Domingo, 22 de diciembre de 2024

Religión en Libertad

El amor nuevo y único


Esa era la novedad radical y escandalosa: amar hasta el final, a cada persona, en los momentos sublimes y estelares, como en los banales y cotidianos

por Arzobispo Jesús Sanz Montes

Opinión

El texto que nos presenta el Evangelio de este domingo es casi una prolonga­ción del que escuchábamos el domingo pasado. Porque la consecuencia de sabernos pastoreados por Jesús, Buen Pastor de nuestras vidas, es justamente no ser noso­tros lobos para nadie. Y la consecuencia de estar en ese redil que son las manos del Padre, donde somos co­nocidos por nuestro nombre, es precisamente no ser extraños para nadie.

Este texto está tomado del Testamento de Jesús, de su Oración Sacerdotal. Todo a punto de cumplirse, como quien escrupulosamente se esmera en vivir lo que de él esperaba Otro, pero no como si fuera un guión artificial y sin entrañas, sino como quien realiza hasta el fondo y hasta el final un proyecto, un diseño de amor. Y toda esa vida nacida para curar, para iluminar y para salvar, está a punto de ser sacrificada, en cuya entrega se dará gloria a Dios. Puede parecer hasta incluso morbosa esta visión de la muerte, o como siempre sucede, para unos será escándalo y para otros locura (cf. 1Cor 1,18), risa y frivolidad para quien jamás ha intuido que el amor no consiste en dar muchas co­sas, sino que basta una sola: darse uno mismo, de una vez y para siempre.

En este contexto de dra­matismo dulce, de tensión serena , Jesús deja un mandato nuevo a los suyos: amarse recíprocamente como Él amó. Porque Jesús amó de otra manera, como nunca antes y nunca después. Esa era la novedad radical y escandalosa: amar hasta el final, a cada persona, en los momentos sublimes y estelares, como en los banales y cotidianos.

Porque lo apasionante de ser cristiano, de seguir a Jesús, es que aquello que sucedió hace 2000 años, vuelve a suceder... cuando por nosotros y por nuestra forma de amar y de amarnos, recono­cen que somos de Cristo. Más aún: que somos Cristo, Él en nosotros. Es el aconte­cimiento que continúa. Quien ama así, deja entonces que Otro ame en él, y el mundo se va llenando ya de aquello que ese Otro -Jesús- fue y es: luz, bondad, paz, gracia, perdón, alegría... . Este es nuestro santo y seña, nuestro uniforme, nuestra revolución: Am ar como Él, y ser por ello reconocidos como pertenecientes a Jesús y a los de Jesús: su Iglesia.

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda