Bautizados no convertidos ni evangelizados
No hace falta echar mano de encuestas o complejos estudios sociológicos, para valorar, en términos generales, el comportamiento religioso de los españoles. Se podría concluir, sin grandes equivocaciones, que la mayoría de ellos están bautizados (de pequeños), pero no están ni convertidos ni evangelizados. La coherencia entre fe y vida, no es ni ha sido nunca el valor destacado de los españoles.
Cierto, que la Iglesia admitió y recomienda el bautizo de infantes- ¡la mayoría- pero esos mismos, en la vida adulta, se comportan como paganos sin evangelizar. ¿Qué ha pasado?
Nadie ignora y menos la Jerarquía, que para no pocos, los sacramentos son meros actos sociales, (bodas, bautizos, funerales, comuniones..) He aquí un problema pastoral de 1ª magnitud y de difícil solución. ¿Qué cabría hacer al respecto?
Entre los diversos remedios a usar, creo no estaría de más, el exigir mayores garantías y compromiso de fe, en el bautismo de infantes(casos frecuentes de parejas sin casar, sin fe, sin vida cristiana etc). Sabido es que la Iglesia, desde antiguo admitió y hasta recomienda “cuanto antes” el bautismo de infantes. No es óbice el poner el acento en una mayor dosis de catequesis y evangelización con padres y padrinos. Nos jugamos en ello el futuro y el porvenir cristiano de nuestro pueblo.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
Cierto, que la Iglesia admitió y recomienda el bautizo de infantes- ¡la mayoría- pero esos mismos, en la vida adulta, se comportan como paganos sin evangelizar. ¿Qué ha pasado?
Nadie ignora y menos la Jerarquía, que para no pocos, los sacramentos son meros actos sociales, (bodas, bautizos, funerales, comuniones..) He aquí un problema pastoral de 1ª magnitud y de difícil solución. ¿Qué cabría hacer al respecto?
Entre los diversos remedios a usar, creo no estaría de más, el exigir mayores garantías y compromiso de fe, en el bautismo de infantes(casos frecuentes de parejas sin casar, sin fe, sin vida cristiana etc). Sabido es que la Iglesia, desde antiguo admitió y hasta recomienda “cuanto antes” el bautismo de infantes. No es óbice el poner el acento en una mayor dosis de catequesis y evangelización con padres y padrinos. Nos jugamos en ello el futuro y el porvenir cristiano de nuestro pueblo.
MIGUEL RIVILLA SAN MARTIN
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