Noche del 2 de septiembre, en Camallera

 

Baldomero nació en Salt (Girona), el 4 de julio de 1897 y fue bautizado pocos días después. Ingresó en el Noviciado Menor de Hostalets de Llers (Girona) el 23 de marzo de 1911. Pasó al Noviciado de Bujedo (Burgos), donde tomó el hábito religioso el 28 de diciembre de 1912, cambiando su nombre por el de Hermano Esiquio José. Continuó en Bujedo para hacer el escolasticado. Ejerció su ministerio en Salt (Girona), dos años en Limoux (Francia), dedicado a trabajos agrícolas. En 1922 pasó a Fortianell (Girona), donde estuvo 14 años, y donde le sorprendió la persecución religiosa de 1936. 

 

Todo el personal de la casa de formación de Fortianell pudo salvarse, gracias a que el ayuntamiento puso a su disposición dos autobuses que los trasladaron a Fonserannes, cerca de Béziers (Francia).

Sólo se quedó el Hno. Esiquio, para cuidar la casa. Al poco tiempo de haber partido los formandos, un grupo de milicianos invadía la casa, saqueando, destruyendo y profanando todo lo sagrado que hallaban a su paso. Encontraron al capellán y lo mataron atrozmente. El Hno. Esiquio escapó y se marchó a Figueras (Girona), donde estuvo errando durante dos días. Al final decidió ir a Salt, a casa de un hermano suyo, que le ocultó por algún tiempo. El 30 de agosto fue al consulado francés para pedir un pasaporte y pasar a Francia como viñador temporero. No se lo dieron.

El 2 de septiembre un grupo de milicianos de la F.A.I. sorprendieron al Hno. Esiquio y a su hermano, los hicieron subir a una camioneta, y se dirigieron a Orriols (Girona). Poco antes de llegar al pueblo liberaron a su hermano. Al día siguiente, cuando su hermano fue a pedir informes del Hno. Esiquio, le contestaron con cinismo: “-¿Usted se refiere a un fraile? Lo fusilaron ayer cuando intentaba cruzar la frontera”. La realidad es que al Hno. Esiquio lo fusilaron los milicianos del Comité de Orriols poco después de detenerle, el 2 de septiembre de 1936, en Camallera (Girona), donde fue enterrado. Tenía 39 años. Sus restos fueron trasladados a la cripta de la Casa de la Salle de Sant Martí de Sesgueioles (Anoia).

 

 

No hace todavía un año apareció en catalán el libro titulado “El hombre que conducía un Chevrolet. Biografía del Beato Esiquio José”. Escrito por Xavier Margenat, sobrino-nieto de Baldomero Margenat, el Beato Esiquio José, narra la vida del que fue chofer de la Comunidad de La Salle de Fortianell (Fortià, Girona), mecánico, lampista… era una persona alegre, trabajadora, servicial, piadosa, de gran fe. Una fe de la que supo dar testimonio tanto en las cosas más sencillas de la vida ordinaria como en su heroica muerte.

 

“He aquí, a modo de ejemplo -explica Salvador Sunyer en el prólogo-, la vida y la muerte del Beato Esiquio ya en camino de ser canonizado. Era un trozo de pan bendito que no tenía un no para nadie. El hombre que conducía un Chevrolet, que no era suyo, pero que entendía de mecánica, de agricultura, de electricidad y de educación como un buen hijo de San Juan Bautista de La Salle. En fin, un manitas de pies a cabeza, incapaz de hacer mal a una mosca, y que murió bárbaramente asesinado a manos de salvajes cuando estaba a punto de salvarse refugiándose en Francia”.

 

 

De Camallera era el Beato Hermano Bernardo Fàbrega
 
Por su parte, los Hermanos Maristas nos explican con este cómic que la persecución religiosa en España no se reduce al primer semestre de la Guerra Civil. La Iglesia sufrió persecución entre 19361939, en mayo de 1931 o en la revolución de octubre de 1934, como es el caso de Hno. Bernado. Camarella, localidad gerundense donde asesinan a nuestro protagonista de hoy, era el pueblo en el que había nacido el Hermano Bernardo Fábrega; sólo que él sufrió el martirio un año y medio antes. Hoy, los Hermanos Maritas no explican así su vida y martirio.