Dwain Chambers: la historia de una segunda oportunidad
por Rafa Cervera
Hablando del perdón, fue el mismo Jesucristo quien dijo a Pedro que debíamos perdonar hasta setenta veces siete… ¡Qué fácil es leerlo, pero qué difícil es aplicarlo!
Esta semana estoy teniendo la gran suerte de trabajar en los Campeonatos de Europa de Atletismo, donde he podio ser testigo de la historia de una segunda oportunidad, una historia con nombre y apellido: Dwain Chambers.
Este gran velocista británico llegó a la cima del Viejo Continente, proclamándose campeón europeo en Munich 2002, pero dio positivo en un control antidoping, siendo sancionado y desposeído del título. Tras buscar opciones en otros deportes y hasta fichar por un equipo de fútbol americano de Hamburgo, dentro de la liga NFL Europa, Chambers volvió al atletismo de élite en 2008.
Tuve la oportunidad de conocerlo y cruzar un par de palabras con él en Badalona, cuando vino a probarse para la liga de fútbol americano. Por qué no voy a ser honesto, su grandiosa musculatura y sus tatuajes me causaron cierto recelo, pero encontré a una persona humilde, revestida por una mirada triste, resultado de haber sido escarmentado duramente.
Chambers escribió un libro Race Against Me (Corriendo Contra Mí Mismo), en el que reconocía los muchos errores que había cometido en su vida, entre ellos el doparse para ganar en el atletismo. A muchos les fue incómoda tanta sinceridad: Chambers está vetado de por vida en los Juegos Olímpicos, siendo además persona non grata en varios encuentros del atletismo europeo.
Este campeonato de Barcelona le ha dado una segunda oportunidad. A la Ciudad Condal Chambers llegó con una actitud diferente, corrió muy bien las eliminatorias de los 100 metros, pero fue batido por Christophe Lemaitre en la gran final. De hecho, después de una estupenda salida, el británico fue superado por el francés y llegó a la meta con una marca igual que otros cuatro corredores, siendo relegado a la quinta posición por cuestión de milésimas. A pesar de haber sido vencido, Chambers no dudó en ir rápidamente a felicitar a Lemaitre.
Los que presenciamos la carrera en directo atestiguamos que Chambers no volverá a estar entre los cinco hombres más rápidos del mundo. Pero esta segunda oportunidad ha representado algo muy importante para él. Antes del campeonato, el velocista británico declaró: “mi éxito más grande en el atletismo (más que cualquier triunfo) ha sido volver a correr”.
Su resultado deportivo en Barcelona no ha sido bueno, pero esta segunda oportunidad, otorgada por aquellos que han perdonado sus errores, y la seriedad y esfuerzo con la que Chambers la recibió, han hecho del velocista británico una mejor persona.
Esta semana estoy teniendo la gran suerte de trabajar en los Campeonatos de Europa de Atletismo, donde he podio ser testigo de la historia de una segunda oportunidad, una historia con nombre y apellido: Dwain Chambers.
Este gran velocista británico llegó a la cima del Viejo Continente, proclamándose campeón europeo en Munich 2002, pero dio positivo en un control antidoping, siendo sancionado y desposeído del título. Tras buscar opciones en otros deportes y hasta fichar por un equipo de fútbol americano de Hamburgo, dentro de la liga NFL Europa, Chambers volvió al atletismo de élite en 2008.
Tuve la oportunidad de conocerlo y cruzar un par de palabras con él en Badalona, cuando vino a probarse para la liga de fútbol americano. Por qué no voy a ser honesto, su grandiosa musculatura y sus tatuajes me causaron cierto recelo, pero encontré a una persona humilde, revestida por una mirada triste, resultado de haber sido escarmentado duramente.
Chambers escribió un libro Race Against Me (Corriendo Contra Mí Mismo), en el que reconocía los muchos errores que había cometido en su vida, entre ellos el doparse para ganar en el atletismo. A muchos les fue incómoda tanta sinceridad: Chambers está vetado de por vida en los Juegos Olímpicos, siendo además persona non grata en varios encuentros del atletismo europeo.
Este campeonato de Barcelona le ha dado una segunda oportunidad. A la Ciudad Condal Chambers llegó con una actitud diferente, corrió muy bien las eliminatorias de los 100 metros, pero fue batido por Christophe Lemaitre en la gran final. De hecho, después de una estupenda salida, el británico fue superado por el francés y llegó a la meta con una marca igual que otros cuatro corredores, siendo relegado a la quinta posición por cuestión de milésimas. A pesar de haber sido vencido, Chambers no dudó en ir rápidamente a felicitar a Lemaitre.
Los que presenciamos la carrera en directo atestiguamos que Chambers no volverá a estar entre los cinco hombres más rápidos del mundo. Pero esta segunda oportunidad ha representado algo muy importante para él. Antes del campeonato, el velocista británico declaró: “mi éxito más grande en el atletismo (más que cualquier triunfo) ha sido volver a correr”.
Su resultado deportivo en Barcelona no ha sido bueno, pero esta segunda oportunidad, otorgada por aquellos que han perdonado sus errores, y la seriedad y esfuerzo con la que Chambers la recibió, han hecho del velocista británico una mejor persona.
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