De los centros escolares que discriminan al alumnado, según Izquierda Unida

  

            La coalición Izquierda Unida indica en su programa electoral que España todavía necesita construir un verdadero “estado laico” y garantizar la igualdad a todos los ciudadanos con independencia de sus creencias religiosas, lo que implica acabar con el trato de favor que a su juicio recibe la Iglesia Católica. De cara a conseguirlo, ha pedido incorporar conmemoraciones civiles al calendario laboral y escolar, establecer una denominación neutra de las vacaciones escolares relacionadas con la Navidad y la Semana Santa, suprimir toda simbología religiosa de centros públicos, sacar “inmediatamente” la asignatura de religión del horario lectivo, y retirar las subvenciones a aquellos centros religiosos que discriminen al alumnado.

 

            Más allá de la violación de los artículos 16 de la Constitución que garantiza la libertad religiosa y de culto, y del 27.3 que consagra el derecho de los padres a elegir la formación moral y religiosa de sus hijos que algunas de las propuestas de IU representan, me pregunto a qué discriminaciones se refiere la coalición comunista cuando habla de las que se practican en los centros escolares españoles.

 

            No existe en política mejor táctica que la de inventar un fuego que no existe, para postularse luego uno como el bombero al que nadie ha llamado. Que yo sepa, en España ningún centro, religioso o no religioso (naturalmente IU sólo habla de los religiosos), practica ninguna discriminación entre sus alumnos. Por lo que mucho me temo que a lo que llamen tal los "ideólogos" de IU seguramente sea a los casos en los que algunos estudiantes tratan de cursar en sus escuelas ataviados con una uniformidad ajena a lo estipulado por el centro.

 

            Si una persona, por la razón que sea, está en desacuerdo con la uniformidad que se impone en un centro escolar tiene muchas posibilidades: la primera, aceptarla, lo que, después de todo, no es tan grave; la segunda, intentar sustituirla mediante los medios reglamentarios existentes; la tercera, no ingresar a sus hijos o hijas en el centro y buscar otro en el que no rijan esas normas. Pero la que no le asiste nunca es la de violarlas o violentarlas. No se ve por qué un partido político, como pretende Izquierda Unida, ha de obligar a un centro escolar a alterar la uniformidad de sus alumnos, adoptada por los medios reglamentarios y democráticos, para que una persona a la que ese centro no le gusta, curse en ese centro y no en otro.

 

            Es como si alguien se empeñara en militar en Izquierda Unida escribiendo en la solicitud que no le gusta ni su ideología ni sus normas, que a él lo que le gusta es ir a sus mítines vestido de falangista, y en Izquierda Unida tuvieran que estar obligados a aceptarle entre sus militantes. A lo mejor le decían que lo que tiene que hacer es irse a otro partido, ¿no les parece?

 

 

            ^©L.A.