Hoy, fiesta del primero, en Gerona; y del Obispo mártir en Calahorra y La Calzada-Logroño
San Narciso y el beato Narciso de Estenaga (1)
Hoy, 29 de octubre, celebramos a San Narciso de Gerona. Según la tradición, Narciso era obispo de Gerona cuando se desencadenó la persecución de Diocleciano (303-311). Aunque había exhortado a sus fieles a aceptar el martirio y él mismo estaba dispuesto a ello, una aparición divina le ordenó acudir a evangelizar a la ciudad alemana de Augusta (Augsburgo). Viajó hacia allá con su diácono Félix y se hospedó en casa de Afra, mujer de origen chipriota que, junto a su familia, sus criadas y compañeras, Hilaria, Digna, Eunomia y Eutropia, ejercía el culto a Venus y, por tanto, se comportaba como una meretriz. Narciso consiguió convertirlas a la fe cristiana e, incluso, nombró obispo de la nueva comunidad a Diógenes, tío de Afra; todos ellos sufrirían posteriormente el martirio. Tras un tiempo en Augusta, retornó a Gerona, donde hubo de confirmar en la fe a muchos indecisos, que habían considerado su viaje a tierras germanas como una huida, y reorganizar la sede. El gran número de conversiones a él debidas determinó su muerte y la de su diácono hacia el 29 de octubre del 307, cuando estaba celebrando la misa en su sede.
Iconográficamente se representa vestido de obispo con mitra y báculo. Sus específicos atributos son variados, responden a diversas circunstancias y son distintos según las regiones; en Alemania se le suele representar con un dragón a sus pies, como símbolo del triunfo sobre el paganismo. En ocasiones aparece sobre su tumba, de la que salen las moscas que, según la tradición, atacaron y pusieron en fuga a los soldados franceses cuando, habiendo invadido Gerona durante la guerra contra Pedro III de Aragón, trataron de profanarla en 1286; este tema fue eliminado en el Concilio de Trento, pero se ha seguido representando e incluso, a veces, se atribuye erróneamente el hecho a la época del ataque de las tropas de Napoleón a Gerona.
[Imagen idealizada del sepulcro de San Narciso en un grabado del siglo XVIII]
Los restos del san Narciso se guardaban en el lugar donde había muerto, la iglesia de San Félix. Los restos de su diácono, Félix, habían sido trasladadas en Francia en tiempos de Carlomagno. Se conserva el antiguo sepulcro del santo [primera imagen con la que se abre el artículo], obra de Juan de Tournai del 1328, con buenos relieves góticos de alabastro, que sustituía al sepulcro "de las moscas" que habían roto los franceses en 1285. En 1782, el obispo Tomás de Lorenzana hizo construir una nueva capilla dedicada al santo, donde instaló un relicario de plata donde trasladó cuenta el cuerpo el 2 de septiembre de 1792.
Durante la guerra civil española, el cuerpo “incorrupto” de San Narciso se quiso tratar con cierta deferencia ante la importancia histórica que aquel cuerpo podía representar. Por ello, el día 21 de agosto del año 1936, dieciséis personalidades se reunieron ante el sepulcro, entre ellas había, representando la Generalidad de Cataluña, Joaquim Folch i Torres, entonces director general de los Museos de Arte de Barcelona; un representante del Comité de Registros y Confiscaciones de Girona; el teniente de alcalde de Girona; varios arquitectos; tres médicos; periodistas; y un notario que levantó acta notarial de la reunión. Diferentes publicaciones se hicieron eco del caso de aquel cuerpo aparentemente "incorrupto", como El Autonomista, de Girona el 15 de agosto y el 24 de agosto; y el Ahora, de Palafrugell, que se cita a continuación.
El diario palafrugellense Ahora, del 24 de agosto de aquel año 1936, bajo el título «El San Narciso incorruptible de Girona era de algodón y de lata. Las simulaciones clericales» publicaba: Según nos dicen, San Narciso está compuesto de dos brazos articulados de madera, en el cuerpo no tiene otra cosa que algodón, y las piernas una es completamente de madera y la otra estaba compuesta de dos fémures y aún colocados en posición invertida. al cabo carece del maxilar inferior, y la mitra no es de oro como figuraba, y las piedras preciosas que hay incrustadas son falsas.
Tras el estudio que los profesionales y autoridades hicieron, nada se sabe de esos pocos restos humanos que había en el sepulcro: medio cráneo, con el maxilar inferior destruido, pelvis completa, dos vértebras lumbares, una rótula y mayor parte del pie izquierdo. Oficiosamente se ha hecho creer que el sepulcro fue profanado en 1936; que el cuerpo fue sacado del relicario, arrastrado por las calles y quemado, siendo arrojadas las cenizas al río. Con la lectura del acta notarial citada, se puede entender fácilmente como el sepulcro había sido abierto en diferentes ocasiones, ya que se encontraron joyas y vestiduras de diferentes siglos, la pieza más reciente era del 1800 y pico. También se constata que ya en el siglo XIV aquel cuerpo humano ya no era incorrupto, porque unas piezas de madera fechadas de aquel siglo unían “varios fragmentos de huesos, dando la apariencia de un cuerpo entero”.
Separata muy bien documentada, de 2011, del Diari de Girona:
http://www.pedresdegirona.com/separata_ossos_sant_narcis.htm