2002) firmado por José Fernández Crespo y Patricia Garcés Andreu se puede leer:
“En amplias regiones del oeste y sur de Africa existe la creencia de que manteniendo relaciones sexuales con mujeres vírgenes se puede curar el SIDA”
En parecida dirección se expresaba hace años Cati Vawda, directora del Children’s Rights Centre (Centro de derechos del niño) en Durban (Sudáfrica), quien manifestaba:
“Existe la creencia en todo Sudáfrica de que una virgen puede curar a un hombre del SIDA. No tenemos la menor idea de dónde puede provenir esta creencia, pero son ya unos cuantos años y evidentemente se lleva a la práctica”.
La práctica está particularmente extendida en Sudáfrica, donde es tan atroz que según denuncia Jane Flanagan en su artículo “Sudafricanos violan niños como cura contra el SIDA” publicado en el diario británico “The Telegraph” (noviembre 2001), abarca a niños de todas las edades, incluso tempranísimas, menos de un año. Unos niños que terminan muriendo o de las heridas producidas y por supuesto, muchos de ellos, a causa del contagio del SIDA. De hecho, en un país donde la práctica del secuestro de niños recién nacidos es frecuente, más de 40.000 casos reportados al año en 1998 (se cree que podría ser sólo la punta del iceberg y que los casos no reportados podrían ser hasta diez veces más), dicha práctica es, encima, creciente, multiplicándose exponencialmente cada año.
©L.A.
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