España, enferma grave
Pronto se ha olvidado el clarividente artículo que en la La Razón (4/10/09) escribió Mons.Cañizares, sobre la situación de corrupción en que se encuentra España.
El pueblo está desconcertado ante el mal ejemplo que proviene de la clase política y dirigente. Parece que para muchos, la política, en vez de ser un servicio al bien común y a la comunidad, es más bien ocasión de enriquecerse personalmente. El chapapote de la corrupción ha invadido todos los rincones de España.
“Nos hallamos-según el cardenal- ante una sociedad moralmente enferma”. Este es el diagnóstico perfecto de la situación actual. La crisis que todos estamos sufriendo no es sólo económica, sino sobre todo moral. El prelado no se quedaba en la denuncia de los efectos de la corrupción, sino que señalaba atinadamente las causas de la misma, entre ellas la aceptación social de la doble moral, la tolerancia, la permisividad, el relativismo y sobre todo el asentimiento social al nefasto principio de que “el fin justifica los medios”.
Si a todo esto, decía el cardenal, se añade el acoso constante a la “moral tradicional”, la implantación de un laicismo imperante y el intento de silenciar a Dios” se explica lo que está pasando en España. Frente a esta situación no cabe la resignación y apremia un verdadero rearme moral.”Este es el problema nº 1, el reto y desafío principal de España” concluía el cardenal. Para no olvidar. Un certero diagnóstico de lo que está pasando en España.
El pueblo está desconcertado ante el mal ejemplo que proviene de la clase política y dirigente. Parece que para muchos, la política, en vez de ser un servicio al bien común y a la comunidad, es más bien ocasión de enriquecerse personalmente. El chapapote de la corrupción ha invadido todos los rincones de España.
“Nos hallamos-según el cardenal- ante una sociedad moralmente enferma”. Este es el diagnóstico perfecto de la situación actual. La crisis que todos estamos sufriendo no es sólo económica, sino sobre todo moral. El prelado no se quedaba en la denuncia de los efectos de la corrupción, sino que señalaba atinadamente las causas de la misma, entre ellas la aceptación social de la doble moral, la tolerancia, la permisividad, el relativismo y sobre todo el asentimiento social al nefasto principio de que “el fin justifica los medios”.
Si a todo esto, decía el cardenal, se añade el acoso constante a la “moral tradicional”, la implantación de un laicismo imperante y el intento de silenciar a Dios” se explica lo que está pasando en España. Frente a esta situación no cabe la resignación y apremia un verdadero rearme moral.”Este es el problema nº 1, el reto y desafío principal de España” concluía el cardenal. Para no olvidar. Un certero diagnóstico de lo que está pasando en España.
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