El Papa propone que católicos y ortodoxos celebren juntos el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea
El Papa Francisco ha escrito una carta al patriarca ortodoxo de Constantinopla, Bartolomé I, tal y como publicó este sábado la Santa Sede, en la que mostraba su deseo de que católicos y ortodoxos celebren juntos el 1.700 aniversario del concilio cristiano de Nicea, abriendo la puerta a un nuevo viaje apostólico a Turquía.
El Pontífice, cabeza de la iglesia romana, así lo ha declarado en esta carta al patriarca de Constantinopla con motivo de la fiesta de San Andrés, su patrón. En la misiva reconoce su voluntad de conmemorar juntos el 1.700 aniversario del concilio de Nicea, convocado en el año 325 en esa ciudad romana de Asia Menor (actual Turquía) por el emperador Constantino I para acercar posturas entre cristianos.
"He expresado varias veces mi deseo de poder celebrar este evento junto a usted y agradezco sinceramente a todos los que ya han comenzado a trabajar para hacerlo posible", afirma el papa. Y agregó: "El recuerdo de ese importante evento seguramente fortalecerá los lazos existentes y alentará a todas las Iglesias a dar un testimonio renovado en el mundo actual".
Francisco, que el próximo 17 de diciembre cumplirá 88 años, no ha especificado por el momento si esta voluntad se traducirá en un nuevo viaje apostólico a Turquía. Sin embargo, en la víspera ya había revelado sus intenciones de volar a dicho país en 2025, precisamente Año Santo: "Creo que iré ahí", confesó en una audiencia con los participantes en el pleno de la Comisión Teológica Internacional.
Se trataría del segundo viaje a Turquía de su pontificado ya que visitó Ankara y Estambul en noviembre de 2014, manifestando ya desde entonces su firme deseo de avanzar en la unidad con los cristianos, también con los ortodoxos casi un milenio después del Gran Cisma entre el cristianismo de occidente y oriente.
Francisco mantiene unas buenas relaciones con el patriarca Bartolomé y en 2014, en un encuentro en Jerusalén, renovaron su intención de seguir estrechando lazos, cincuenta años después del histórico abrazo con el que sus predecesores, San Pablo VI y Atenágoras I, pusieron coto a la animadversión entre católicos y ortodoxos.
Otra muestra del interés de Bergoglio por el mundo ortodoxo fue el encuentro que mantuvo en La Habana en 2016 con el patriarca ruso Cirilo, la primera vez desde el Gran Cisma.