Oremos nuevamente por el Valle de los Caídos
SEGUNDA CAMPAÑA INTERNACIONAL DE ORACIÓN
Es tarde. El domingo está a punto de terminar, pasan las once de la noche. Estoy acabando un artículo sobre Mikel Koliqi, creado cardenal por el Beato Juan Pablo II en 1994. Era un sacerdote albanés que pasó 37 años de cárcel y trabajos forzados. Fue liberado en 1986 (en este 2011 se cumplen veinticinco años) y murió en 1997. Todo esto sucedió en aquel rincón de los Balcanes que tuvo la ocurrencia de autonombrarse único país ateo del mundo. Suena el teléfono. Un amigo me pregunta sobre la campaña internacional de oración por el Valle de los Caídos… le reconvengo sobre lo complicado de seguir algo así… Seguro que son miles los que siguen rezando por la Abadía… Se me ha olvidado antes de colgar decirle sobre qué estaba escribiendo y el título del artículo: “Y Cristo venció al ateísmo…”.
Es tarde. El domingo está a punto de terminar, pasan las once de la noche. Estoy acabando un artículo sobre Mikel Koliqi, creado cardenal por el Beato Juan Pablo II en 1994. Era un sacerdote albanés que pasó 37 años de cárcel y trabajos forzados. Fue liberado en 1986 (en este 2011 se cumplen veinticinco años) y murió en 1997. Todo esto sucedió en aquel rincón de los Balcanes que tuvo la ocurrencia de autonombrarse único país ateo del mundo. Suena el teléfono. Un amigo me pregunta sobre la campaña internacional de oración por el Valle de los Caídos… le reconvengo sobre lo complicado de seguir algo así… Seguro que son miles los que siguen rezando por la Abadía… Se me ha olvidado antes de colgar decirle sobre qué estaba escribiendo y el título del artículo: “Y Cristo venció al ateísmo…”.
Seis meses después, cuando parecía que las aguas volvían a su cauce, el Gobierno crea una Comisión adscrita al Ministerio de la Presidencia compuesta por dos presidentes, un secretario y diez vocales, "todos profesionales de acreditada solvencia en los ámbitos académico, jurídico y científico". Nos toman el pelo. De acreditada solvencia. Bien, stop. En este artículo no deseo analizar nada sobre el tema…
Solo volvemos a solicitar de todos vosotros que sigáis unidos a esta segunda campaña de oración. Como ya dijimos en la primera: “creemos en Dios y en el poder de la oración, por expreso deseo de la Comunidad Benedictina de Santa Cruz del Valle de los Caídos os invito a que iniciemos una nueva campaña nacional de oración para que todo el recinto del Valle de los Caídos continúe siendo un lugar sagrado regido estrictamente por las normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los cementerios públicos, según establece la normativa actualmente vigente”.
Ya sabéis: el que reza el rosario (¡Dios quiera que sirva para que algunos vuelvan a retomar esta oración!) que ofrezcan un misterio. O al final de la Misa, elevad particularmente vuestra oración terminando con las tres Avemarías. Los conventos de clausura que incluyan esta petición entre tantas como tienen… ¡que la plegaria sea solución para los que tenemos fe!
La petición puede rezar así:
“Atiende, Señor, nuestras súplicas, con las que ponemos en Tus manos los destinos del Valle de los Caídos. Preserva el carácter de lugar de culto y de cementerio de todo el recinto y no permitas que se interrumpa el cántico de alabanza que diariamente allí se Te ofrece. Que la Virgen del Valle sea nuestra protectora ante Ti, juntamente con todos nuestros Santos y Mártires.”
Nos encomendamos a los Beatos que descansan en el inmenso relicario que es el Valle de los Caídos: los Beatos Juan Pedro de San Antonio y Pablo María de San José, pasionistas de Daimiel; las Beatas María Cecilia Cendoya, María Ángela Olaizola y Josefa María Barrera, de la Visitación de Madrid; los Beatos Jesús Hita y Fidel Fuidio, marianistas de Ciudad Real; el Beato José Gafo Muñiz, dominico de Madrid; las adoratrices Beatas Josefa de Jesús Boix Riera, Belarmina de Jesús Pérez Martínez, Ángeles Tuní Ustech, Ruperta Vázquez Áreas, Felipa Gutiérrez Garay, Cecilia Iglesias del Campo, Magdalena Pérez y otros muchos mártires, cuyas causas de canonización se encuentran en diferentes fases esperando el juicio de la Iglesia para ser beatificados y que también reposan en la Basílica.
Que ellos, el verdadero tesoro del Valle de los Caídos, nos ayuden a ser valientes, a defender a nuestra Santa Madre la Iglesia y a solicitar por medio de la oración al Dios de las misericordias, paz y libertad para vivir consecuente nuestra vida religiosa.
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