Sábado, 23 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Blog

Yo voto a los míos

por Luis Antequera

 
            Cuenta mi madre una historia que me parecería una leyenda urbana, -un hoax según se dice hoy- salvo porque ella jura y perjura que la vivió en primera persona. Trátase de una señora a la que conocía, la cual era de derechas, mientras que su marido era de izquierdas, ambos de humilde condición. Ella se reía de él diciendo: “Si a ti las alpargatas te las quitó la derecha”. Y él contestaba: “Pues prefiero que gobiernen los míos e ir en alpargatas, a que gobiernen ellos y llevar zapatos”.
 
            Verdad o mentira, para mí verdad porque lo cuenta mi madre, lo cierto es que parecido ejercicio intelectual es el que parecen realizar ante un urna muchas personas en España-, las cuales, a la hora de votar, no se conciben más que votando a los que se dicen de derechas o a los que se dicen de izquierdas por el solo hecho de decirse de una cosa u otra, que coincide con lo que ellos “son”. Sin dedicar un solo momento a pensar cual de los dos (o de los tres, o de los cuatro, que las opciones pueden ser y de hecho son, muchísimas) es el que más confianza les merece; cual es el que mejor equipo trae; cual viene mejor avalado por su formación, por sus palabras, por sus hechos; cual de los dos es el que mejores soluciones propone: cual es, en definitiva, aquél cuya victoria más le conviene.
 
            Bien pensado, lo que hacen esos votantes no es sino invertir el orden natural de las cosas, exigiéndose a sí mismos una fidelidad hacia etéreas siglas y advenedizas personas que, sin embargo, no exigen ni a esas siglas etéreas ni a esas personas advenedizas. “Yo voto a los míos” dicen ellas. “¿Y por qué los tuyos?” -les respondo yo- “¿Qué demonios te han dado, que córcholes les debes para que sean “los tuyos”?” Es al revés, amigo mío: son ellos los que te están en deuda, son ellos los que te deben lo más preciado que tú tienes para ellos, tu voto, y los que tienen que ser fieles a lo que tú esperas de ellos por habérselo entregado. Y no al revés: tú no les debes nada. Tú eres “los suyos”. Ellos no son “los tuyos”.
 
            Lo que tenemos que hacer de una vez los votantes españoles, es olvidar esa absurdo pensamiento “yo voto a los míos”, que nos pone al servicio de aquéllos a quienes votamos, cuando la democracia y el ejercicio legítimo del poder se corresponde, exactamente, con lo contrario, y son, deben ser, los que gobiernan los que estén a nuestro servicio. Dejar de conjugar, en definitiva, el verbo “ser”, el “yo soy” famoso con el que siempre acudimos a las urnas, para empezar a conjugar el verbo “votar”, el “yo voto” que nos hará más exigentes ciudadanos “mejormente” gobernados.
 
 
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda