A la Virgen Inmaculada
por Guillermo Urbizu
Quisiera regalarte un poema, Madre.
Un poema con muchas flores dentro.
Jazmines, iris, crisantemos, rosas...
Con esas pocas cosas que son mi vida
ofrecerte lo que soy: un poema imperfecto.
Pero transparente, sin nada superfluo.
Y que leas en cada palabra una mirada.
Una mirada que sólo desea mirarte.
Una mirada muy pequeña, de niño grande.
Quiero regalarte, Madre, todo lo que tengo;
y hacerlo verso, canción, pureza, arte.
María, mi dulce Reina Inmaculada,
ayúdame a ser mejor hijo: más Cristo.