Carta abierta a la FERE
Los padres les pedimos fortaleza, fidelidad y decisión para contribuir a que la educación en España vuelva a ser libre.
Carta abierta de un padre objetor a Juan Antonio Ojeda, nuevo Secretario general de la FERE
Estimado profesor:
Mi más sincera enhorabuena por su nombramiento y mis mejores deseos para que cuente con los apoyos necesarios para guiar la FERE en estos tiempos revueltos para la educación y para el catolicismo.
Aunque le supongo suficientemente informado sobre los avatares que hemos sufrido los padres y los centros escolares desde la imposición de las asignaturas de Educación para la Ciudadanía por parte del Gobierno, querría hacerle un ruego y un ofrecimiento.
El ruego consiste en que, dejando a un lado las circunstancias y actuaciones pasadas, reflexionara sobre la situación de intervencionismo educativo que sufrimos de manera creciente. Primero fue la introducción de la EpC. Ahora se introduce la Educación Sexual y, en breve, la Ley de Libertad Religiosa recortará de nuevo los derechos de los padres y de los centros educativos con ideario propio. El Gobierno ha mostrado a las claras su intención laicista e intervencionista y los padres de la enseñanza concertada demandamos de sus dirigentes una postura firme e intransigente ante este continuo atropello. Somos conscientes, además, que una postura firme e inequívoca de la FERE defendiendo los derechos de los centros y la libertad de los padres frenaría, de hecho, este proyecto adoctrinador del Estado. La FERE se encuentra ante una encrucijada histórica y los padres les pedimos fortaleza, fidelidad y decisión para contribuir a que la educación en España vuelva a ser libre.
Como no podía ser de otro modo, a esta solicitud vinculamos nuestro ofrecimiento de apoyo y reconocimiento. Olvidando pasadas discrepancias podemos -y debemos- reconstruir el clima de libertad e independencia que, con sus defectos y virtudes, imperaba en el ámbito educativo español antes de las políticas intervencionistas y adoctrinadoras de este gobierno. Y recuerde que los conciertos educativos no son prerrogativa de las administraciones. Somos los padres quienes, a través de nuestros impuestos financiamos indirectamente los centros concertados. Porque, además de los centros públicos, demandamos centros con ideario propio. Porque queremos una educación donde se pueda escoger en libertad.
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