¿Y por qué no se juega la final de Copa en el Bernabéu?

            Nadie se atreve a decirlo. Ni el Madrid. Ni el Barsa ni el Bilbao. Ni los medios de comunicación. Ni la Federación. Pero todos sabemos sobradamente por qué los madridistas, por qué muchos madrileños, no queremos esa final en Madrid. Ayer, durante el Madrid-Levante no lo pudieron decir más claro, y en este caso, contrariamente a lo que el dicho asegura, más alto tampoco. Varias decenas de miles de aficionados a garganta desgañitada lo explicaban con claridad meridiana en ocho breves palabras cantadas al son de los acordes del “No nos moverán” de Joan Baez.

 

 
 

            ¿La razón? Florentino dice que va a hacer unas obras de reforma en el estadio. El Marca desliza un políticamente impecable “el madridismo no está por la labor de ver celebrar un título a los azulgranas en su estadio”.

 

            Pero la verdadera razón todos la conocemos, y nada tiene que ver ni con las obras ni con los títulos del Barsa. En el Bernabéu, en Madrid, no quieren, no queremos, ser cómplices del bochornoso espectáculo de hace tres años, cuando en una atónita Mestalla, se producía la misma final: aquel Barcelona-Athletic de Bilbao de infausta memoria que empezó con pitos al himno de la nación española y al Rey de España, unos pitos que avergonzaron a España y al mundo, a toda España, a todos los españoles de bien.

 

           
 

            Me ha llamado la atención el empeño de bilbainistas y barcelonistas en celebrar la final en Madrid, sí, sí, en el Madrid del centralismo, en el Madrid que los oprime, en el Madrid que los humilla… Pero ¡ah, amigo! El Bernabeu tiene muchas plazas, caben muchos seguidores, seguidores son euros, y ya se sabe… el euro es el euro (que se lo digan a Grecia), o en román paladino, “la pela es la pela”. Que por un quítame de allá esas pajas nacionalistas tampoco vamos a cargarnos un buen negocio ¿verdad? Ya habrá tiempo de seguir reivindicando nuevas majaderías, o de seguir insultando a España y a Madrid, o de alfombrar el Nou Camp entero con pancartas tratando de hacer creer al mundo que "Catalunya is not Spain". Pero de momento, hacemos un poquito de caja ¿no, tú?

 

            Pues he aquí que en Madrid no parece primar el mismo criterio, y a pesar de los no pocos euritos que la final dejaría en la noble capital del Reino, a pesar de los euritos que el alquiler del campo podría suponer para el Madrid, ni madridistas ni madrileños queremos en Madrid el espectáculo bochornoso de hace tres años en Valencia.

 

 

 

 

 

            ^©L.A.