Carta completa del Papa a sus exalumnos: el aborto, la propiedad privada, la prensa, los políticos
La Conferencia Episcopal Argentina ha difundido por Internet una carta informal que el Papa Francisco escribió a mano y envió a sus exalumnos del Colegio de la Inmaculada Concepción, de la ciudad de Santa Fe, donde fue profesor entre 1964 y 1965.
En la carta detalla que no tiene trato con políticos argentinos y que lo que sabe de Argentina es, sobre todo, por los informes semanales que la secretaría de Estado le da respecto a "la marcha de los países".
"No tengo correspondencia con los políticos; solo alguna vez recibo cartas de gente que está en la política, pero muy pocas; y mi respuesta es sin mezclarme en la lucha política de cada día sino más bien pastoral y de buena educación", detalla el Papa.
También comenta: "Me causa gracia cuando alguien dice: ¿por qué el Papa no envía a la Argentina su opinión sobre el aborto? Pues la estoy enviando a todo el mundo (incluso a Argentina) desde que soy Papa".
Habla también de la Doctrina Social de la Iglesia: "Creo que en las parroquias y en los colegios católicos no se explica suficientemente la Doctrina Social de la Iglesia", lamenta.
"Respecto de “la propiedad privada” yo no hago otra cosa que repetir la Doctrina Social de la Iglesia. Es verdad que algunos toman esos dichos para reformarlos o interpretarlos según su punto de vista. San Pablo VI y San Juan Pablo II, al respecto, tienen algunas expresiones todavía más duras", añade.
***
Texto completo de la carta del Papa a sus exalumnos del Colegio de la Inmaculada Concepción
Queridos amigos, gracias por el correo. Me alegró mucho recibirlo y también me hace feliz que estén tan inquietos por el bien de la Patria. El amor a la Patria es un valor fundamental, indica amor a los padres de la Patria, amor a las tradiciones, amor al pueblo de la Patria.
A veces pienso (mirando a algunos países de Europa) que aparece, más que el amor a la Patria, el amor a la “empresa” que lleva adelante el país... y cuando ves esto me viene a la mente el poema de Jorge Dragone: “se nos murió la Patria”.
Les tengo que confesar que no estoy al tanto de todo lo que pasa allí, en detalle. La secretaría de Estado me pone al tanto de la marcha de los países una vez por semana. Lo hacen bien y con reuniones. Allí me entero de las cosas de Argentina y confieso que algunas me preocupan. No tengo correspondencia con los políticos; solo alguna vez recibo cartas de gente que está en la política, pero muy pocas; y mi respuesta es sin mezclarme en la lucha política de cada día sino más bien pastoral y de buena educación.
Una última me planteaba el problema del aborto y respondí como lo hago desde siempre (incluso en el último libro “Soñemos juntos” que sale hoy; el asunto del aborto no es un asunto primariamente religioso, sino humano, un asunto de ética humana previo a cualquier confesión religiosa. Y sugiero que se hagan dos preguntas: 1) ¿Es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? Y 2) ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?
Me causa gracia cuando alguien dice: ¿Por qué el Papa no envía a la Argentina su opinión sobre el aborto? Pues la estoy enviando a todo el mundo (incluso a Argentina) desde que soy Papa.
Y esto toca otro problema. En general allí no se sabe lo que digo habitualmente..., se sabe lo que dicen que digo, y esto gracias a los medios los cuales, bien sabemos, que responden a intereses parciales, particulares o partidistas.
En esto creo que los católicos, desde el Episcopado hasta los fieles de una parroquia, tienen derecho a conocer lo que realmente dice el Papa… y no lo que le hacen decir los medios; aquí juega mucho el fenómeno del relato (Ej. Me dijo fulano que mengano dijo esto… y así sigue la cadena). Con este método de comunicación, en el que cada uno añade o quita algo, se llega a resultados inverosímiles, como por ejemplo el cuento de Caperucita Roja termina en una mesa en la que Caperucita y la abuela están comiendo un riquísimo puchero hecho con la carne del lobo, Así sucede con el “relato”.
Dos veces mencionan mi relación (cercanía, amistad) con la Sra. De Kirchner. La última vez que tuve contacto con los dos ex Presidentes (ella y el Ing. Macri) fue cuando estaban en sus funciones. Después de eso no tuve ningún contacto con ellos.
Es verdad que el término “soy muy amigo de” o “estoy en contacto habitual con” es muy de “la fachada” porteña, y no es la primera vez que siento decirles (bromeando les diría que nunca tuve “tantos amigos” como ahora).
Respecto de “la propiedad privada” no hago otra cosa que repetir la Doctrina Social de la Iglesia. Es verdad que algunos toman esos dichos para reformarlos o interpretarlos según su punto de vista. San Pablo VI y San Juan Pablo II, al respecto, tienen algunas expresiones todavía más duras. Creo que en las Parroquias y en los Colegios Católicos no se explica suficientemente la Doctrina Social de la Iglesia, especialmente el recorrido desde León XIII hasta ahora; por eso tantas confusiones. Un santo obispo, cuya causa de canonización está introducida, decía: “Cuando me ocupo de los pobres dicen que soy un santo; pero cuando pregunto por la causa de tanta pobreza me dicen comunista”.
El Dr. Grabois, desde hace años, es Miembro del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral. Respecto a lo que afirman que dice (que es mi amigo, que tiene contacto conmigo, etc.) les pido un favor; que para mí es importante. Necesito copia de las declaraciones en las que afirma eso. Me ayudará mucho recibirlas.
Bueno, se hizo larga la carta. Me detuve varias veces en las firmas... y los recordaba uno a uno. ¿Alguno de ustedes ya es bisabuelo? Y retrocedía hacia los años 64-65 y con mucho cariño acariciaba imágenes “llegadoras” al corazón mientras, casi inconscientemente, se imponía el fraseado del Brindis de Gerardo Diego. Para mí esto es volver a las fuentes también.
Gracias por haber escrito. Rezo por Ustedes y sus familias; por favor les pido que lo sigan haciendo por mí.
Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
Fraternalmente, Francisco
PD: sobre lo que digo de los medios de comunicación me explayé más en Fratelli tutti nºs. 42-53.