Después de matar a los curas se mataron entre ellos (y 3)

INFORME que presentan los compañeros de este Comité provincial de la gestión realizada en el día 27 de mayo (de 1937), en el pueblo de Mascaraque, sobre la detención del compañero Secretario Francisco González Moreno.

Al llegar a Mascaraque nos personamos en el domicilio social del “Sindicato Único de Oficios Varios (C.N.T.) comprobando que por el terror motivado por la detención del compañero Secretario general del Sindicato no había en él ningún animado que pudiera facilitar noticias algunas.

En vista de esto nos trasladamos a la casa de los familiares de Francisco González Moreno, secretario del Sindicato; estos nos manifestaron que en la mañana del lunes se presentaron dos individuos acompañados de Valeriano Moreno Peralta, del Partido Comunista, y además alcalde del pueblo, en busca de Francisco González. Manifestaron sus dos acompañantes que eran de la Brigada Líster y que antes de ser de la Brigada Líster, eran comunistas y se atenían a las órdenes de su partido, que éstas eran en concreto, que el compañero Secretario general del Sindicato que tenía que acompañerles a Mora.

Como quiera que González Moreno y sus familiares temiesen alguna emboscada, hicieron resistencia a no querer subir al coche que llevaban, manifestando que él no iría a ningún sitio si no le acompañaba el alcalde del pueblo. Ante esta resistencia los citados individuos le dijeron que si no subía por las buenas, subiría por las malas.

Una vez más rogó el repetido Francisco González al alcalde que le acompañara, y parece ser que el alcalde estaba en combinación con los individuos citados individuos  citados, puesto que accedió o hizo como que accedía, y tan sólo cuando Francisco subía al coche manifestó “que tenía que trabajar” y entonces los ocupantes del mismo dijeron “tú vete a tu trabajo”.

Desde hace tiempo venía haciéndose objeto de persecución al Sindicato por parte del Partido Comunista y no hace mucho que llegó a dicho pueblo un Comisario comunista, quien, en unión de otros, se dedicó a quitar toda la propaganda de la C.N.T., arrancando los carteles murales.

Parece ser que el citado Francisco y en reuniones de partido, les pedía cuenta de todo lo incautado y todos los bienes que debían ser del pueblo. Como quiera que estos componentes del Frente Popular, según declaraciones de los familiares de Francisco González, habían cometido abusos y desmanes y no podían rendir cuenta clara de su actuación, les estorbaba que en el pueblo estuviese nuestro compañero Secretario, y hace aproximadamente unos dos meses se presentó el alcalde de entonces Juan Moreno y otros dos individuos más, todos ellos comunistas, indicándole que les acompañara a Ocaña , para aclarar las acusaciones que sobre ellos hacía; entonces, temiendo el Secretario que la excusa de salir para Ocaña fuese un engaño para asesinarle, les comunicó que tenía que cambiarse de ropa y con este motivo le acompañaron hasta su domicilio , y una vez dentro de su habitación sacó una pistola y se hizo fuerte diciendo que el que fuera valiente que pasara; ante esto el alcalde y sus dos acompañantes se retiraron, dejando una guardia a la puerta de su casa, de la cual formaban parte Serafín García y Félix Roncero, quienes estuvieron un día sin dejarle salir de su casa hasta que al tener noticias los familiares de Francisco, se personaron en el Ayuntamiento y después de muchas suplicas al alcalde, este, después de día y medio, dejó salir a González de su casa y retiró la guardia.

El coche que utilizaron los individuos en que se llevaron detenido al Secretario, es de color azul marino, casi nuevo, sin matrícula. Los ocupantes del mismo iban provistos de pistolas del 9 largo. El terror se ha apoderado de los compañeros del Sindicato, habiendo huido del pueblo varios componentes del mismo. Los familiares de Francisco han manifestado ante la necesidad que nosotros le indicábamos de reunir algunos componentes del Sindicato que no sería de todo punto imposible puesto que la mayoría de ellos, debido al hecho de llevarse al Secretario, después de las persecuciones de que siempre había sido objeto, habían quemado los carnets.

Con posterioridad hemos podido informarnos en Sonseca y en Mora de que dicho compañero llevado el lunes a Mora, se quiso arrojar del coche, sosteniendo lucha con los ocupantes del mismo, pero un capitán de la Brigada Líster ordenó que lo volviesen a meter.

El martes, día veinticinco de mayo, nuestro compañero fue fusilado por la columna Lister, detrás de la iglesia del Cristo, hoy hospital que se encuentra a la salida de Mora.