Nos ha dejado Fray Ovidio Dueñas. Oremos por su alma

14 marzo 2012 00:00

Nos ha dejado fray Ovidio Dueñas, un franciscano que ha dado su vida a la Tierra del Señor con alegría y buen humor. Nacido Villandiego (Burgos) hace, más de 70 años. Hijo de Bienvenido y Alicia. Llegó a la Custodia Franciscana (Jerusalén) en 1971 empezando su labor de la cocina y el almacén. En 1982 se hizo cargo del almacén de “objetos religiosos”, que ha sido durante su vida, su casa y la casa de todos quienes peregrinaban a Tierra Santa. Muchos le conocían como “el fraile de la sonrisa y del buen humor”, ya que su cercanía y bondad le caracterizaron toda la vida.

Dicen que cuando el Señor nos llama, lo que fuimos queda en la memoria de quienes nos conocieron y nos apreciaron. He tomado como referente la red y he encontrado diversos comentarios que nos permitirán trazar un perfil de fr Ovidio Dueñas:

No puedo olvidar a Fray Ovidio que a través de su “oficina”, aparentemente un almacén de objetos piadosos, ayuda y contagia a quien con él trata su generoso espíritu franciscano.

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Una de las cosas especiales incluida en aquella ocasión en el programa era una visita a los dominios de fray Ovidio, responsable, entre otras cosas, de reliquias de Tierra Santa; le enseñé la llave y le pedí una cajita para contenerla; naturalmente, nos la regaló. Algo similar sucedió con el llavero, el clásico de los Santos Lugares con la Cruz de Jerusalén al que ha quedado cogida la llave junto con su llaverito original que indica, escrito a mano, "Giardiono Ulivi", jardín de los olivos.

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En el último rincón del almacén, con un generoso café siempre a punto, Ovidio se lamenta también de que la “intifada” y la guerra del Golfo han sumido en la miseria a su próspera cadena de producción de imaginería religiosa. “Antes de la guerra recibía pedidos de hasta 125.000 cruces de un solo país; pero ahora apenas hay encargos. La falta de peregrinos y de demanda han frenado la producción, de modo que un buen número de familias palestinas que tallaban la madera se han quedado sin trabajo.”

Fray Ovidio garantiza la procedencia y la autenticidad de los productos que utiliza: madera de olivo, piedras de los lugares que se anuncian, nácar palestino.., pero se queja de que la penetración judía en Cisjordania está alterando el sistema de producción sobre el que se levanta su almacén. “Los artesanos árabes trabajaban sin prisa, porque para ellos no cuenta el tiempo —dice—. Eso hacía posible que pudiéramos tener tallas de madera muy buenas, de gran valor artístico, a precios realmente baratos.” Pero desde que los judíos contratan a los muchachos palestinos, éstos han aprendido lo que es un sueldo fijo y aspiran a tener un contrato, por lo que han dejado de interesarse por el trabajo artesano.

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Al bueno de fray Ovidio Dueñas que desde la Custodia reparte paz, alegría, gracia a través de los artículos religiosos que llegan a todas las partes del mundo, también aquí.

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Nunca está de más que oremos por quienes nos han dejado, pero creo que orar por Fray Ovidio Dueñas es orar por alguien que ha dejado huella en el alma de quienes llegaron a conocerle y compartir un rato con él. El Señor le tenga en sus manos.