El Cid, la Hispanidad y la Reconquista
El padre Zacarías de Vizcarra y el historiador Ricardo Levene
En "Origen del nombre, concepto y fiesta de la Hispanidad" (El Español, 7 de octubre de 1944), el padre Zacarías de Vizcarra señalaba que el concepto de Hispanidad es "un nombre de 'familia', de una gran familia de veinte naciones hermanas, que constituyen una 'unidad' superior a la sangre, al color y a la raza de la misma manera que la 'Cristiandad' expresa la unidad de la familia cristiana, formada por hombres y naciones de todas las razas, y la 'Humanidad' abarca sin distinción a todos los hombres de todas las razas, como miembros de una sola familia humana". Como supo afirmar Francisco Elías de Tejada en La monarquía tradicional, la Hispanidad es una christianitas minor.
En la misa columna ante citada, el padre Zacarías de Vizcarra comenta que "en un escrito que publiqué en Buenos Aires en 1926 bajo el título La Hispanidad y su verbo, y obtuvo amplia difusión en los ambientes hispanistas, elevaba a la Real Academia de la Lengua esta modesta súplica: «Si tuviéramos personalidad para ello, pediríamos a la Real Academia que adoptara estas dos acepciones de la palabra 'Hispanidad' que no figuran en su Diccionario»".
Y agrega inmediatamente: "En efecto: en la decimaquinta edición del Diccionario de la Academia, publicada en 1925, seguía presentando la palabra 'Hispanidad' como anticuada, con el sentido gramatical de siempre, en esta forma: 'Hispanidad, f., ant. Hispanismo'".
Hubo que esperar a la decimasexta edición, divulgada oficialmente en 1939, para encontrar una nueva definición oficial de esta palabra que supone un progreso en la materia, aunque no nos parece todavía suficiente clara ni completa. Dice así: "Hispanidad, f. Carácter genérico de todos los pueblos de lengua y cultura española. 2. ant. Hispanismo'".
Agreguemos que, actualmente, el Diccionario de la Real Academia Española refiere esta acepciones del término Hispanidad: "1. f. Carácter genérico de todos los pueblos de lengua y de cultura hispánica. 2. f. Conjunto y comunidad de los pueblos hispánicos. 3. f. desus. hispanismo".
Hispanidad y reconquista
Además de lo dicho arriba, resulta muy interesante la vinculación que realiza el padre Zacarías de Vizcarra entre la Hispanidad y la Reconquista española. Y lo hace mediante una referencia al discurso del historiador argentino e hispanista Ricardo Levene en ocasión de la inauguración del Monumento al Cid Campeador en la Ciudad de Buenos Aires: "El historiador argentino Dr. Ricardo Levene, al explicar la significación de la presencia del Cid en América, la encontró en el concepto espiritual de la 'hispanidad', que es común a todos los hispánicos, aunque no hayan heredado sangre española".
El historiador argentino Ricardo Levene (1885-1959) es autor, entre otras obras, de "Las Indias no eran colonias" (colección Austral), donde explica el estatus político y jurídico de los virreinatos americanos en la Corona española.
Inmediatamente, cita un largo fragmento del que nosotros tomaremos una parte: "El pueblo del Cid -dijo-, como entidad ética, fue el creador de una actitud acerca de la fidelidad, acerca de la defensa del desvalido, la dignidad del caballero y el honor del hombre; no sólo el honor exterior, diré así, que nace obligadamente en las relaciones con los demás, sino el honor íntimo o profundo, que tiene por juez supremo a la conciencia individual. Del Cid en adelante, los héroes españoles e hispanoamericanos son de su noble linaje. Es que en América transvasó la desbordante vitalidad de la Edad Media española, corriéndose impetuosamente por el tronco y las ramas la savia de la raíz histórica." (Ricardo Levene, discurso en la inauguración del Monumento al Cid Campeador en Buenos Aires, 13 de octubre de 1935).
Recordemos que Ricardo Levene, además, es autor de publicaciones como Introducción a la historia del Derecho Indiano (1924) y de Las Indias no eran colonias (1951).
Un toque porteño
Terminemos esta nota con un toque porteño, si cabe, citando nuevamente a Ricardo Levene: "En la Buenos Aires fundada osadamente hace cuatro siglos por campesinos, obreros, sacerdotes, y soldados de su estirpe, girones de las clases sociales, muchedumbres sedientas de hazaña y bienestar, con más Quijotes que Sanchos, la estatua del Cid Campeador, en su piafante corcel, el gesto enérgico alzando en alto la banderola en muestra de victoria, se erige como símbolo de comunión indestructible de España y América".
Dicho esto con copia a Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de Buenos Aires, bajo cuya gestión se ofende a España, nuestra Madre, en una muestra corrosiva como La espada y la cruz que se exhibe el Museo de Arte Español Enrique Larreta. Si el autor de La Gloria de don Ramiro resucitara, no dudamos que desenvainaría la Tizona del Cid Campeador para expulsar a los mercachifles de la falsa cultura que ocupan su antigua casona.
Publicado en La Prensa.
Otros artículos del autor
- La Argentina ¿debe ser re-evangelizada?
- ¿Una Hispanidad sin sentido evangelizador?
- Un mártir de la doctrina social de la Iglesia
- Por qué el Papa cambia el primado argentino: la clave hispánica
- La vida intelectual y magisterial como servicio a Dios
- Por qué no alcanza con ser antiaborto para ser provida
- Tenemos un faro: Carlos Alberto Sacheri
- La Argentina de Mamá Antula
- Anomia en la vida de la Iglesia
- Enrique Shaw y el liberalismo económico