Ángelus de San Esteban: el Papa recuerda a los cristianos perseguidos que perdonan y pone un ejemplo
El Papa Francisco este jueves 26 de diciembre, día de San Esteban, ha presidido el rezo del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico.
Recordando a Esteban, el primer mártir de la Iglesia naciente según describen los Hechos de los Apóstoles, apedreado por una multitud azuzada por los líderes fariseos, Francisco ha recordado que "desgraciadamente, aún hoy hay, en diversas partes del mundo, muchos hombres y mujeres perseguidos, a veces hasta la muerte, a causa del Evangelio".
El Papa quiso remarcar que estos cristianos "no se dejan matar por debilidad, ni para defender una ideología, sino para hacer partícipes a todos del don de la salvación que han recibido del Señor Jesucristo. Y lo hacen principalmente por el bien de sus asesinos, más necesitados de perdón y redención que los demás".
Quiso destacar el testimonio del beato mártir Christian de Chergé, uno de los monjes de Tibhirine, Argelia, cisterciense asesinado en 1996. Acudiendo a los textos del monje mártir, el Papa dijo: "Pensando en quién lo mataría, él lo llamó ‘amigo’ y ‘hermano’ y deseó tenerlo con él en el Cielo. Así es el amor de Dios, el amor que salva al mundo. ¡Cuánto necesitamos este amor!”, añadió. Por ello invitó a preguntarse a los fieles: “¿Siento el deseo de que todos conozcan a Dios y se salven? ¿Deseo el bien aunque me cause dolor? ¿Me intereso y rezo por tantos hermanos y hermanas perseguidos por la fe?”
El ejemplo de San Esteban
También en la Biblia, al leer el martirio de San Esteban (Hch 6,8-12; 7,54-60) vemos que el santo rezaba por los que le asesinaban. "Aunque a primera vista Esteban parece impotente ante su violencia, en realidad, como hombre verdaderamente libre, sigue amando a sus seguidores y ofreciendo su vida por ellos, como Jesús en la cruz, para que sean perdonados y se les conceda la vida eterna".
Así, prosiguió, “el diácono Esteban es testigo de ese Padre que quiere el bien y sólo el bien para cada uno de sus hijos, siempre; que no excluye a nadie, que no se cansa de buscarlos y de acogerlos cuando, después de haberse alejado, vuelven a Él arrepentidos”.
Tras rezar el Ángelus, el Pontífice volvió a felicitar la Navidad y agradeció las felicitaciones recibidas. Aprovechó para felicitar la fiesta de Januká a los judíos. Felicitó también a los peregrinos que ya están llegando a Roma por el Jubileo y que atraviesan las Puertas Santas. Precisamente, en esta mañana de jueves abrió una puerta santa muy especial en la capilla de la cárcel romana de Rebbia con motivo del Jubileo.
El Papa, en la Plaza de San pedro, habló de la cárcel como “catedral del dolor” y reiteró su llamamiento a condonar las deudas de los países pobres. También hizo un llamamiento a la paz en los países en guerra, pidió el desarme y el trabajo infantil.
Vídeo en español del Ángelus de San Esteban de 2024: