El Papa oró por las víctimas en la plaza de las 4 iglesias y exhortó a reconstruir
Francisco en Qaraqosh y Mosul: con el perdón, los santos y la Virgen, mostrar que el amor vence
Muchas cosas, y muchas malas, han pasado en pocos años en Qaraqosh, considerada la mayor ciudad cristiana de Irak, hoy con 35.000 habitantes. Tenía 50.000 habitantes antes de la invasión de Estado Islámico (Isil/Daesh). Los yihadistas conquistaron Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak, y cuatro días después, el 7 de agosto de 2014, conquistaron Qaraqosh, que se había llenado de refugiados cristianos. (ReL lo anunció aquí).
Quitaron las cruces, cerraron las iglesias, empezaron a robar y saquear y pedir un impuesto brutal a los cristianos. Hubo asesinatos y convirtieron a muchas mujeres en esclavas sexuales. La venta de secuestrados financiaba a los terroristas. Los cristianos que pudieron huyeron a Erbil, en zona kurda.
Ese mismo año se viralizaba el vídeo de Mariam, una niña de 9 años de Qaraqosh desplazada a Erbil, que confiaba en Dios y su amor y perdonaba a los terroristas, pero exigía poder volver a casa en libertad.
La niña Mariam, hoy adolescente, es quizá la más famosa hija de Qaraqosh en todo el mundo
En 2016, los bombardeos de la coalición anti-Daesh y el combate posterior dañaron más las iglesias de Qaraqosh, tanto las católicas como las siríacas y ortodoxas, como detalló ReL.
Daesh fue expulsado de Qaraqosh en octubre de 2016. Hubo fiesta y pudieron volver a celebrarse las Navidades y las Pascuas y empezar a reconstruir. En enero de 2021 se devolvió la gran imagen de la Virgen a las alturas del santuario de Santa María Al Tahira.
Lo que significa la visita papal
Ahora, la visita del Papa Francisco ha significado un gran espaldarazo de ánimo para los cristianos de la llanura de Nínive. El Papa se ha reunido con los cristianos de la región en la restaurada Catedral de la Inmaculada Concepción.
La misionera franciscana italiana Patrizia Cannizzano describe como había quedado la catedral por la acción yihadista: parte del campanario derribado, las estatuas decapitadas, la iglesia incendiada, el mobiliario, los registros y los libros sagrados arrojados a la hoguera en el patio y el coro utilizado como campo de tiro. Todo eso se ha reparado ya.
La hermana Patrizia Cannizzano explica que para los cristianos de Nínive la visita papal "es una redención de los muchos sufrimientos y persecuciones sufridas". Alaba de ellos "su profunda fe en Dios, su capacidad de levantarse a pesar de las durísimas pruebas que han tenido que afrontar".
Alegría de los cristianos que reciben al Papa en Qaraqosh
En la escuela de Qaraqosh, las franciscanas misioneras acogen más de 150 niños. "Les garantizamos un entorno protegido, una educación y al menos una comida caliente al día, para mantener también a sus familias. Y luego ayudamos a las mujeres a aprender pequeños oficios, como los cursos de costura que imparte una de nuestras hermanas, para animarlas a tener un poco de tranquilidad. Aquí todo el mundo nos quiere mucho... Nunca hemos comprado pan, las familias nos lo regalan", detalla la religiosa.
Testimonios y fuerza para reconstruir
Francisco llegó a Qaraqosh al mediodía del domingo para rezar el Ángelus con los cristianos, después de pasar brevemente pro Erbil y de presidir una oración en Mosul.
El Pontífice agradeció el saludo de bienvenida del Patriarca Ignacio José Younan, Patriarca de Antioquía de los siro-católicos (que son entre 150.000 y 200.000 en Siria, Irak y otros países). Escucho dos testimonios de fe en medio de la guerra: el de la señora Doha Sabah Abdallah y el del sacerdote Ammar Yako, quien ha supervisado la reconstrucción de la iglesia de Al Tahira en Qaraqosh.
Después, el Papa se dirigió a los cristianos de la región, de distintos ritos y denominaciones. "Mirándolos, veo la diversidad cultural y religiosa de la gente de Qaraqosh, y esto muestra parte de la belleza que vuestra región ofrece al futuro. Vuestra presencia aquí recuerda que la belleza no es monocromática, sino que resplandece por la variedad y las diferencias".
Constató los signos de destrucción y violencia. "Cuántas cosas han sido destruidas. Y cuánto debe ser reconstruido. Nuestro encuentro demuestra que el terrorismo y la muerte nunca tienen la última palabra. La última palabra pertenece a Dios y a su Hijo, vencedor del pecado y de la muerte”.
El Papa alabó "el ejemplo de sus padres y de sus madres en la fe que adoraron y alabaron a Dios en este lugar. La gran herencia espiritual que nos han dejado continúa viviendo en ustedes. Abracen esta herencia. Esta herencia es su fortaleza. Ahora es el momento de reconstruir y volver a empezar, encomendándose a la gracia de Dios, que guía el destino de cada hombre y de todos los pueblos. ¡No están solos! Toda la Iglesia está con ustedes, por medio de la oración y la caridad concreta”.
El Papa recordó la profecía de Joel (Jl 3,1): «Vuestros hijos e hijas profetizarán; vuestros ancianos tendrán sueños, y los jóvenes, visiones». Pidió que eso se cumpla en Irak. “Cuando los ancianos y los jóvenes se unen, preservamos y trasmitimos los dones que Dios da. Miremos a nuestros hijos, sabiendo que heredarán no sólo una tierra, una cultura y una tradición, sino también los frutos vivos de la fe que son las bendiciones de Dios sobre esta tierra”.
Les animó a no rendirse y a contar con la ayuda de los santos del cielo ("invoquémoslos y no nos cansemos de pedir su intercesión") y "los santos de la puerta de al lado”, gente cercana, "reflejo de la presencia de Dios".
Vídeo completo de la visita a Qaraqosh, el mayor pueblo cristiano en Irak, que estuvo más de 2 años bajo la tiranía de Estado Islámico
Ante la amargura de la violencia y el odio, pidió ofrecer perdón: "una palabra clave" necesaria para "permanecer en el amor, para permanecer cristianos", dijo el Papa. “Se necesita capacidad de perdonar y, al mismo tiempo, valentía para luchar. Sé que esto es muy difícil. Pero creemos que Dios puede traer la paz a esta tierra. Nosotros confiamos en Él y, junto con todas las personas de buena voluntad, decimos «no» al terrorismo y a la instrumentalización de la religión”.
Además, explicó que “mientras llegaba con el helicóptero, miré la estatua de la Virgen María colocada sobre esta iglesia de la Inmaculada Concepción, y le confié el renacer de esta ciudad. La Virgen no sólo nos protege desde lo alto, sino que desciende hacia nosotros con ternura maternal. Esta imagen suya incluso ha sido dañada y pisoteada, pero el rostro de la Madre de Dios sigue mirándonos con ternura. Porque así hacen las madres: consuelan, reconfortan, dan vida”.
Alabó a las madres y mujeres valientes del país y pidió que las mujeres "sean respetadas y defendidas, que se les brinden cuidados y oportunidades". La visita finalizó con el rezo del Ángelus: "Recemos juntos a nuestra Madre, invocando su intercesión por vuestras necesidades y vuestros proyectos".
Vídeo breve de la visita de Francisco a Qaraqosh
Al finalizar el encuentro, el Papa regaló al Patriarca de los siro-católicos una copia en pan de plata del icono ruso de la Virgen Odiguitria ("Guía que señala el camino", una Virgen que señala al Niño) de Smolensk, Rusia.
Paso por Erbil y oración en Mosul
El domingo, tercer día del Papa en Irak, empezó con un vuelo de Bagdad a Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán iraquí, ciudad de etnia kurda que ha recibido más de 500.000 refugiados iraquíes, de Mosul y la llanura de Nínive, además de los que han llegado huyendo de la guerra de Siria. En Erbil saludó al Presidente y el Primer Ministro de la región autónoma.
Rápidamente, el Pontífice y su séquito se desplazaron a Mosul, a 90 km, famosa en el mundo islámico por ostentar las tumbas de 5 profetas musulmanes. Era la segunda mayor ciudad de Irak y Estado Islámico la convirtió en su capital durante 3 años, hasta julio de 2017.
El Papa llegó a las 10 de la mañana y acudió a la Oración por las Víctimas de la Guerra en un lugar emblemático: Hosh al-Bieaa, la Plaza de las Cuatro iglesias: la siro-católica, la armenio-ortodoxa, siro-ortodoxa y la católica caldea. Todas fueron destruidas bajo la ocupación de Daesh.
Francisco ora en Mosul, en la destruida plaza de las cuatro iglesias
Como en el día anterior en Ur, la ceremonia empezó con la proclamación de dos testimonios, que el Papa agradeció. Dio gracias al sacerdote Raid Kallo por su testimonio de "signos que el Espíritu hace florecer en el desierto y por habernos indicado que es posible esperar en la reconciliación y en una nueva vida”. Y al señor Gutayba Aagha porque "recordó que la verdadera identidad de esta ciudad es la convivencia armoniosa entre personas de orígenes y culturas diversas".
Animó a los cristianos que huyeron a volver a Mosul y "asumir el papel vital que le es propio en el proceso de sanación y renovación".
"Es cruel que este país, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan deshumana…", constató el Papa. Sin embargo, añadió, "a pesar de todo, reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra”.
Vídeo completo del Papa Francisco en la plaza de las Cuatro Iglesias en Mosul (50 minutos)
Después se procedió al momento de Oración por las víctimas, recordando que "no nos es lícito matar a los hermanos" en el Nombre de Dios y pidiendo "que podamos escuchar las voces de los verdaderos hombres de Dios y recapacitar durante un tiempo, para que la destrucción y la muerte no nos arruinen de nuevo”.
Después se inauguró un monumento con una lápida que recordará la visita papal con este texto: “Qué hermosos son los pies de los mensajeros de paz (Rom 10:15. En conmemoración de la visita de su Santidad el Papa Francisco, como mensajero de la paz y del amor fraterno, a la ciudad de Mosul y a la llanura de Nínive. Aquí donde los cristianos soportaron el desplazamiento forzoso (2003-2017) el Papa rezó por la difusión de la paz y la justicia, la convivencia serena y la fraternidad humana. Domingo 7 de marzo de 2021".
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Oración completa del Papa Francisco en Mosul, por las víctimas de la guerra
Antes de rezar por todas las víctimas de la guerra en esta ciudad de Mosul, en Irak y en todo el Oriente Medio, quisiera compartir con ustedes estos pensamientos:
Si Dios es el Dios de la vida —y lo es— a nosotros no nos es lícito matar a los hermanos en su nombre.
Si Dios es el Dios de la paz —y lo es— a nosotros no nos es lícito hacer la guerra en su nombre.
Si Dios es el Dios del amor —y lo es— a nosotros no nos es lícito odiar a los hermanos.
Ahora recemos juntos por todas las víctimas de la guerra, para que Dios omnipotente les conceda la vida eterna y la paz sin fin, y los acoja con su abrazo amoroso. Y recemos también por todos nosotros, para que, más allá de las creencias religiosas, podamos vivir en armonía y en paz, conscientes de que a los ojos de Dios todos somos hermanos y hermanas.
Oración:
Dios altísimo, Señor del tiempo y de la historia, tú has creado el mundo por amor y no dejas nunca de derramar tus bendiciones sobre tus criaturas. Tú, más allá del océano del sufrimiento y de la muerte, más allá de las tentaciones de la violencia, de la injusticia y de la ganancia inicua, acompañas a tus hijos y a tus hijas con tierno amor de Padre.
Pero nosotros hombres, desagradecidos de tus dones y absortos en nuestras preocupaciones y ambiciones demasiado terrenas, a menudo hemos olvidado tus designios de paz y de armonía. Nos hemos cerrado en nosotros mismos y en nuestros intereses particulares, e indiferentes a Ti y a los demás, hemos atrancado las puertas a la paz. Así se repitió lo que el profeta Jonás oyó decir de Nínive: la maldad de los hombres subió hasta el cielo (cf. Jon 1,2).
No elevamos al cielo manos limpias (cf. 1 Tm 2,8), sino que desde la tierra subió una vez más el grito de sangre inocente (cf. Gn 4,10). Los habitantes de Nínive, en el relato de Jonás, escucharon la voz de tu profeta y encontraron salvación en la conversión. También nosotros, Señor, mientras te confiamos a las numerosas víctimas del odio del hombre contra el hombre, invocamos tu perdón y suplicamos la gracia de la conversión:
Kyrie eleison. Kyrie eleison. Kyrie eleison.
Señor Dios nuestro, en esta ciudad dos símbolos dan testimonio del deseo constante de la humanidad de acercarse a Ti: la mezquita Al Nuri con su alminar Al Hadba y la iglesia de Nuestra Señora de la Hora, con un reloj que desde hace más de cien años recuerda a los transeúntes que la vida es breve y el tiempo precioso.
Enséñanos a comprender que Tú nos has confiado tu designio de amor, de paz y de reconciliación para que lo llevemos a cabo en el tiempo, en el breve desarrollo de nuestra vida terrena. Haznos comprender que sólo poniéndolo en práctica sin demoras esta ciudad y este país se podrán reconstruir, y se lograría sanar los corazones destrozados de dolor.
Ayúdanos a no emplear el tiempo al servicio de nuestros intereses egoístas, personales o de grupo, sino al servicio de tu designio de amor. Y cuando nos desviemos del camino, haz que podamos escuchar las voces de los verdaderos hombres de Dios y recapacitar durante un tiempo, para que la destrucción y la muerte no nos arruinen de nuevo.
Te confiamos a aquellos cuya vida terrena se ha visto abreviada por la mano violenta de sus hermanos, y te suplicamos también por los que han lastimado a sus hermanos y a sus hermanas; que se arrepientan, alcanzados por la fuerza de tu misericordia. Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis. Requiescant in pace. Amen.
Resumen de la oración y visita de Francisco a Mosul (vídeo de 1 minuto)
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