Las habichuelas, el lince, los toros, el aborto y la Ministra

Un poco largo es el título , pero todo tiene su porqué. En primer lugar por qué lo pongo.

El motivo es que acabo de leer en “la Razón” una noticia que no ha dejado de sorprenderme: Dice así: El Gobierno niega en una respuesta parlamentaria que el aborto mate porque es «un concepto complejo».

Pues ¡vaya que se han lucido! ¿Es un concepto complejo?

Realmente, cuando leo algo del gobierno referente al aborto, no sé si es que me bulle la sangre o que me irritan las razones que dan, pero es que no puedo dejar de contestar. Como siempre que intentan justificarlo, mucho hablar de la madre, que si debe ser libre, que si ha acabado ya la marginación de la mujer y otras mil sinrazones, pero del niño ¿quién habla? ¿Quién dice que es un ser humano inocente y se le corta la vida con intervención quirúrgica o con medicamentos? Y lo más gracioso es la respuesta que acaban de dar desde el gobierno negando que se comete un crimen porque el aborto es «un concepto complejo». Claro que es complejo. Creo que más complejos son quien ha dado la nota en nombre de la ministra Aído quien dijo que lo que lleva la madre dentro es un ser vivo pero no un ser humano. ¿No estará ya bien de decir tonterías que ni ellos mismo se creen y que tratan de hacérselas creer a los demás ?

LAS HABICHUELAS
Recuerdo que cuando era pequeño, en la huerta de mi casa hacía unos pequeños cultivos pero nunca llegaban a dar fruto. Se veía que labrador no era lo mío.Y una de las cosas que sembraba eran habichuelas. Y veía que, al salir, salía la planta con el tallo dobladito que era lo primero que salía fuera de la tierra; al desdoblarse el tallo, iba apareciendo la delicada guía del brote.

Claro, si se corta el tallito que va apereciendo bajo la tierra ¿qué se ha destruído? Sencillamente una planta de habichuela.

EL LINCE
Es un animal muy protegido. Una hembra ha sido fecundada. Y a los pocos días se le saca el feto porque la iban a presentar en una exposición de animales bellos y debía estar muy presentable. ¿Qué opinión merecería este hecho? Multa fuerte.

Compárenlo con el aborto y a ver qué opinión les merecería eso, por mucho que dijesen que todavía no puede llamarse lince porque no está suficientemente desarrollado

LOS TOROS
En algunas partes tratan de suprimir las corridas de toros. Ni entro ni salgo en el planteamiento. Es cierto que el toro sufre durante la lidia; es cierto. Quienes abogan por la supresión lo hacen por el sufrimiento del animal. Lo que no me explico es que algunos que abogan por la supresión, voten en favor del aborto; y no me lo explico porque no se trata de la muerte de un animal sino de un niño en un proceso de maduración de su vida. Claro, si se tratase de que lo que lleva en su vientre la mujer embarazada fuese un cabritillo, la cosa cambiaría, pero lleva un ser humano que es inocente e indefenso y que, además, es su hijo.

Entre que un animal sufra y que un niño sea asesinado hay mucha diferencia.

EL ABORTO
Hace algún tiempo escribía yo en un artículo:

¿ES CIERTO QUE... Desde el momento de la concepción hay una vida humana distinta de la vida de la madre aunque dependiendo de ella?

Nadie es dueño de la vida de nadie.

Se habla mucho de los derechos de la madre, pero poco o nada de los derechos del hijo que lleva en sus entrañas.

Ninguna mujer gestante habla de que tiene un tumor sino un hijo.

Destruir la vida de ciertas especies protegidas de animales mientras se están incubando o gestando, está penado por la ley.

Siendo esto así, podemos decir con toda verdad, que la vida de ciertos animales está más protegida que la vida humana.

Hay gobiernos que legalizan el aborto caso de que la madre tenga cierta "angustia".

Si la madre puede abortar porque siente "angustia", podría destruir también la vida del hijo ya nacido si sintiese "angustia" porque su hijo tiene una enfermedad incurable.

Si la madre tiene facultad para destruir la vida del hijo no nacido, podría destruir igualmente la vida del hijo ya nacido.

La supresión de una vida humana es un crimen

Si en el aborto se suprime una vida humana podemos calificarlo como un crimen.

El Concilio califica como crímenes abominables el infanticidio y el aborto.

Si se realiza el aborto gratuitamente en los centros de la Seguridad Social, se trata de un crimen subvencionado por el Estado, con el dinero de todos los contribuyentes.

Todos los crímenes son muy parecidos porque no hay vidas de primera y de segunda.

¡Por muy legalizado y asumido que esté un crimen en nuestra sociedad, hay que hacer todo lo posible para desterrarlo!

Mientras haya crímenes reconocidos legalmente, no podemos dejar las cosas como están y dar el caso por cerrado.

Ante casos lamentables, lo que habría que hacer, no se debería atender a las madres pero sin condenar a muerte al hijo inocente.

LA MINISTRA
Da pena ver cómo la ministra y los suyos defienden la licitud del aborto con razones que si no fuesen en asunto tan grave, causarían risa. Desprecian las razones científicas diciendo que no todos están de acuerdo; dicen que las madres tienen derecho a disponer de su cuerpo. Pero en todos estos seudoargumentos se olvidan de lo más importante, del niño que llevan dentro.

Y lo peor es que católicos que están en la política, con libertad de voto o sin ella, lo han aprobado.

Sólo me falta añadir unas palabras de Jesús: "¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia! Así también vosotros, por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de iniquidad." (Mt. 23, 27-28).

Y si Jesús dice "El que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe.Pero al que escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le vale que le cuelguen al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos, y le hundan en lo profundo del mar." (Mt. 18, 5-6).

Son palabras de Jesús. No escandalizáis a los niños todavía no nacidos, pero habéis abierto la puerta para asesinarlos.

Daréis cuenta a Dios. Si sois católicos, arrepentíos y pedidle perdón. Y si no lo sois, que Dios os ampare.

José Gea