Lunes, 23 de diciembre de 2024
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Evangelio del día
Si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más
Él gritaba más fuerte: Hijo de David, ten compasión de mí!
Enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos
Como esta viuda me está fastidiando, le haré justicia
En Sodoma, llovió fuego y azufre del cielo y acabó con todos
Antes tiene que padecer mucho y ser reprobado por esta generación
Viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos
Si siete veces vuelve a decirte: "Lo siento", lo perdonarás
Los fariseos, amigos del dinero, se burlaban de él
Dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús
Habrá alegría entre los ángeles por un solo pecador que se convierta
El que no renuncia a sus bienes no puede ser discípulo mío
Cédele el puesto a éste. Avergonzado, irás a ocupar el último puesto
En la casa de mi Padre hay muchas estancias
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia
Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos
El grano de mostaza crece, se hace un arbusto y los pájaros anidan en sus ramas
Sus enemigos quedaron abochornados, y la gente se alegraba de los milagros que hacía
¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?
Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!
El criado que sabe lo que su amo quiere y no lo pone por obra recibirá muchos azotes
Sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; está ya reservado
Temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno
Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan
Ay de vosotros, sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo
Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo
El joven frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico
Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te criaron
Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen
Perdónanos, como también nosotros perdonamos a todo el que nos debe algo
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