Notas para el señor Pérez Rubalcaba (II)

Aludíamos en el artículo anterior a la Iglesia en su actividad en favor de los pobres en el sentido amplio de la palabra.

Voy a referirme ahora sólo a dos cuestiones que considero muy importantes y muy graves, dada la importancia que tienen en la vida social: la educación y el aborto.

Me limito a dos problemas que pienso tratar brevemente porque, de lo contrario, habría que llenar muchas páginas y hacer un libro si los tratásemos con detalle. Aparte de estos dos problemas, podríamos tratar también de otros como la disolución de la estabilidad matrimonial, la equiparación del matrimonio con la unión entre homosexuales, experimentos con embriones, la eutanasia, el aborto como derecho de la madre, la supresión de símbolos religiosos... No sé si se trata de un programa bien preparado o no, pero los hechos son éstos.

La Educación

Prescindiendo de que esté o no en el Concordato, ¿Admite el Sr. Rubalcaba el derecho de los padres a que sus hijos sean educados según sus creencias? ¿Que en los hospitales y en las fuerzas armadas, los católicos y no católicos sean atendidos según sus creencias? ¿Quiere cambiar estos acuerdos con el Vaticano? Por la manera de actuar su Gobierno, parece que sí. ¿Y le parece normal? ¿Eso sería progresar? ¿Hacia dónde?

Pero, vamos a ver, Sr. Rubalcaba, y me centro en la Educación desde su dimensión formativa. ¿Cree Ud. que si vamos como hemos ido, va a funcionar mejor nuestra sociedad? Uds. han hablado mucho de derechos (objetivos o no), pero muy poco de deberes. ¿No nota que en la sociedad se están generando una serie de actos delictivos, fruto de la ausencia de moral? He oído decir que si la cosa va como va, dentro de poco la mitad de la gente estará en la cárcel y la otra mitad en cola para entrar.

¿Cree Ud. que la formación o deformación que se da en determinados centros formativos está elevando el nivel moral, o lo está degradando? No voy a hacer una lista de delitos, pero pienso en atracos, drogas, robos, abusos de mujeres y niños, corrupción, gamberrismo, pérdida de modales, odio a la Iglesia, desprecio a las instituciones… ¿El Gobierno ha hecho lo posible para que se eduque en valores, no digo ya cristianos, sino humanos y religiosos?

Que no se atienda el derecho de los padres a que sus hijos sean educados según los criterios morales que ellos profesan, es decir, que los padres no tengan nada que ver con la línea educativa que se imparte a sus hijos en los centros de enseñanza, ¿es progresar? ¿pero hacia dónde?

El aborto

Para mí, el problema más grave e inconcebible es que se legalice el aborto en cualquier Estado. Pero es que Uds. han ido más allá. Nada menos que legalizarlo, saltando por encima de los tres supuestos de la ley anterior (que también debiera desaparecer porque nadie, ni el Estado, tiene derecho a suprimir una vida humana); y lo han legalizado incluso en niñas de 16 años sin necesidad del consentimiento de los padres, ¿es también progresar? ¿Hacia dónde?

Por último, y por si lo que voy a decir puede aclarar algo, soy de un pueblo en que hay muchos naranjos, y recuerdo de pequeño, que si el naranjo tenía demasiadas naranjas se hacía lo que en valenciano llamábamos “aclarir”, es decir, que las naranjas todavía muy tiernas y más pequeñas, las echaban al suelo para que las mejores llegasen a tener el tamaño debido.

¿El aborto no es algo parecido a esto? Pero con la diferencia de que una cosa son las naranjas y otra muy distinta son los hombres; todos, con la misma dignidad de hijos de Dios y de seres humanos. Por eso los seres humanos no se pueden “aclarir” para que otros puedan crecer más en comodidad, en bienestar, sin aceptar las responsabilidades que tiene engendrar una vida humana.

Y no quiero entrar ahora en las razones que suelen usarse para que las mujeres puedan abortar: que si la madre es dueña de su cuerpo, que es libre, que no tiene por qué soportar la carga de un hijo, que si no ha de dar cuenta a nadie y, como guinda de todo el proceso, se le ocurrió a una ministra decir que el feto era un ser vivo, pero no un ser humano. Y me pregunto yo, como dije en otra ocasión, ¿será un cabritillo?

)No estará ya bien de decir tonterías que ni ellos mismos se creen y que tratan de hacérselas creer a los demás?

Ud, Sr. Rubalcaba ¿se atreve a mirar a los ojos de sus hijos, consciente de ser uno de los que han permitido matanzas de seres inocentes? ¿Sabe bien lo que han hecho? ¿De verdad que lo sabe bien?

José Gea